Canalización de Kryon por Lee Carroll
en Monument Valley, Utah, 12 - 18 de abril de 2017
Nº 4
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Quiero que sientan la quietud. No suele ser así. Las rocas están escuchando. Si yo les dijera, queridos, que las rocas están vivas, ¿qué dirían? Porque ellas no están a la altura de la identidad o definición científica de la vida. También les dije que llegaría un día en que la definición de "vida" tendrá que cambiar realmente, porque la ciencia tendrá que llegar a un acuerdo, yo diría, una confluencia de descubrimientos, cuando empiecen a ver la multidimensionalidad, identificándola como lo que es, y sean capaces de medirla. Y cuando lo hagan, verán cosas en la naturaleza, en las rocas, en los árboles, que re-definirán qué está vivo y qué no lo está. Entonces, cuando les digo que las rocas están escuchando, de cierta manera, no definida como ustedes piensan, es que lo están.
En este corto período de tiempo, me gustaría hablar de ciencia, de una manera que parecería poco elogioso, pero solo parece así. Es la ciencia del planeta la que los ha traído hasta este lugar, es la ciencia del planeta la que les permitirá descubrir lo que luego probará al Espíritu. Eso llegará, y será científico.
Pero la ciencia de hoy en día tiene algunos prejuicios, y me gustaría hablar de eso, antes de hablar de lo que está aquí frente a ustedes. Hay muchos tipos de ciencia. Están las disciplinas científicas, los diversos estudios; pero los científicos les dirán que en realidad hay dos grupos. Un grupo está tratando de estudiar las cosas que están, y explicarlas. El otro grupo se ocupa de lo que no se proyecta a una causalidad futura. Eso significa que serán los que inventarán lo que ustedes usarán en el futuro.
Los distintos tipos de ciencia tienen distintos tipos de evidencias. Ciertos tipos de ciencia no tienen muchas evidencias y entonces crean máquinas que las produzcan o los experimentos que las demuestren. Así crean lo que luego examinan, y entonces eso se vuelve la evidencia a través de su creación.
Luego están las otras ciencias que tienen múltiples evidencias ante sí, todo el tiempo. La astronomía es una de ellas. La evidencia siempre está allí, siempre disponible para estudiarla. Ese tipo de ciencia decide qué sucedió, cuándo, y cómo sucedió. Se parece mucho a la geología. Un geólogo enfrenta una multitud, una confluencia de evidencias que es tan asombrosamente grande, que a menudo no sabe qué está viendo. No solo eso, sino que los eones cambian eso que él ve, de modo que cuando está mirando algo, por ejemplo, las cosas pueden ofuscarlo completamente en cuanto a qué ha pasado en los eones anteriores a lo que él está mirando.
Quiero contarles acerca de los sesgos o prejuicios que pueden ocurrir. En ciencia se supone que es reciente, se supone que el método científico excluye lo que no importa e incluye lo que sí importa. Se supone que el método científico no tiene sesgos - pero está muy sesgado.
Consideremos uno del que suelo hablar. Los científicos en el campo de su competencia creen que saben ciertas cosas sobre lo que estudian. Y esas cosas se acumulan y crean un sesgo de modo que ellos creen que saben dónde buscar para el próximo descubrimiento. Entonces el sesgo se transforma en aquello que piensan que están buscando. Y luego diseñan el experimento según ese sesgo; no para una sorpresa sino para algo que creen que está allí, y ese será el diseño del experimento. Lo clásico fue la investigación del ADN chatarra. Hablé de esto antes, porque durante 30 años se presentaba ante ustedes la química del ADN que no se podía resolver. Un 90% de esa química, de la vida misma, era un misterio. Directamente después de la era moderna, hasta el 2012, se lo consideraba sin solución posible, incluso se lo llamó chatarra, porque no conseguían encontrarle un propósito, y la razón de que resultara tan escurridizo, es que lo estaban estudiando científicos de la vida; químicos y biólogos. Ellos estaban buscando códigos, buscaban lo que esperaban encontrar, basados en lo que habían visto en el pasado. Habían decidido "Aquí es donde va a estar," y miraron allí y no encontraron nada. Les hemos contado que más tarde el gran descubrimiento fue de los lingüistas que estudiaban los patrones de las palabras, porque en aquél 90% había un lenguaje. Había información. Es clásico.
El otro, del que aún no hablamos, pero lo haremos en unas semanas, es el gran colisionador de hadrones. Allí ponen una energía tremenda para llevar los átomos de hidrógeno a casi la velocidad de la luz y chocarlos, grabando las explosiones para ver qué es lo que despiden. Y tienen trillones de fotografías de lo que despiden, ¿cómo se analiza eso y se le encuentra algún sentido? Les dirán que diseñan programas; programas que buscarán lo que ellos creen que está allí. Queridos, van a encontrar algo de eso que buscan, y en el proceso se pasarán por alto lo que realmente está allí, porque su programa no incluye buscarlo. Como ven, hasta en la Física más elevada existen sesgos de la manera en que ustedes piensan que funcionan las cosas para luego diseñar los experimentos en relación a eso.
El gran sesgo de la geología es este: por tanto tiempo como han vivido en este planeta, queridos, la geología ha trabajado lentamente. Entonces existe un sesgo que dice que la geología ha sido sumamente lenta. Y cuando ven algo en el horizonte, ustedes deciden cuánto tiempo le llevó llegar a lo que hoy es. Y ustedes insertan allí lo que creen que es verdadero, los factores de erosión, los tipos de piedras, la dureza o blandura; todo señala un proceso muy, muy, muy lento. Y eso, queridos, está completamente equivocado (se ríe).
Lo que los geólogos no esperan es que, cuando la Tierra se estaba formando, en esos millones de años atrás, había tremendas convulsiones, y los procesos involucrados eran enormes; el peso de las aguas sobre una tierra recién formada, enorme. Las cosas sucedieron mucho más rápido que lo que ellos piensan. Hay unos pocos geólogos que lo comprendieron cuando ocurrió la explosión del monte Santa Helena, cuando llegaron a ver que lo que ellos pensaban que requería cientos de años había sucedido de la noche a la mañana. Y se dieron cuenta de que el proceso de un volcán podía crear cosas dentro de un marco de tiempo que nunca se les habían enseñado en los colegios.
De modo que déjenme contarles qué es lo que están mirando. Voy a relacionarlo una vez más con lo que ustedes ven en el Gran Cañón. Es difícil describir esto, y no lo haré en términos geológicos. Lo haré en inglés sencillo. Lo que están viendo ahora tiene los atributos de miles y miles de años de erosión por el viento. La erosión por los vientos y por las lluvias sigue un patrón. Eso es básicamente lo que ustedes ven. Pero por debajo de eso, queridos, lo que realmente está encubierto y no se lo ve como es, es el océano que estuvo aquí. No solamente un océano, queridos, sino un océano en movimiento. ¿Cómo les explico esto? Casi hasta la división continental, lo que ustedes llaman los Estados Unidos del oeste, tuvieron varias convulsiones importantes que literalmente permitieron la entrada del océano y luego lo empujaron de vuelta, con tierras que subían y bajaban otra vez. ¿Pueden imaginar la fuerza de todo un océano, soltándose y entrando? Y esa fuerza tal vez durante cientos de años, luego revertida y sacada afuera otra vez. Les diré que la parte de atrás del Gran Cañón se formó en menos de 300 años, con un océano feroz, algo que ustedes nunca vieron hasta ahora en el planeta. Este planeta ahora es pacífico, ha terminado con ese tipo de geología, con esa cantidad masiva de movimientos en cortos períodos de tiempo. Así era la Tierra.
Y si pudieran haberlo visto, entenderían que debajo de lo que creen que es erosión eólica está la erosión de las aguas. Podrían ver lo que sobresale aquí, y el lecho del océano que estuvo aquí era tierras altas. Las olas estrellándose contra ellas, erosionándolas hasta lo que hoy ven; eso fue el comienzo, fue el molde para lo que ven hoy, y que más tarde se erosionó aún más con el viento y la lluvia.
¿Los que estaban aquí viven en otro lado? No; encontrarán valvas de animales marinos por todas partes; esto era un océano. No era un mar en calma; era un océano en movimiento, a medida que las placas giraban, y volvían, y se levantaban, y se empujaban. Fue más que lo que jamás ustedes hayan podido ver, un movimiento que fue mayor que lo que esperaría cualquier geólogo; rápido, veloz, feroz. Y realizó los cortes abruptos que ven en todas partes. Recto hacia arriba y abajo. Mucho más que viento y lluvia, aun durante millones de años.
De modo que quiero que piensen en esto y que recuerden este día, y lo volveré a decir, porque llegará un día en que los geólogos dirán: "Sí, ahora lo reconocemos."
Esa es la lección de ciencias para este día. Quiero que miren estas cosas con otros ojos; quiero que miren a la confluencia de la naturaleza que creó la belleza que es hoy este desierto. Quiero que miren afuera y vean el lecho de ese océano ante ustedes, las olas estrellándose, un océano que nunca estaba quieto, siempre moviéndose, y cómo durante cientos y miles de años, hacia atrás y hacia adelante, ocurrió esto. Es la razón para que haya un delta a cada lado del Gran Cañón, porque fluyó en un sentido y luego en el otro, y luego en el primero, y luego en otro, tallando lo que ven aquí en una majestad que hoy pueden contemplar.
¿Polémico? ¡Por supuesto!
Y así es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar