Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
Como sucede con todo lo referente a este universo, existe un proceso que nos permite introducir y sacar energía de nuestros espacios energéticos, aunque no siempre nos parezca un proceso sencillo y fluido. De hecho, la cuestión de “introducir” a menudo puede resultarnos tan frustrante y exigente, que lleguemos a preguntarnos si fue una buena idea realizar cambios en nuestra energía. Fue la decisión correcta, aunque nunca pasamos sin más de un espacio energético a otro (como creemos que ocurre). Por el contrario, tenemos que considerar con detenimiento qué aspectos de nuestra “vieja” energía deseamos conservar para incorporarlos al nuevo espacio energético; lo que funciona, lo que simplemente no encaja en él y, más tarde, tendremos que hacer los ajustes necesarios. Se trata de un proceso que requiere tiempo, reflexión y nuestra disposición a adoptar nuevas perspectivas sobre nosotros mismos y nuestras “cosas”. También tendremos que establecer nuevas intenciones que incluyan los nuevos potenciales que hemos creado para nuestra vida con nuestro movimiento energético.
Sacar energía de nuestro espacio energético es relativamente fácil. Basta con decidir qué queremos conservar y qué estamos preparados para dejar atrás. Después, empaquetamos lo que queda y nos trasladamos a un nuevo lugar. Cuando llegamos, nos damos cuenta de que no sólo debemos desempaquetar todo lo que traemos, sino que también nos vemos obligados a tomar nuevas decisiones (qué encaja en nuestro nuevo espacio y dónde ponerlo, o lo que sencillamente no encaja, y que al final debemos descartar). Es como cambiarse de casa. Tenemos que conseguir que nuestros muebles se ajusten al nuevo espacio y librarnos de todo aquello que no sirve o que queda mal. Es justo lo que he estado haciendo ahora en mi nueva casa, y ha sido bastante frustrante.