Armonizar su Corazón y Cerebro Para crear Sanación - Parte 1
Gregg Braden
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En las tradiciones occidentales se suele decir que empezamos a morir en el momento en que nacemos, y esa creencia está tan firmemente arraigada en el modelo médico como lo ha estado históricamente y en la forma en que pensamos de la enfermedad y la sanación, por un lado. Y por el otro, las tradiciones espirituales más apreciadas siempre nos han dicho algo muy, pero muy diferente. Dicen que desde el momento en que nacemos empezamos a sanarnos. Y lo que la mejor ciencia, la de nuestro tiempo actual, la del siglo XXI, está demostrando que en realidad los órganos están diseñados para repararse a sí mismos, incluso los que nos dijeron que no podían hacerlo: el tejido de la médula espinal, el tejido cerebral, el tejido cardíaco, el tejido pancreático, el tejido prostático, todos estos órganos que estamos tan acostumbrados a oír que nos están fallando en tantas perspectivas diferentes. Los órganos están diseñados para repararse y sanarse a sí mismos bajo las condiciones adecuadas, dado el entorno adecuado. ¿Cuáles son esas condiciones? Esa es la cuestión. Algunas son más bien ambientales; pueden ser externas al cuerpo, como el agua, el aire, la calidad de nuestra alimentación. Algunos pueden ser químicos, los suplementos que tomamos y algunos de los productos de hierbas que nuestros ancestros comprendieron y utilizaron con gran éxito en la sanación de sus cuerpos antes de que llegara la medicina moderna. Y creo que esos son interesantes. Lo que realmente me fascina es el entorno interno del que nos habló el Buda. De forma muy elegante, dijo que cada hombre y mujer es el arquitecto de su propia sanación y de su propio destino. No sé qué sentido habrá tenido esto para los de su época, pero en nuestro mundo actual tiene un sentido tremendo, porque la mejor ciencia del siglo XXI está confirmando ahora los principios más profundos, los principios espirituales, de nuestras creencias más antiguas y apreciadas, diciéndonos que, de hecho, estamos profundamente conectados con nuestros cuerpos, con el mundo, y esa interconexión es tan profunda que tenemos la capacidad de autorregularnos desde adentro para crear los efectos en nuestros cuerpos y en los demás cuerpos.