Seminario Online de Jim Self – Mastering Alchemy - 9 y 10 de noviembre de 2022
Parte 1 – 9 de noviembre
¡Hola! Bienvenidos, muy lindo estar aquí, como siempre. Esto es excitante, mucha gente quiere saber sobre la clarividencia, la clarisentencia, la clariaudiencia. Lo realmente gracioso es que ustedes saben todo al respecto. Vinieron con el cuerpo, podían usarlas toda su vida. Tal vez no tenían una definición de cómo usarlas. De modo que jugaremos aquí, en este contexto, hoy. Déjenme decir hola a unos cuantos de ustedes que son nuevos, no he visto sus nombres antes, muy lindo tenerlos aquí.
Veamos si podemos lograr que se diviertan y disfruten de esto. Es cosa muy interesante este aspecto de ustedes, que ustedes nacen con todas estas habilidades, llamadas psíquicas o espirituales, como quieran llamarlas. Vinieron con el cuerpo, y en gran medida ustedes las han usado todo el tiempo. ¿Las usan en el nivel que ustedes han oído que otros las usan? De hecho probablemente cometieron un gran error aquí, porque tendrían que haber tomado esta clase la semana pasada, porque si hubiéramos hablado de clarividencia la semana pasada estoy seguro que uno de ustedes la habría tenido, y esa lotería de 1.9 mil millones de dólares en Estados Unidos habría sido suya, estoy seguro, si solo hubieran sabido cómo usar su clarividencia.
Estas habilidades, estas capacidades, que ustedes tienen, son realmente muy útiles cuando se las usa, se las comprende y realmente están definidas de una manera que tenga sentido. Pero mayormente no tenemos una buena definición de qué son ni cómo funcionan.
Por ejemplo, si hablamos de la clarividencia, la gente piensa que eso significa “Yo debiera ver con mis ojos cerrados del mismo modo que con los ojos abiertos. Y debiera poder ver el futuro, y saber muchas cosas”. En realidad, ustedes usan esta habilidad de clarividencia todo el tiempo, es simplemente lo que significa esa palabra, clarividencia, se traduce como ver claro. Es simplemente ver claro.
Entonces, si les pidiera que recordaran cuando crecían, había una casa, en la casa tenían un dormitorio, una casa en que tenían algo bastante interesante, tal vez el dormitorio; recuerdan cómo era la pared. Probablemente recuerdan el aspecto del frente de la casa. La entrada de auto ¿estaba a la derecha o a la izquierda? Ahora bien, con estas preguntas medio tontas, ¿vieron dónde estaba la entrada de auto? ¿Vieron el color del dormitorio? La gente dice “Oh, no; eso no es clarividencia, eso es solo memoria” No; es clarividencia; estoy viendo claramente un recuerdo. El recuerdo es la imagen, pero ser capaz de ver la imagen es lo que se llama clarividencia. Ahora bien, ¿tiene mucha más profundidad? Seguro. Pero básicamente es que, cuando empiezan a tener ese sentido claro de definición, y empiezan a entender cómo funciona, y por qué funciona, y por qué no funciona, entonces empiezan a cambiar la dinámica de muchas cosas.
Una cosa que tenemos la tendencia a hacer en esta vida es que confiamos en la información que nos brindan. No la validamos, simplemente confiamos, “Mi amigo me dijo... Lo oí en las noticias… Google dijo…” y básicamente sin realmente hacer una pausa, - en tiempo presente, referencia que hacemos siempre – tiempo presente, ahora mismo, pausar y decir ¿Esto tiene sentido?, a menudo no lo hacemos y solo aceptamos lo que nos presentan.
Y luego es interesante cómo todos hemos crecido, nos hemos desarrollado – no todos, pero muchos - es que tenemos un conjunto de creencias sobre cómo funcionan las cosas. Una de las creencias específicas que tenemos es con respecto al tiempo. El tiempo es realmente significativo en cuanto a quién eres y cómo piensas que eres, y cómo piensas que es el mundo.
Entonces, una de las cosas que hacemos es creer que el tiempo es lineal, pasado, presente, futuro, mi reloj va hacia adelante, no hacia atrás, y también creemos que cuando algo sucede en el pasado, está terminado; sucedió, no puedes cambiarlo. No es correcto, pero es una creencia que sostenemos. Entonces, cuando básicamente crees que progresas por la vida, el pasado no es cambiable, y tú eres básicamente la suma de toda la información y las experiencias que has creado y atravesado, tenemos la tendencia a acumular un montón de información; a cada minuto del día tenemos otra pieza para nuestro pasado, y empezamos a tomar decisiones basadas en las similitudes entre lo que está ante nosotros y algo que está detrás de nosotros. “Esto se parece a aquello, lo que pasó una vez. Por lo tanto debe ser, más o menos, la misma clase de cosa.
Ahora bien, piensa en eso, mira eso un minuto. Todas esas cosas que sucedieron en mi pasado, no les presto atención y las acumulo, como que las pongo en mi mochila. Y cuando aparece algo similar a otra cosa en mi pasado, muy a menudo, casi inconscientemente, digo “Llovió un día, cuando estaba como ahora, de modo que probablemente lloverá”.
Entonces no prestamos atención; no observamos – en este contexto que estoy señalando – asumimos, construimos un modelo basado en las cosas que hicimos en el pasado.
Cuando empiezas a jugar con estas habilidades de clarividencia, clarisentencia, telepatía, clariaudiencia, mediumnidad de trance, hay toda una lista de ellas, hay un número de ellas, son más fundamentales para cada uno de nosotros, primordialmente la clarividencia, la clarisentencia. Clarisentencia es “ese sentimiento, tengo este sentimiento”, simplemente significa sentir claramente. Pero muy a menudo el sentimiento no es claro. Tal como el recuerdo, ¿de qué color era la pared, de qué lado de la casa estaba la entrada de auto? Yo veo eso y puedo decirlo bastante claramente, “estaba a la derecha”, o a la izquierda. Pero en cuanto a los sentimientos, ah, se pone muy interesante, porque una de tus capacidades espirituales, psíquicas, primordiales, es esta clarisentencia.
Muchos aprenden cómo navegar el mundo por medio de sentir dónde están en relación con el mundo, y también dónde están en relación con otros, y cómo esos otros me perciben a mí.
Ahora bien, empezamos con la clarisentencia. ¿Cómo sucede eso mecánicamente? Ahora bien, voy a asumir que ustedes saben sobre los chakras; este segundo chakra, más abajo del ombligo, tiene un pequeño dispositivo en él. Como en tecnología, lo llamaremos un aparato de sonar. Desde el día 1 envía un pulso que rebota en el mundo – pero particularmente en los humanos – y hace una pregunta muy específica: ¿Qué es ese sentimiento? Entonces, emite el pulso, éste rebota en un ser humano, y regresa; y el sentimiento es; enojado, contento, triste, feliz. Y yo he obtenido una perspectiva de cómo es el mundo a mi alrededor. Eso es lo que hace el niño pequeño. Y ese pequeño sonar funciona perfectamente, y la pregunta es ¿qué es ese sentimiento?
Cuando observas a los niños pequeños, ellos siempre están absorbiendo. Y una de las cosas principales que usan es esta sensación de sentimientos – lo veremos en un minuto – y esa sensación de sentir el mundo. En las etapas tempranas, especialmente si están presentes, y jugando, y no tienen un mundo amenazador, están constantemente tocando y sintiendo y mirando alrededor y absorbiendo.
Pero ese mismo niño en un espacio no funcional, un espacio que contiene mucho drama, mucho desafío, donde puede haber adultos que son algo desequilibrados, disfuncionales, lo que pasa es que constantemente estamos recibiendo esa sensación de esos sentimientos de la otra gente. Y en ese proceso, una cosa que pasa es que empezamos a discernir entre emociones y sentimientos.
Ahora bien, la gente pregunta cuál es la diferencia, a menudo. Hay una gran diferencia. Para nuestro propósito lo diremos no como una verdad sino como un punto de referencia. En gran medida, las emociones son vibraciones erráticas que están un poco fuera de lugar: ira, resentimiento, celos, juicio. Cuando sientes esas vibraciones, obtienen tu atención; no es cómodo, no es algo que esté bien.
Los sentimientos son vibraciones como el aprecio, gratitud, felicidad, risa, respeto, dignidad. Vibraciones que no tienen aristas (filos). Otra vez: no es una verdad, solo es una información.
Entonces el niñito empieza a discernir alrededor: qué se siente bien, qué me gusta, que me hace sonreír; de qué me tengo que cuidar, prestarle más atención, algo que me hace infeliz. Los padres gritándose uno a otro; al niño no le gusta mucho eso. Esa vibración es demasiado disruptiva para su estabilidad.
Pero una cosa que pasa en una familia disfuncional – más o menos – es que nos voltean fuera de equilibrio bastante a menudo. Entonces, habrás tenido la experiencia de estar inseguro de algo. “No estoy muy seguro de si puedo ir allá o no”, “Quiero decir algo pero no sé si será bien recibido”. En ese niñito, esa clarisentencia, ese segundo chakra, está constantemente encendido, enviando ese pulso - ¿qué es ese sentimiento? – y vuelve muy claramente: esto es una emoción, o es un sentimiento. Pero en un mundo de realidad disfuncional, se crea incertidumbre, se crea duda, la pregunta se cambia un poco. El dispositivo funciona, envía el pulso, pero la pregunta es lo que cambia: ¿cuál es ese sentimiento? de pronto se convierte en ¿cuál es ese sentimiento respecto a mí? Entonces, esa persona allá que está enojada, ahora está enojada conmigo. Esa incomodidad es conmigo. Tomen una respiración, y piensen en eso
¿Alguna vez tuvieron una duda, no estaban seguros, o no tenían sensación de permiso para abrir la boca, como que se retiran, evitan la situación? Mucho de eso es ese segundo chakra funcionando perfectamente, con una pregunta que ha sido alterada. Y la persona que crece básicamente con el pasado como su punto de guía, es muy desafiante porque en su pasado estas cosas han sucedido y las circunstancias se parecen mucho a aquel pasado que fue incómodo.
La clarisentencia: tiene gran valor cuando se usa con la pregunta ¿cuál es ese sentimiento? o ¿cuál es esa emoción? Con objeto de saber cuál es. Pero muy a menudo estamos en reacción; no estamos en elección; es reacción. “No me gusta eso, de modo que allí no voy”. ¿Han tenido circunstancias en que han evitado al mundo a su alrededor, porque estaban inseguros? “No sabía qué iba a pasar, vacilaba.” Mucho de esto tiene que ver con esta capacidad que tienen de clarisentencia.
Algo que no es demasiado desafío cambiar y empezar a crear una perspectiva que permita usarlo como habilidad. Llegaremos allí en un momento.
Luego existe otra habilidad que muchos de ustedes tienen, que es una habilidad divertida, excepto que su madre les dijo que era terrible, que dejaran de hacer eso, y se llama telepatía. Hay dos clases de telepatía. Telepatía de banda ancha, una habilidad realmente buena para mucha gente, oradores, profesores, y la telepatía de banda angosta, que es esa en la que tú completas las oraciones de las otras personas. ¿Alguna vez hiciste eso? Terminar las frases de otros. Y muchas veces, la mamá dice “Deja de hacer eso. No es cortés.”
Y tú empiezas a hacer eso, pero para poder detenerlo tienes que reacomodar tus alineaciones, reacomodar el cómo haces muchas cosas. Lo que pasa en esa naturaleza de telepatía, la telepatía de banda angosta, es que te alineas con alguien de una manera particular. Entonces, si tú me gustas, y yo te gusto, y tenemos una conversación y es una conversación realmente buena, y es divertida y la estamos disfrutando, muy a menudo empezarás a terminar mis frases y yo empezaré a terminar tus frases. Se lo llama energía de combinación o de coincidencia, “yo soy como tú porque tú eres como yo”.
Lo que también sucede, y es un gran lugar para jugar, si estás frente a alguien, empiezas a pararte como se para el otro: a mano en la cadera, tú silenciosamente pones tu mano en tu cadera. El otro se apoya en el pie izquierdo, tú te apoyas en tu pie izquierdo. Parado frente al otro, diciendo hola, y coincidiendo en su posición. La telepatía de banda angosta es simplemente volverse uno con otra persona, por así decirlo. Y de pronto, yo sé qué vas a decir. Es una gran habilidad, lo he aprendido a través de los años, particularmente cuando damos conferencias y tenemos conversaciones, y empiezan la conversación con: “tengo una pregunta, pero primero déjame contarte mi historia.” Y hay doce personas más, allí paradas con sus propias preguntas, entonces, combinar, como pararse en el sentido de alinearse, también combinar tu chakra corona con el del otro, - un lugar para preguntas, si quieren – pero cuando yo me alineo contigo energéticamente y me alineo físicamente y estoy usando esa habilidad – no solo conozco en general la próxima palabra que vas a decir, sino que conozco la próxima frase y de pronto empieza a ser como que otras habilidades ingresan, y empiezo a ver a dónde va esto. Y muy rápidamente puedo decir: “Apuesto a que sé cuál es tu pregunta.”, y eso es fascinante, porque dicen “Vaya, ¿cómo lo supiste?” Bueno, debido a estas habilidades. Tomen otra respiración.
Hablemos un poco de la clarividencia. La clarividencia es la habilidad de ver claramente, ver tu casa, ver tu garaje, ver el color de la pared. Ahora mismo, cuál es el aspecto de tu dormitorio. Tan pronto como dije “cuál es el aspecto de tu dormitorio,” tú te moviste, positivo, miraste. Y allí está una imagen de tu dormitorio. ¿La cama está frente a la puerta?, o a un costado del dormitorio, enfrentada a la puerta, o en sentido opuesto a la puerta. Ahora bien, la tendencia es que yo duermo en mi dormitorio todas las noches, y sé cómo está dispuesto mi dormitorio. De modo que lo sé, tengo el recuerdo, la percepción conciente; he estado allí muchísimas veces. Sin embargo, cuando se hace la pregunta, surge una imagen. Ahora bien, es útil, porque surge todo el tiempo. Los cambios de tema en una conversación; eres capaz de ver la conversación cambiando, cuando se empieza a hablar de otra cosa, eres capaz de ver esa otra cosa.
La gente dice: No veo eso. Es decir, te oigo, pero no veo eso. Esa imagen inicial está en ese instante de tiempo presente: allí está. Pero lo que hacemos es estar siempre en movimiento, entonces no absorbemos tranquilamente y luego esperar a que aparezca la siguiente imagen; nos inclinamos hacia donde está yendo esta parte siguiente de la conversación. Estamos pensando; estamos muy activos en el cerebro. Entonces, más que a menudo, y en especial en lo relativo a la clarividencia, estamos muy ocupados alejándonos de lo que se está presentando para poder ver lo que se está presentando.
Entonces volvamos al Tiempo, lo haremos simple aquí, jugaremos con estas cosas en un momento. Estamos tan acostumbrados a confiar en nuestro pasado para que nos información sobre nuestro futuro, que literalmente nos perdemos el cuadro en el tiempo presente. Este presente que tenemos ya se fue. Verás, el tiempo presente, cuando lo miras en linealidad, el tiempo presente siempre se cae inmediatamente en el pasado, es como correr por una pista en el campo y voy pasando todos los marcadores que se van quedando en mi pasado.
Pero no es así realmente como funciona el tiempo. De hecho es interesante, porque creemos que nosotros nos movemos atravesando el tiempo, - me vuelvo más viejo, mi reloj avanza allí en la pared – me muevo atravesando el tiempo. Pero cuando empiezas a aquietarte y empiezas a reconocer qué es el tiempo presente, la quietud empieza a ser muy el ahora mismo. Y sin embargo el reloj sigue marchando, pero tú no. Estoy quieto, estoy presente, estoy conciente de estar aquí mismo, ahora mismo. No estoy pensando en ayer, ni estoy pensando en la cena, ni pienso en mañana, no pienso en mi alquiler, estoy simplemente aquí mismo. Y ustedes están sentados, estamos sentados teniendo un encuentro, nada más está pasando, solo estamos sentados, estamos justo aquí.
Lo que hace eso interesante, de muchas maneras, hay más en esto, pero en términos simples ustedes no atraviesan el tiempo; el tiempo los atraviesa a ustedes. Entonces si se aquietan realmente, y pueden empezar a estar muy presentes, empiezan a darse cuenta de qué está viniendo a ustedes. Aquí es donde esa clarividencia se pone muy interesante, porque ya no estoy mirando a lo que sé o asumo, para proyectar mi información en lo que probablemente va a suceder. Empiezo a llegar a un lugar en que hago una pregunta: ¿cómo funciona esto?, cualquiera sea el tema, O en este tiempo que me atraviesa, ¿cómo me gustaría usar lo que llega a mí para crear lo que yo quiero? Pregunta interesante: ¿qué quieres? Una pregunta que la mayoría puede responder: quiero un auto, quiero una casa. No, no, ¿qué es lo que quieres? Y cuando respondes a esa pregunta, “quiero ser feliz, quiero disfrutar, quiero poder crear, tener amigos, divertirme mucho, jugar aquí. No quiero preocuparme. No quiero que muchas cosas que sucedieron en mi pasado vuelvan a suceder en mi futuro”
Lo que pasa es que, cuando no puedo conseguir esa conciencia de estar en quietud, en tiempo presente, estas habilidades de que hablamos no me apoyan realmente. Porque si no puedo pausar lo bastante como para ver, u oír, o poder observar a alguien frente a mí, entonces me lo pierdo.
¿Tiene sentido? Me lo pierdo.
Verás, tienes tremendas habilidades, 16, 18 de ellas, que están disponibles para ti, y estamos tratando solo un par de ellas, mañana jugaremos con algo llamado mediumnidad en trance. La capacidad de entrar en un cuerpo al nacer y la capacidad de salir del cuerpo al morir. Y hablamos de lo que pasa entre esos dos; mañana, pasado.
Entonces, volviendo a este espacio, la clarividencia, y cómo funciona. Toma una respiración, y veamos qué podemos crear.
Empecemos con esta alineación simple. Conserva los ojos abiertos un minuto. Si los cierras está bien, pero si está todavía abiertos. Toma otra respiración y toma conciencia de esa respiración. Muchas veces digo, tomen una respiración, y es como ¡Fu, fu! Ok, ¿y ahora qué? Solo toma una respiración, y nota esa respiración.
Y luego toma conciencia de estar en quietud. Ahora bien, aquí mismo, la quietud es simplemente no pensar. Solo permite que tu pensadora esté en quietud.
Y luego otra respiración, eso funciona realmente bien aquí. Verás, el cuerpo sabe que estás en tiempo presente, ¡porque estás respirando! Te sorprenderías de cuán poca respiración hace mucha gente, porque están en el futuro o en el pasado. Y luego el cuerpo toma una respiración realmente profunda, lo que está diciendo que estás volviendo.
Sí, de qué estábamos hablando. Ah, ya sé, sueles decir.
Pero aquí: en quietud, un poco más de quietud. Ahora, aun cuando te muevas, date cuenta de tus pies sobre el piso o en la posición en qué estén – si no estás sentado con los pies en el piso – solo toma conciencia de dónde están tus pies. Sin moverte, toma conciencia de tu cola sentada en la silla, el peso del cuerpo allí mismo. Solo nótalo. Y en quietud, ahora mismo, tiempo presente, tomando una respiración, empieza a notar que, en este tiempo lineal, apurándome para llegar, y evitando el lugar donde estaba, nos perdíamos mucho. Quieto, presente, nada por hacer, solo sentado en una silla.
Luego permite un recuerdo, un recuerdo positivo o neutro, que llegue a tu percepción conciente, también nota antes de terminar, que allí estaba el recuerdo. Solo nota el recuerdo y permítele venir. Y luego míralo, lo ves, sea una persona, o una escena, o un paisaje, en una ciudad, en una playa, ¿qué es ese recuerdo? ¿cuánta gente? ¿mujeres o varones? ¿de qué color es la ropa que esa persona lleva? ¿tienes alguna otra cuestión, algún sentimiento sobre una persona? Un sentimiento diferente sobre otra persona, cuando las miras en ese recuerdo. Ahora bien, no hay respuesta correcta o incorrecta, no puedes arruinar esto, solo estamos mirando.
Y luego, ¿hay algún recuerdo cuando andabas por tus veinte años? ¿Dónde estabas? ¿En la universidad?, ¿tenías un trabajo? A los veinte años, ¿cuál es ese recuerdo? Ahora bien, mientras miras a ese recuerdo, muy probablemente surge otro recuerdo. Algo así como “Aquello sucedió, y esto otro también sucedió” Y luego empieza a conectarse a las tangentes; algo me recuerda de otra cosa, que me recuerda de otra. Solo mira el recuerdo. De hecho, puedes regresar al primero en ese pequeño hilo de recuerdos ¿Qué edad tenías? Ahora bien, esa es una pregunta tramposa, porque de pronto tu edad no es algo que estabas mirando.
Sucede una de dos cosas. O bien la mente racional salta y dice “Déjame pensarlo, pienso que yo tenía…” la palabra apropiada es “pensar”. O bien, tú simplemente “sabes”. Está allí, yo tenía 27 años. Toma una respiración.
Lo que sucede aquí, en este lugar, realmente simple, es que en tiempo presente, ahora, permites que esas imágenes surjan, y reconoces “estoy siendo clarividente,” Pero aquí mismo soy capaz de básicamente ver un recuerdo. Y la parte de verlo es la imagen que estoy mirando.
Ahora bien, lo que puede suceder aquí, en un recuerdo positivo, que tiene mucho movimiento en él, una cita grandiosa, o me casé, o algo excitante, lo que hacemos es recibir una imagen y luego le adherimos una emoción o un sentimiento. ¿Feliz? para una imagen positiva, digamos. O un recuerdo que contiene un desafío, habrá una emoción que le corresponda.
Pero cuando empiezas a jugar justo aquí, en este espacio muy simple, hay mucho que empieza a volverse disponible. Mucho de eso es que hemos acumulado un montón de equipaje, muchos pensamientos, muchos recuerdos, cosas que no vemos como excitantes o positivas, y eso tiene también una emoción adherida. Y en general no me gustan esas emociones, de modo que no voy a mirar esa clase de cosas.
¿Recuerdan que al principio dije que lo que hacemos es acumular experiencia, momento a momento, y luego empezamos a permitir que esa información acumulada sea lo que estructure nuestros futuros momentos de tiempo presente? “Me gusta el océano, de modo que solo vivo al lado del océano” De modo que creamos constructos para “de esto se sigue aquello”. Pero muchos de estos constructos se crean a partir de la evasión (de evitar) porque no me gustó ese recuerdo, no me gustaron esos momentos, no me gustó lo que sucedió – pero aún están allí. Y entonces lo que hacemos es algo así como hacer un trato con ellos; le decimos a la mente racional: mira, los voy a poner allí detrás de mí, y nunca volveré a mirarlos, esas cosas incómodas. Y particularmente no quiero que nadie más los vea, de modo que hago un trato. Iré y nunca pensaré en ellos, no los recordaré, los evitaré, y si no me los traes de vuelta, si no los dejas salir a la superficie, no los miraré más.
Y así continuamos acumulándolos, porque no se fueron. Hace dos meses hablamos de la dualidad, y el mes pasado hablamos de la ley de atracción, y aquí es donde esto empieza a juntarse. Estas capacidades espirituales, psíquicas, ¿Qué tal si pudieras básicamente reconocer cómo funcionan? Y pudieras empezar a mirar algunas de esas cosas que no quieres ver, sin la emoción que llevan adherida. Algunas de esas cosas que te avergüenzan, o que te hacen sentir culpable, o te culpas por ellas, ¿te gustaría hacer que se vayan, sacarlas de tu mochila? ¡Se fueron!
Ahora bien, eso no es cosa difícil de hacer, pero de la misma manera en que siempre hice lo que hice siempre, entonces no funciona realmente bien, porque no quiero mirar esas cosas. No quiero verlas otra vez, no quiero oír lo que él/ella dijo, de modo que simplemente voy a evitar esos recuerdos. Ahora tomen otra respiración, porque esto está siendo simple.
De modo que, si empiezo a reconocer y jugar con mi clarividencia, mi habilidad para ver claramente, ahora, estamos hablando solo de recuerdos. Pero ¿qué tal si pudieras empezar a mirar a un futuro momento de tiempo presente, que vas a vivir la semana próxima, digamos, y eres capaz de ver cómo te gustaría que fuera y empezar a crearlo tal como lo ves, y luego ser capaz de poner eso allá afuera en el futuro. “Esto es lo que quiero”. Algo similar a “Esto es lo que no quiero, entonces lo pongo en mi mochila”. Y empezar a reconocer que yo puedo crear lo que quiero, puedo verlo, puedo sentirlo, puedo darle forma, puedo permitirle que venga a mí. ¿Sería interesante?
Entonces juguemos con eso en una base sencilla, porque, verás, cuando empiezas a reconocer que hay otras definiciones para estas habilidades espirituales, otras capacidades en ellas, y empiezas a reconocer las opciones en cuanto a cómo se aplican, es empezar a permitirte posicionarte en un lugar donde sucede lo que te gustaría que suceda.
Ahora, oye esto suavemente, no te estamos vendiendo nada; solo empieza a ser: “puedo elegir de manera diferente de lo que he elegido hasta este punto.
Entonces, todo el conocimiento que tengo, ese papá/mamá/maestra/sacerdote/mejor amigo, han armado esto, por supuesto, y lo que nosotros hicimos fue decir “Está bien. Está bien.” Y luego construimos sobre eso. Tomen una respiración.
Ahora bien, juguemos aquí con tu clarividencia. En tu mente - lo diré mejor que eso – justo delante de ti, unas doce o quince pulgadas (como 30 centímetros) existe – lo usas todo el tiempo – es como una pantalla de televisión, o una pantalla de lectura, un monitor, permítele estar allí. Y lo que vamos a hacer es empezar a crear lo que queremos y empezar a ver lo que queremos crear. Realmente es ridículamente sencillo, y jugaremos con una habilidad creando, y des creando. Crear algo que nos gustaría ver, y luego deshaciéndolo. Porque, cuando vives en el proceso de pasado, presente y futuro, el concepto de deshacer lo que has creado no juega un gran papel. El pasado está estancado, lo hice, está hecho, no puedo cambiarlo. Pero, ¿qué tal si pudieras?
Entonces, aquí mismo, recuerda - juguemos con un recuerdo - ¿recuerdas cómo es una rosa roja? ¿Has visto alguna rosa roja? En un jardín, en un supermercado, en un florero, una sencilla rosa roja. Ahora la vas a crear justo aquí frente a ti, en esta pantalla. Ahora puede que digas “No sé cómo hacer eso”. Perfecto. Primero, recuerda alguna rosa roja.
Y luego toma esa rosa roja, y tráela directamente al tiempo presente, la pones justo frente a ti, a donde estás mirando, delante de ti. Esto no es un desafío; solo estamos jugando. No es en serio, solo estamos jugando. Entonces la rosa tiene un tallo verde, con dos o tres hojas en él, y está abierta a la mitad. Es muy bonita; el rojo es muy brillante, y tal vez sonríes al verla. ¿Te gusta esto? Sí, me gusta.
Y luego, lo que me gustaría que hagas es des construirla. Y eso lo haremos muy simplemente. La haces explotar, como fuegos artificiales, en una celebración. Básicamente miras la rosa y la haces explotar como fuegos artificiales. Ahora bien, estamos jugando. Estamos tratando de crear algo. Es una percepción conciente, eso estamos creando.
Y luego, vuelve a crear esa misma rosa. Tallo verde, un par de hojas tal vez, a medio abrirse. Y luego hazla explotar otra vez. Algunos dicen “Oh, es tan bonita, no puedo hacerla explotar”. Sí que puedes. Verás: tú puedes crear y deshacer, y re crear lo mismo o algo diferente. Es parte de tus capacidades espirituales. Eso es lao con que trabajaremos mañana; crear y disrumpir, deshacer, y re crear.
Piénsalo como el niñito que juega con bloquecitos de armado, y construye, y sigue, y luego tú sabes que se van a venir abajo, y se estrellan, y se divierte, y se excita más. Y dicen “Oh, no, no, se cae” y todos se ríen. Y el niño vuelve a hacerlo, y más grande. Y se cae de nuevo.
Verás, el niñito no tiene ningún desafío. Está más que feliz de crear, y dejar que se caiga, y hacer algo mejor. Ves, tú todavía eres ese niño; todo lo que estás haciendo es recordar cómo lo hacías; es eso. Nada demasiado serio. Otra respiración.
Y entonces crea la rosa de nuevo, y hazla del color que te gustaría que sea. Y luego hazla explotar. Y esta vez crea una rosa blanca. Y luego haz explotar esta rosa. Y una rosa amarilla. Explota esa rosa. Y ahora una rosa azul. Solo explota esa rosa. Estamos jugando, y lo que tienes delante es solo estimular tu clarividencia.
También empiezas a re estimular algo más, que está en ese 6º chakra en tu cabeza. Es la capacidad para crear una forma geométrica, un diseño espacial. Crearlo en mi mente y poder ajustar instantáneamente, en tiempo presente. Tan simple como suena esto, donde estamos jugando, lo que empieza a suceder es un número de cosas. Empiezas a reconocer “yo puedo hacer esto, no es complicado en absoluto.” No hay un propósito realmente profundo en lo que estamos haciendo aquí, excepto hacerlo. “Yo puedo cambiarlo simplemente, si me gustaría cambiarlo. Tengo permiso para cambiarlo”. Puede sonar insignificante, pero verán, esta palabra “permiso” tiene todo que ver contigo; no se trata de nadie más. Tú tienes permiso. Tal como la clarividencia, otras capacidades espirituales te fueron retiradas cuando niño, “no te doy permiso” y decimos, “está bien, entonces no haré eso.” Otra respiración. Lo hacemos muy simple
¿Puedes recordar salir con otra gente cuando eras joven? Alguien con quien disfrutabas, un amigo, o tal vez un par de amigos. ¿Notaste que, cuando yo lo mencioné, tú viste la imagen? Hay una imagen. Ahora bien, la mente racional salta y dice “Déjame pensarlo” El cuadro ya ha pasado, pero recuerda en imágenes, alguna circunstancia con uno o dos amigos. Y era divertido, lo disfrutabas. Cuando lo miras desde el punto de vista de disfrutar, siente el sentimiento. Verás, esa es la clarisentencia. “Estoy teniendo un recuerdo, y es un recuerdo agradable con toda esa gente, y estoy sintiendo esa experiencia.” Hazlo muy simple. No se necesita arreglar nada. “Veo y siento”.
Tal vez hay otro. No te esfuerces en pensar. Tal vez cuando estabas en la escuela, o quizás tu matrimonio, o una cita. Tal vez algo de tu infancia. Nótalo, a medida que señalo cosas, te surgen imágenes.
Ahora, una cosa que pasa aquí es que dirás “Yo no lo vi, oh, debo estar haciéndolo mal.” ¿Has notado cuántas veces vamos a ese “lo debo estar haciendo mal”? Versus “debo estar haciéndolo bien. Esto es excitante, es interesante”. “Epa, no está funcionando, de modo que retrocedo e intento de nuevo.” Esos conceptos que permiten que algo se desarrolle, puede no ser exactamente como yo o quería, pero no fracasé; solo retrocedo y miro otra vez.”
Pero aquí mismo, tengo un recuerdo, que es un recuerdo disfrutable. y míralo. Ahora, aquí hay una diferencia: mira a la imagen, el recuerdo, en lugar de recordar el recuerdo. Uno está en el pasado, y el otro es como si tuvieras una pequeña fotografía en tu mano, “estoy mirando la fotografía”. Y mientras miras la fotografía, hay un recuerdo, un sentimiento que surge. Siente eso, un sentimiento positivo. Nota eso también, no estamos mirando en lo profundo aquí, solo jugamos. Otra respiración. Y en la próxima respiración, simplemente relájate. Es mucho trabajo crear imágenes (se ríe). Relájate, solo relájate, justo en tiempo presente.
Toma conciencia de ti mismo, sentado en una silla, en quietud, sin pensar. Y date permiso para estar sentado en la silla. No hay que ir a ningún lugar, no hay nada roto, nada para reparar, solo sentarse aquí y encontrar el sentimiento de disfrutar de ti mismo. Y creas un punto de atención, un sentimiento, llamado disfrutar. Y luego, ¿puedes sentir el disfrutar? Relajado, cómodo.
Cada una de esas palabras, relajado, cómodo, disfrutar, tiene una vibración que es cómoda, suave, posiblemente te haga sonreír. Como mínimo, dice “estoy bien”. Nota. Ahora bien, tan sencillo como es esto, cada cosa en la que nos estamos enfocando son tus capacidades espirituales para crear. Todo lo que dijimos trata de tus capacidades espirituales. Al estar en tiempo presente y empezar a elegir, cómodo, relajado, cualquiera sea tu elección, empezarás a notar un sentimiento, una alineación, tal vez un pensamiento, en términos simples, eso es creación. Estás creando. Simplemente estás armando una alineación de energía que tiene una vibración, sentimiento, emoción, estás creando una imagen y la estás organizando. Es realmente los fundamentos de cómo tú funcionas como ser espiritual. Lo hacemos toda la vida, pero rara vez nos movemos a una alineación de tiempo presente, una alineación diferente del tiempo, para poder mirar a lo que está pasando dentro de mí y alrededor, y ser capaz de elegir los resultados, el producto, la creación, en mis términos. Cómo me gustaría a mí que esto se despliegue.
Lo que pasa es que dependo tanto de mi pasado para que me diga qué es bueno o malo, correcto o equivocado, esas dualidades, qué encaja y qué no, cuánto permiso me han dado los demás para crear mi vida. Vaya, eso es bastante limitante. Mi pasado, y lo que todos los otros me dijeron, y luego dónde tengo permiso, o no reconozco que tengo permiso. Y luego, lo que sea que no juegue, eso es lo que voy a crear para mí.
¿Qué tal si no es así como se supone que sea? Cuando empezamos a jugar con estas capacidades espirituales, el lugar simple donde estamos comenzando, tomen conciencia de que mucho más está sucediendo aquí donde jugamos, y solo estamos creando una rosa azul. Toma una respiración y relájate otra vez, toma nota de ti mismo. ¿Estás un poco más en quietud? ¿Has dejado de pensar, más o menos, en cosas exteriores a este momento?
Encuentra ese sentimiento que te haga sentir bien. Tal vez feliz, o cómodo, complacido contigo mismo. Muy simple.
Y luego hay algo más que acaba de suceder, que sucede todo el tiempo cuando entras en este tiempo presente, espacio de quietud, cómodo. Llamémoslo espacio cómodo; me gusto. No tengo mi atención en lo que no quiero, ni en el ruido. Verán: cuando empiezo a estar en un espacio que es este espacio quieto, cómodo, algo pasa: todo lo que no se parezca a este espacio en que estoy, empieza a disrumpirse. Todo lo que sea inferior a “me gusto” simplemente deja de sostenerse según se lo construyó en el pasado. Y mucho de ese “no estoy bien” que está en mi pasado, mucha de la energía en mi mochila, mucho de la ansiedad, del estrés, o de los desequilibrios – esta es una palabra mejor - que están en mi espacio, eso de no estar bien, no sentirme del todo entero, mucho de esa energía – hablaremos de esto mañana – no es tuya, no eres tú. Nunca fue tuya. ¿Alguna vez alguien te dijo “no estás bien”? “Bueno, eso es una cosa estúpida. ¿Cómo puedes decirme eso?” “Oh, lo siento.” Y lo que hicimos fue entregar nuestra autoridad a otro ser, a otra persona, y esa energía de “Qué cosa estúpida hiciste” se te quedó en tu espacio. ¿Alguna vez alguien te retó, o te avergonzó, o se burló de ti? Verás, esa energía todavía está en tu espacio. En cierta forma, es mediumnidad en trance, lo llamamos también; la energía de otro que está en tu espacio.
Pero aquí, en este simple crear una rosa, explotar la rosa, feliz, cómodo conmigo mismo, - toma otra respiración – me gusto, lo que no sabes es que esa energía que no te pertenece empieza a disiparse. Y se va. No toda ella, no las partes magnéticas pesadas de ella, sino muchas de las cosas simples que pasaron. Encontrarás que te desequilibras en una situación, o en la vida atraviesas una situación que no tiene nada que ver contigo, pero la definiste como “Oh, culpa mía. Hice algo mal.” ¿Qué tal si no fue así? ¿Qué tal si solo atravesabas un espacio que tenía esa clase de energía?, y tú - “porque siempre hago algo mal, por supuesto, debo estar haciendo algo mal aquí también” Ahora bien, ustedes, sabios avanzados en el planeta, nunca harían probablemente algo así, pero puede que conozcan a alguien. Pero qué tal si, al entrar en su espacio de tiempo presente y empezar a ver claramente, y empezar a sentir más claramente, “tengo la capacidad de discernir qué es mío y qué no es mío” Y esa cosa de “no es mío” ¡No es tuya! Eso es bastante correcto, porque simplemente al reconocer que el tiempo lineal no es lo que crees que es, o que es otra opción, digámoslo así, de pronto la capacidad de reconocer que un montón de culpa, preocupación, ansiedad, estrés, no tienen nada que ver contigo, ¡nada!
Entonces, ¿qué tal si yo pudiera tomar esta rosa y empezar a jugar con ella y luego cambiarla y usarla de otro modo. ¿Qué tal si pudiera decirle a esta rosa: “recolecta esa energía que no es mía?” Y luego observa la rosa, a veces se hace más grande, a veces cambia de color, pero siempre va a decir – si la observas – “terminé, ya he juntado esa energía que no es mía.”. Y luego el permiso para simplemente voltear tus bloques, o hacer explotar la rosa, básicamente es una dinámica diferente de lo que me dijeron sobre cómo funciona la vida.
Muy simple. La aplicación de dos habilidades: clarividencia y clarisentencia; ver y sentir. Ahora bien, hay otras más, clariaudiencia, telepatía, todas entran en juego. Oír la verdad, mi verdad, lo que está bien para mí, mi sistema de guía interno en el corazón. Ser capaz de discernir.
¿Qué tal si, al usar estas habilidades – recordar las habilidades, usarlas, - tu habilidad para básicamente elegir de modo diferente cómo navegar lo que está frente a ti y donde estás, entra en juego? Toma una respiración; me gusto.
Considera esa rosa. Tal vez entre hoy y mañana, porque vamos a jugar todo un conjunto de cosas, y luego otra vez mañana. Todo lo que hacemos es poner en su lugar algunas cosas que tú ya conoces, pero en gran medida, el permiso para mirarlas te fue retirado cuando niño. No era mala gente, no hablamos de mala gente. Permiso para conocerme a mí mismo, usar mis habilidades, y crear lo que me gustaría crear. Otra respiración.
Llegamos aquí a un punto de detenernos. Estás completo aquí mismo. Si tus ojos están cerrados, toma otra respiración y ábrelos, pero no veas nada. Esta es otra de esas cosas. No veas nada. La habitación está allí, fuera de foco. Luego toma una segunda respiración, parpadea, y permite que la habitación venga a ti, en lugar de tú saltar fuera de tu cuerpo.
Este lugar del que muchas personas están interesadas en hablar, es algo llamado mediumnidad en trance, algunos lo llaman canalizar, otros lo llaman esquizofrenia, personalidades múltiples, algunos lo llaman “mamá en mi espacio”. ¿Cómo es que yo entrego mi autoridad a la energía de otro?, y llevo esa energía conmigo durante años, por todas partes, años y años. Tratando de hacer lo que esa otra persona dice que debiera hacer, y haciéndolo de una manera que satisfaga a esa energía. Pero si no lo hago de esa manera, no estaré en buena forma, no hago las cosas bien, no soy buena persona. Por tonto que eso pueda sonar, todos tienen a alguien más en su espacio – un poco, o mucho.
Pero la capacidad para empezar a sacar a mucha gente fuera de tu espacio no es tan complicado, una vez que entiendes y defines tu espacio. Otra respiración.
Estamos jugando, armando algo que se convierte en un lugar notable para conocerte a ti mismo. Déjenme detenerme aquí, haremos esto otra vez mañana, Disfruten de su día, o noche, donde sea que estén. Bendiciones.
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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