Traducción: Laura Gualtieri
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
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Estamos en el medio de una transición extensa, compleja y exigente a medida que construimos una nueva realidad de almas encarnadas, al mismo tiempo que vadeamos a través de los escombros de la vieja. A veces, el ritmo de la transición parece insoportablemente lento e interminable mientras que soportamos la intensidad de estas energías perturbadoras. Y sin embargo, dentro de la inexorabilidad de este momento, se está haciendo un trabajo importante. Estamos sanando y liberando el patrón habitual de nuestra conciencia humana para permitir la creación de una nueva realidad guiada por el corazón y por el alma.
En septiembre, los acontecimientos y transformaciones cambiantes de la vida fueron iniciados por los eclipses, lo que resultó en la curación y la liberación de capas y capas de patrones energéticos. Se produjo una purga profunda y una limpieza de la energía de nuestra alma que nos ha preparado para la apertura de la puerta de entrada del Equinoccio. Este equinoccio nos desplaza a una realidad totalmente nueva y a un nuevo ciclo que está gestando posibilidades para una vida totalmente nueva. Nuestra nueva vida comienza a desarrollarse a medida que aprendemos a ser plenamente conscientes y a tener completamente incorporada nuestra forma física. Este nuevo ciclo requiere que aprendamos a vivir desde el corazón, que creemos todas nuestras acciones desde el corazón y de maneras fundamental, funcional y eficaz. Eso nos permitirá tomar decisiones inteligentes, compasivas y eficaces en estos tiempos caóticos y desafiantes.
Todavía estamos integrando y procesando los efectos de la energía de septiembre. Con dos Lunas Nuevas y una Luna Llena potente este mes hay una intensidad y una urgencia de ser llevados hacia una nueva vida que estamos creando. Ya no somos responsables del retraso por las limitaciones de nuestro pasado, y por lo tanto, somos capaces de perdonar y sanar heridas. Se nos esta ofreciendo la curación y la resolución de muchos problemas de larga data, tanto de esta vida como de otras. Los eventos y las situaciones nos están llamando a mirar profundamente dentro del corazón y del alma para sanar, revaluar, y relaborar estas cuestiones. Las emociones latentes y los problemas no resueltos pueden salir a la superficie durante este tiempo, dándonos el empujón que necesitamos para resolver asuntos profundos y críticos.
En medio de esta profunda transición nos estamos conectando a la infinitud de nuestro corazón y a la sabiduría de nuestra alma. Cuanto más desacoplados de nuestro corazón estemos, más por nuestra cuenta estaremos. Tenemos la responsabilidad de sanar y transformarnos, darnos cuenta de que todo lo que hacemos, sentimos, pensamos afecta a todo y a todos los demás. Los viejos temores y las inseguridades ya no tienen lugar en nuestra nueva realidad, lo que nos brinda el coraje que necesitamos para comprometernos con nuestro corazón y personificar más nuestra alma. De esta manera nos hacemos más conscientes y más capaces de hacer los cambios necesarios que se requieren para sanar y liberarnos del pasado.
La nueva realidad que se ha introducido nos está inspirando a comprometernos y a volver a despertar el valor de una manera totalmente unificada con el ser. En esta nueva realidad llegaremos a realinear y reactivar nuestra máxima potencia, lo que hace que sea posible vivir nuestro ser básico, estando totalmente presente en cada momento. Vamos a descubrir el poder y la fuerza que viene cuando alineamos y unificamos nuestra alma, corazón y cuerpo. Vamos a volver al patrón de nuestra alma para reconectar con nuestros verdaderos orígenes cósmicos y así traer mayores cantidades de compasión, amor y optimismo a nuestro viaje de sanación, crecimiento y evolución.
La alineación de nuestro corazón y nuestra alma es clave para este proceso evolutivo. Alinear nuestro corazón y nuestra alma nos regala la habilidad de crear una nueva vida basada en la autoridad interna de lo que realmente somos. Se requiere un reajuste total de las cuatro cámaras del corazón, las cuatro regiones de nuestro cerebro y los cuatro cuerpos de energía. Físicamente sabemos que el corazón bombea sangre a todo el cuerpo. Pero hay otro aspecto espiritual al corazón, cuando bombea la energía del alma a través de sus cuatro cavidades, las cuatro regiones del cerebro y a través de los cuatro cuerpos de energía. Las cuatro cavidades del corazón como portales de transformación, conteniendo los dones divinos del amor, la sabiduría, el poder y la visión. Cada uno de estos regalos son necesarios para comportarnos en equilibrio con el mundo.
A medida que nos centremos en nuestro corazón, sus cuatro cavidades se harán mas fuertes, claras y abiertas permitiendo la alineación de las cuatro cavidades de nuestra alma. Nuestra alma contiene cuatro cavidades diferentes que contienen la energía de nuestra vida actual, nuestras vidas pasadas, nuestro karma y nuestro destino. Cuando nuestro corazón y nuestra alma se alinean, fluye la energía de la luz el poder y la sabiduría de nuestra alma, a través de cada cavidad para activar y despertar la luz de la divinidad. Nuestra alma se expande llevando esta luz a las cuatro regiones del cerebro y a los cuatro cuerpos de energía. Nuestra individualidad entonces comienza a desvanecerse revelando una puerta de entrada al infinito en el que descubrirá su verdadero y más profundo ser.
Durante este tiempo de gran alcance es importante darse cuenta que no podemos sanar el futuro a menos que recuperemos el presente, que no podemos curar el presente a menos que sanemos nuestro pasado, que no podemos sanar el pasado a menos que sepamos cual es nuestro karma, que no podemos conocer nuestro karma a menos que sepamos cual es nuestro destino. Reconozcamos que somos totalmente responsables de nuestra propia sanación.
Presentarse y estar presentes en nuestras vidas y en todo lo que necesita ser revelado. Seamos profundamente conscientes de la sanación que se nos esta ofreciendo ahora. Nos hemos ganado el derecho a esta nueva vida. Permitamos que emerja desde el interior la santidad de quienes somos. Miremos más allá de los limites de nuestro pasado y expandamos nuestros horizontes. Demos rienda suelta a la alegría y a bailar nuestra nueva vida con respeto y gratitud. Elevémonos por encima de nuestros temores y preocupaciones mezquinas, y servir como un faro de luz. No tengamos miedo de nuestro poder. Hemos venido al planeta con un destino único y ahora es tiempo de liberar y revelar las virtudes y cualidades especiales que llevemos dentro de nuestra alma.
© 2016 Kate Spreckley http://www.spiritpathways.co.za
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