EN ESTE NÚMERO:
*** De su Anfitriona de Luz
*** VERDADES DE UN UNIVERSO SIEMPRE CAMBIANTE…
DE SU ANFITRIONA DE LUZ No sé ustedes, pero desde que nació el 2019, ha sido un torbellino de energías y acontecimientos que nos han impulsado hacia adelante como un triatlón, sin permitirnos detenernos y respirar jamás. Una energía tras otra reescriben los guiones de nuestra vida que hemos memorizado. Ya sea en la Madre Tierra o en los cielos y las nubes, todo se ha movido en un gran caldero cósmico desde principios del 2019.
Finalmente, todos empezamos a sentirnos un poco mejor internamente como un narciso pujando a través del suelo helado buscando algún tipo de luz, lanzándose hacia la luna mientras más y más patrones inusuales de vida y de clima aparecen ante nosotros saturando nuestros mundos. Estamos así programados para alcanzar más luz en estos días tristes. Los elementos se han vuelto expandibles e intercambian lugares entre sí como la nieve en Háwai y Florida. Estamos con los nervios de punta como un gato en el bosque invernal saltando ante cada sombra de la luna, siempre aguardando algo inesperado. Nuestras suprarrenales están al máximo las 24 horas del día sin parar.
Las lunas se están volviendo más grandes y más azules y el cielo nocturno cambia sus pigmentaciones y píxeles. Los planetas y las estrellas tienen eclipses de asteroides que muestran su verdadero punto débil a todos los que tienen ojos para ver. Cada nueva realización en la Tierra, cada nuevo hallazgo de épocas antiguas, activa los registros celulares del recuerdo. Todos los días nuestros antiguos conocimientos nacen una y otra vez a medida que lo que creemos se comprueba finalmente y se le da todo el crédito. A esa altura, llegamos a la milagrosa comprensión de que mantener cualquier cosa en un lugar de conocimiento de la luz y del alma, finalmente le dará una "prueba de vida".
Todos estamos persiguiendo una zanahoria cósmica, algo jugoso para colgar frente a nosotros, para darnos esperanza, para darnos una razón para toda esta locura y para renovarnos. Podemos sentir la fluidez y la variación dimensionales, podemos escuchar cómo se estiran las dimensiones, podemos sentirlo y olerlo mientras se activa lo terrenal en nosotros. No estamos en el mismo espacio y tiempo en el que estábamos solo unos meses atrás. Hay una diferencia perceptible en este lugar, y como un extranjero en una tierra extraña, nos aventuramos a lo desconocido en nuestra búsqueda, nuestra búsqueda de la verdad, del amor, de la paz y de una sonrisa; nuestra búsqueda para saber que la justicia triunfará, que la luz siempre verá la victoria y que el amor existe en todo el universo.
Todos sentimos la necesidad de seguir "Un Nuevo Camino" que esté iluminado por el futuro y no por el pasado. Uno que excite nuestra curiosidad, aumente los latidos de nuestro corazón y permita que una sonrisa entre en nuestros ojos. Todos estamos en un viaje del tiempo conocido y desconocido, en un espacio que nos fue dado como un regalo.
Somos los Exploradores que buscamos la iluminación. El alma se vuelve inquieta al igual que los pies a medida que avanzamos hacia la primavera. Estamos cansados de temerle a nuestro futuro, a nosotros mismos, a nuestro mundo, y elegimos usar la armadura de alguien que es intrépido en su búsqueda. Somos los Paladines y la Causa ha vivido en nuestros corazones y almas desde tiempos inmortales. Este siguiente cambio se integra lentamente como un camaleón, obligando a un cambio de color. Sin embargo, nace una aceleración dentro del lento movimiento de las revoluciones magnéticas de la Tierra y de las estrías del tiempo.
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VERDADES DE UN UNIVERSO SIEMPRE CAMBIANTE
Al salir del mes del corazón humano y todo lo que implica, entramos en lugares de emoción para los que no estamos preparados. Todos los lugares y los tiempos se fusionan en un mosaico de sentimientos que no se pueden explicar. Erupciones espontáneas de lágrimas y temores salen a la superficie a medida que avanzamos hacia más luz e iluminación. Al entrar este año, una sensación pesada, densa, penetró en muchos de nosotros. Lloramos y nos lamentamos por cosas que ni siquiera habían ocurrido. Sentimos la presencia del "gran consolador", el que sostiene los corazones y las manos de la Tierra.
La mayor parte de ser humano es sentir. Todos los sentidos están envueltos alrededor de los demás en una perfecta espiral de ADN. Sentir es lo que nos hace humanos y vulnerables, y santos al mismo tiempo. Nosotros, como humanos, intentamos correr y huir de los sentimientos por cualquier medio que sea necesario. Pero como el Coyote (*), ellos se dan la vuelta y nos muerden el trasero. Ya deberíamos haberlo descubierto, no podemos escapar de las emociones y los sentimientos, sin importar cuánto nos esforcemos. Como una sombra al mediodía, siempre están en nuestro rostro y debajo de nuestra piel, presionando, incitándonos, irritándonos. La vida ya nos está exigiendo y nos pide más de lo que pensamos es posible. El efecto es similar al de un regreso planetario de Saturno, todos van a ver el principio cósmico.
Todos seguimos haciendo buenas obras todos los días en todos los sentidos. Seguimos todas las reglas de la luz y la vida jugando en consecuencia. Acumulamos bendiciones a izquierda y derecha que parecen caer en un sumidero para no ser recuperadas nuevamente. Las interrupciones kármicas de la vida y otras nos mantienen de rodillas. ¿Qué debemos hacer nosotros como planeta para que las grandes y malas tormentas energéticas se calmen y se alejen? El tiempo se acelera, el karma se acelera y los nervios se aceleran. Este nuevo campo de juego y este juego de ajedrez cósmico nos mantiene saltando como el conejito de Pascua comiendo su propia recompensa. Buscamos la dulzura y la sencillez de la vida.
Sentimos que el tiempo corre descontrolado, ya que exige más y más de nuestra ya cansada humanidad. Nuestra lista de cosas para "hacer" se está volviendo cada vez más larga, sin importar cuánto nos apuremos. Nuestros dramas personales y familiares nos consumen. Las emociones se descontrolan, enmarañando las cosas. Nuestro cerebro lógico parece detenerse mientras somos llevados por nuestro cerebro animal. A esta altura, muchos simplemente se sentarán y dejarán ir. El libre albedrío parece habernos abandonado.
No significa que estemos haciendo algo mal, es que estamos intentando conectarnos con lo que fue y con lo que debería ser. Es como si su teléfono inteligente marcase un número de teléfono de 1950, sin importar cuánto lo intenten, no hay conexión. Permitan que la Luz los acompañe a través de este nuevo campo de juego. No hay una manera incorrecta o correcta, pero hay una manera más eficiente. La confianza es algo evidente que nadie quiere encarar, ya que todos atravesaremos las muchas mansiones de nuestro corazón. Las emociones brotarán del abismo interior. Entreguen lo que es pesado en su vida y corazón a aquello de lo que una vez brotamos. Cualquiera sean sus creencias, liberen y permitan que la luz pilotee este segmento de la carretera cósmica.
(*) (NT: Wile E. Coyote, personaje de los dibujos animados del Coyote y el Correcaminos)
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A medida que las fisuras dimensionales se convierten en un hecho cotidiano, nos encontramos navegando por nuevos pasajes de tiempo en nuestros dispositivos de flotación hechos en casa. Lo que se buscó durante tanto tiempo en la historia ahora se revela lentamente y sale a la superficie para ser visto y reconocido. Nos hemos convertido en navegantes de luz en estrías de luz que nunca supimos que existían. TODOS nos hallamos en un punto colectivo de Luz.
Los días y las noches bailan juntos ya que las 24 horas parecen haberse condensado como la sopa de tomate. Al igual que las luces que se atenúan lentamente en una gran sala, uno no siempre siente o detecta el cambio. Lo que vemos en este nuevo sitio de luz aún está por formarse. Cada ser humano está desarrollando lentes bifocales, lo que le permite ver las dimensiones y el tiempo pasado. El amor y el perdón son un gran bálsamo y deben aplicarse generosamente. El Niño de Luz que reside dentro de cada uno busca deslizarse a la superficie sin esfuerzo como una isla que emerge en la noche.
La piel del alma es fina y sensible, busca reclusión. El ser de luz interior desea salir a la superficie, como un mensaje en una botella, pero la naturaleza humana no se siente cómoda al compartir el bote salvavidas con otro. Salvar nuestras almas (save our souls), SOS, significa mucho más que lo que se puede escribir en el tiempo o en la arena.
La humanidad es verdadera y profundamente amada por lo que primero le dio luz y vida. A medida que lo bueno del corazón de la humanidad se agita en su propio Mar de Equívocos, afloran cifras antiguas, códigos de honor, códigos de la verdad, códigos del corazón y grandes promesas que buscan ser cumplidas. La palabra promesa misma tiene la vibración de dos manos unidas, corazones unidos y luces unidas en una camaradería que debe mantenerse a través del tiempo. Las promesas que nos hicimos a nosotros mismos antaño ahora vuelan por encima de nuestra capacidad de ver. Ya no estamos atados a lo que una vez le prometimos a nuestro dios y a nosotros mismos. Estamos en libertad para encender una nueva línea de luz, una nueva pasión, un nuevo fuego creativo y motivación.
Todos nos acercamos a la curva ciega del yo, cara a cara con aspectos dimensionales de nuestro propio ser. Todo refleja lo que necesitamos expresar. La mayoría de los días nos gustaría quedarnos en casa y tapiar las ventanas, pero la vida exige más de nosotros y siempre obtiene lo que quiere. ¿Es ver para creer, o el creer está en el ver? Muchas verdades de muchas épocas se presentan para exhibirse.
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Dentro del vacío del Tiempo y el Espacio, hay quienes se mueven a través del punto cero a un lugar donde coexisten la materia y la antimateria. Es el lugar donde lo positivo y lo negativo chocan, destruyendo y creando simultáneamente. Es un lugar de despertar y de olvido. Es el principio y el fin, el alfa y el omega. ¡Es el hogar de las fuerzas creadoras que pueden doblar y moldear mundos con un guiño!
Los textos antiguos siempre han insistido en que los seres humanos estaban destinados a "convertirse en dioses". Según las leyendas antiguas, tales seres deben regresar al principio y el fin de cada ciclo de tiempo. Las verdades escritas por los antiguos implican que la Tierra estaba destinada a evolucionar más allá de su forma actual. Partículas de luz infinita de numerosos universos son la fuente de todos los mundos nuevos. Dentro de la misma palabra “centro” reside la palabra “entro”. Para encontrar el centro del universo, deben entrar en ustedes primero.
Nosotros como Luz existimos en un punto del tiempo que ve un futuro probable y uno imposible. Existimos en programas de elementos ininterrumpidos que obligan a las leyes naturales a doblarse. Buscamos conocer las opciones con las que ustedes hacen malabares a diario y aprender sobre el poder de la Tierra y sus leyes naturales. Ocultos dentro de todo hay elementos, hay verdades que buscan ser conocidas. Entramos en aquello que es poroso y partícula de estructura, una estructura que se circunda continuamente. Un vacío ha llenado su abismo, porque incluso sus creaciones ya no les brindan alegría. Una profunda tristeza llena su corazón galáctico, que vive en el centro de cada célula de su cuerpo.
La evolución no es un charco sino un curso de agua que busca ser un río. Los invitamos a volar más allá de los límites del espacio y el tiempo "creando portales de elección". Existimos en un lugar de luz, esa la luz se inclina sobre sí misma. Hemos esperado mucho tiempo para esta conexión. Dejen que nuestra inteligencia pura brille en su mundo, porque somos una luz que busca un nuevo corazón para entrar. Buscamos guiar como la cuerda que lo acompaña a uno a una montaña nevada, lo que permite ascender y descender con seguridad. Nuestro corazón late como el suyo desde un lugar de conocimiento.
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A medida que todos nos movemos a través de las reestructuraciones congeladas de los poderosos cambios de la Tierra, llegamos a un profundo abismo de temores prehistóricos. Temores que han sido como un muñeco en una caja de resorte, escapando, corriendo desenfrenadamente como niños con un alto nivel de azúcar en Halloween. Los temores de la supervivencia flotan hacia una superficie más profunda que el tiempo mismo. Temor a la vida y la muerte, temor a no tener control sobre nada, desde el gobierno al clima y al futuro en todas sus formas. Tantos miedos infundados flotan a la superficie como una sonda interior que se niega a hundirse. ¿Por qué estos pensamientos y temores salen a la superficie ahora? ¿Qué codificación sostienen que necesita liberarse para el bien mayor? ¿Qué nos están obligando a dejar ir?
Todos los días nos arrojan alguna situación imprevista. Ya sea que se trate de una situación laboral, un miembro de la familia, del espacio sideral o fuera de la nada, cada día, todos tratamos con nuevos jugadores en nuestro campo de luz personal. Muchos se han cansado de librar batalla tras batalla, como un marinero en un bote salvavidas, rodeado de tiburones, que espera un barco de rescate. Una cosa tras otra nos roba nuestra paz, dejando nuestros cuerpos en alerta máxima, inquietos y agotados. La adrenalina corre en exceso a medida que el lazo del temor se tensa alrededor de nuestros cuellos muy humanos. Nos esforzamos por honrar cada día y cada circunstancia, pero es como beber a través de un sorbete agujereado. El temor nos roba nuestra paz y muchas veces nuestra prosperidad, debilita nuestro sistema inmunológico y nos descarría. El temor también cumple su función. Nos da una fuerza que no sabíamos que teníamos, la fuerza para sobrevivir y adaptarnos como muchas otras criaturas antes que nosotros. El coraje de moverse a través de la oscuridad y buscar la Luz. Nos da el coraje para examinar todo lo que creemos, y cuando eso falla, el coraje para profundizar más en nuestra alma, sumergiéndonos como un buceador de perlas y recuperando el tesoro.
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Traducción: Susana Peralta
