17 de Diciembre, 2017
Queridos lectores, saludos a todos en este tiempo especial de celebración y de actividad festiva. Las vacaciones sirven a veces como un detonante que activa el sentido de unidad dentro de esas energías normalmente desconocidas. Las emociones de amor y obsequios que fluyen libremente en toda la época de Navidad son a menudo los pasos iniciales de alguien que está despertando si está preparado y abierto a ello.
Gente de cualquier sistema de creencias puede celebrar la Navidad si entiende su auténtico significado. La Navidad no va solo sobre el nacimiento de un niño altamente evolucionado hace 2000 años, sino que representa el nacimiento del Cristo dentro de cada individuo. Hemos hablado de esto en anteriores mensajes por Navidad, pero queremos repetirlo para los que no conocen el significado real de la Navidad.
La palabra Cristo no se refiere al maestro Jesús, excepto porque es el título que ha obtenido, ni tiene sólo que ver con la religión llamada Cristiandad. La palabra Cristo no es un hombre, ni un nombre, ni una religión, sino que significa Luz y plena iluminación. La Consciencia Crística es el derecho de nacimiento de toda alma, siendo cada una de ellas (almas) la perfecta expresión de Dios/la Fuente, sin importar lo no-conscientes que puedan ser. Sólo existe UNA Realidad y tú eres ESO.
Todo lo que ves, oyes, saboreas, tocas y hueles en el escenario humano es una interpretación formada en la mente de una realidad espiritual, no puedes crear algo de la nada. La historia de la Navidad y todo lo que la rodea representa una realidad mucho más profunda, una que afecta a todas y cada una de las almas.
La historia de la Navidad es la historia de la evolución de toda alma hacia la Consciencia Crística. La creación ya está completa y vosotros ya sois completos, pero estar en la Tierra en un cuerpo físico que está gobernado por el tiempo y el espacio trae con ello un velo de desconocimiento, uno que deja a la mayoría inconsciente de quién y qué son, haciendo así de la evolución un proceso.
María y José representan el perfecto equilibrio de las energías Divinas femenina y masculina necesarias para que se forme el nuevo y superior estado de consciencia.
Cuando el estado de consciencia del niño comienza a crecer surgen conceptos y creencias tridimensionales que tienen que ser examinadas y aclaradas. Este periodo de gestación puede dejar, y normalmente deja, a menudo al individuo sintiéndose exhausto y perdido, porque los cimientos que conoce se desmoronan y parecen dejarle sin nada. Esto es el establo.
El Cristo no puede nacer ni nunca nacerá en una consciencia que ya está llena de conceptos y creencias tridimensionales. El humilde establo representa un estado obtenido de consciencia exento de todo lo falso e irreal, necesario para el nacimiento de la consciencia de Cristo.
Los que con ojos ven y con oídos oyen reconocen fácilmente y son impelidos a la energía de este estado de consciencia (los hombres sabios) y no piensan nada en las inconveniencias que pueda implicar el estar en su presencia.
Al mismo tiempo, los que viven desde un sentido de su propio poder e importancia dentro de las energías de dualidad y separación son solo capaces de entender la fuerza o el amor de otros como una amenaza. Ellos sólo entienden el poder como un poder sobre algo o sobre alguien, no que el poder sea el derecho de nacimiento de toda alma por virtud de su unidad con la Fuente. Por eso tenemos a los soldados de Herodes buscando al niño recién nacido para destruirle.
La consciencia de Cristo siempre será acechada y perseguida por los que creen que su existencia misma (el ego) está amenazada por el poder de otro. La recién nacida consciencia de Cristo debe ser ocultada silenciosa y secretamente, y nutrida en el interior hasta que sea lo bastante fuerte para resistir las adversidades del escenario exterior.
La historia de la Navidad es vuestra historia, queridos, y es la historia de toda persona independientemente de dónde esté en su viaje evolutivo, porque todo el mundo es la expresión de la Consciencia Divina y por lo tanto ya tiene dentro la plenitud del Cristo viviente.
Nadie obtiene este estado de consciencia desde fuera del ser, de algún maestro “adecuado”, ni existe tal cosa como la enseñanza de eso. Al contrario, todo el viaje de la evolución va sobre abrirse al “esplendor aprisionado” que ya está presente en el interior.
Gozad de la Navidad y obsequiad libremente no sólo regalos materiales, sino regalos de amor, de abundancia, de gozo, de paz, de totalidad, de armonía, etc, plenamente conscientes de que vosotros no podéis carecer nunca de esos dones porque no son nunca vuestros personalmente, sino que fluyen infinitamente desde la interminable Fuente interior.
Que las Navidades sean vuestras cada día del año. Que las Navidades os conviertan en quién y en qué sois en cada momento, situación y experiencia, y observaréis que fluye fácilmente en cada Nuevo Año (la vida).
Os deseo a todos vuestras propias auténticas Navidades.
Somos el Grupo Arcturiano. 17/12/17.
Traducción: PEC
http://www.onenessofall.com/newest.html