La
vida en la que ustedes están actualmente trabajando continúa creciendo,
trayendo consigo muchas sendas diferentes a lo largo del camino, y su
crecimiento queridos míos es similar al de un árbol.
Es lento y gradual, ustedes deben enraizarse y asentarse firmemente y
permitir que la Luz y los Elementos los nutran para crecer a nuevos
niveles y una nueva fuerza.
Al igual que el crecimiento de un árbol, gran parte de su desarrollo se hace desde el interior.
El lado espiritual de su desarrollo es agudizado e impulsado gentilmente
hacia la conciencia, la semilla de su potencial espiritual permanece en
un estado latente hasta que hayan despertado, y dependiendo de cada
persona esto puede sentirse como una repentina ocurrencia o como un
desarrollo gradual, de cualquier modo, tan pronto como su yo despierto
se abra, empieza su florecimiento.
El crecer en su senda espiritual es nutrido por unos profundos anhelos dentro de sus hermosos corazones.
Comprendan
queridos míos que su despertar no fue elegido por ustedes, hubo una
Fuente Más Elevada que determinó si estaban listos.
Su
despertar sucedió tras ciertos eventos que los condujeron al
entendimiento de lo que está sucediendo verdaderamente, no sólo
externamente sino internamente también.
Los eventos que dispararon su despertar, su disponibilidad, fueron muy
profundos y les dieron una promesa silenciosa de adquirir experiencias
más profundas y significativas en su vida, y esto se volvió una
necesidad que los ayudó a encender este sagrado movimiento.
Dios
sí entiende su necesidad de saber, de aprender y de volverse más, y Él
viene a través a cada uno de ustedes, tocando esa semilla hermosa que
yace latente y a partir de esos eventos que dispararon su despertar.
Él también está allí trayendo vida a su semilla mediante Su Luz y Amor
Divinos, y los considera listos para ir más allá y volverse más,
cumpliendo con su misión Divina a cada paso del camino.
A
este punto alcanzan una cierta madurez, una que es firme en lo
referente a dónde van, aunque no puedan ver cada posible resultado — son
capaces de confiar completamente en la senda que Dios ha despertado
para que ustedes la sigan.
Cuando ustedes se dan cuenta de que se han despertado, adónde los llevará su senda es entonces responsabilidad suya.
Cuando
esa insaciable necesidad los envuelve en el punto donde necesitan
crecer y buscan nuevos conocimientos que fomenten su crecimiento y
progresión, entonces es cosa de ustedes elegir.
Dios y los otros siempre los guiarán, pero ellos son incapaces de elegir por ustedes.
Su
senda del despertar requerirá siempre nutrición, amor y compasión.
Muchos queridos seres han intentado desacelerar su crecimiento, y esta
deliberada acción sólo intensificó su necesidad de crecer y de aprender.
Cuando
se despierta su semilla para crecer a una vida espiritual, ella se
estira hacia arriba y crece a ambos lados alcanzando tan lejos como sea
posible, tocando todo y viviendo puramente como era la intención de
Dios.
Por
supuesto que ustedes pueden ignorar el llamado de Dios, y cuando su
semilla del crecimiento a una vida espiritual ha comenzado a crecer,
luego ustedes condenan a su ser ha volverse un “mortinato” ~ muerto
antes de que pueda empezar.
Una
vez que Dios los declara listos y ustedes empiezan a despertar,
entonces ustedes se vuelven responsables de qué hacer con esta energía
queridos míos, esta “chispa” que está repentinamente rugiendo a través
de ustedes.
El entender cómo crece un árbol es entender la vida, inclusive su vida propia.
Lo que ustedes no ven afuera es su crecimiento en su interior. Justo como el suyo propio.
Un árbol aprende a tomar los nutrientes de los elementos, del sol, de la tierra, el aire y el agua.
Ustedes aprenden también a tomar la nutrición que alimentará a su
corazón, mente, ser y cuerpo; su ser pudiera no crecer hacia arriba,
hacia el sol, pero sí va a crecer hacia la Luz Interior de Dios.
Justo
como el agua permite al árbol crecer, el anhelo de su corazón es lo que
los impulsa adelante a lo largo de su senda, permitiéndoles alcanzar
nuevas y excitantes niveles de conocimientos, de conciencia y del Yo.
El anhelo que ustedes sienten, el llamado interno es lo que los mantiene motivados.
Aún
cuando están maniobrando a lo largo de la senda frente a sí, ustedes se
mueven a muchas áreas inseguros, pero aprenden a perseverar para
continuar creciendo y madurando.
Sin
importar cuántos queridos seres tengan su despertar al mismo tiempo, su
senda y el proceso que los trajo a lo largo de su senda siempre será
diferente.
Creciendo hacia su vida espiritual les llega en etapas, justo como la semilla de un árbol en su crecimiento a la plena madurez.
A
lo largo del camino ustedes adoptarán ciertas prácticas que se sentirán
familiares y que los nutrirán y alimentarán en su interior.
Los alentamos a profundizar en nuevas áreas a través de diversas
culturas que ahora son más disponibles y a descubrir nuevas maneras de
recibir la paz, de lograr la felicidad que enriquecerá cada paso que
tomen.
Su
trayectoria no está destinada a ser recta y angosta, aún cuando parezca
que la senda sea así; experimenten queridos míos, aprendan lo que
funciona para ustedes, lo que resuena profundo en su corazón y ser.
Ustedes
van a desarrollar una nueva percepción de lo que les gusta y lo que no,
y van a aprender a hacer mejores elecciones como resultado.
Cuando incursionan en nuevos métodos, van a obtener una rápida
retroalimentación como resultado, alertándolos de que este nuevo proceso
es bueno y valioso o que no ha funcionado como tenían intención de que
funcionara.
Nunca nada es una pérdida queridos míos, todo les trae una gran información y conocimientos.
A lo largo de su senda y de su despertar ustedes deben aprender lo que es necesario para su crecimiento y desarrollo.
Pudieran
ver el crecimiento espiritual de otra peersona y desear que fuera el
suyo, pero recuerden que el de ellos está destinado para ellos y el suyo
está destinado para ustedes.
Ustedes
pueden aprender definitivamente unos de otros, y los alentamos a cada
uno a hacerlo, pero recordando que ustedes no pueden ser esta persona y
esta persona no puede ser ustedes.
Tras
tratar algo nuevo, como les dijimos anteriormente, ustedes recibirán
rápidos resultados que les indicarán si el proceso y el procedimiento
funcionaron positivamente para ustedes, y si ha sido así, llegarán a
darse cuenta de que es necesario profundizar su vida y crecimiento
espiritual.
Van a aprender cómo trabajar con esta información y hacerla una consigo mismos.
Un
gran cambio sucede cuando abrazan una nueva manera de vivir y de ser, y
experimentarán muchos cambios a lo largo del trayecto.
Justo como el árbol joven crece lentamente hasta su plena madurez, así lo harán ustedes.
Aunque den pasos tímidos, eventualmente esos pasos se vuelven pasos de todo corazón.
El tiempo pasará como el tiempo pasa y ustedes llegarán a los
altiplanos, descubrirán muchos momentos y sentimientos agradables, y
luego encontrarán que la vida y su senda no traen ningún cambio por un
tiempo.
Eso está bien queridos míos. El tiempo durante el cual ustedes están
descansando en su altiplano es solamente eso, un descanso, un gran lugar
para un callado trabajo interior y entendimiento – aquí sucede una
reflexión de ideas y de asentamiento de maneras.
Los
cambios vendrán y ustedes los traerán cuando su yo total esté listo.
Durante cada etapa de su crecimiento espiritual, justo como el árbol
joven creciendo hasta la madurez, ustedes aprenderán a perseverar, a
entender la necesidad de paciencia y tolerancia.
Cuando
se presente finalmente el cambio, sus esfuerzos se habrán incrementado y
serán mucho más efectivos a cada paso debido al gran trabajo interno
que han estado haciendo, especialmente durante la etapa del altiplano.
Cuando
suceden los cambio, queridos míos, no son siempre sonoros; ellos
vendrán a ustedes calladamente pero les darán igualmente el mismo
potencial de crecimiento.
La madurez les lleva a esta calma del entendimiento, y ustedes aceptan con facilidad que van a estar bien.
Comprendan,
queridos míos, cuando llegan a la plena madurez ustedes traen consigo
el respeto, el reconocimiento y la aceptancia de la validez de otras
sendas, la de ustedes y la de otros.
Y así es…
SOY Melchizedek
via Julie Miller
Traductor: Gloria Mühlebach