El
tiempo para la guerra ha pasado, nunca te ha servido. Sólo te ha
causado dolor y sufrimiento, a pesar de los altos y poderosos ideales
que se supone debe proteger y preservar, y finalmente has tomado la
decisión, la decisión colectiva, de terminar con tu participación en
ella.
Aquí,
en los reinos espirituales, estamos todos con mucho entusiasmo
animándoles mientras continúan soltando todo aquello carente de Amor y
que les impide verse unos a otros como realmente son: los amados hijos
de un Padre infinitamente amoroso, Dios, fuente de todo lo que existe.
En
cuanto fortalezcan, e intensifiquen colectivamente la intención de
abrazar el campo del Amor divino y soltar todo lo que no está en armonía
con Él, los cambios esenciales para garantizar su bienestar y traerles a
casa, a la Realidad se seguirán produciendo cada vez con mayor rapidez.
La
humanidad, a gran escala, se está volcando hacia el Amor y alejándose
del temor, esto se puede ver muy fácilmente cuando se observa la
liberación de tantos archivos supuestamente secretos de agencias de
inteligencia al dominio público.
Transparencia
y apertura – aspectos esenciales de la honestidad y la integridad
necesarias para que florezca una sociedad verdaderamente libre – están
aumentando y siendo alentadas en todo el mundo, ya que individuos
valientes deciden honrar sus conciencias mediante la divulgación de lo
que se les había prohibido revelar.
Se
ha convertido en algo inconcebible para ellos el seguir permitiendo que
tales secretos monstruosos permanezcan ocultos por más tiempo, ya que
se dan cuenta de hasta qué punto la enorme y endémica corrupción en los
gobiernos, empresas y organizaciones, incluso religiosas – que se
crearon originalmente para funcionar con intachable honestidad en nombre
de las sociedades en las que se establecieron – han minado por completo
su capacidad de funcionar de la manera en que la sociedad tiene derecho
a esperar y confiar.
Hay
figuras públicas muy conocidas haciendo declaraciones para estimular
una expansión continúa de esta meritoria tendencia que se ha convertido
en imparable.
La escala de la corrupción que está a punto de ser plenamente revelada será, para la mayoría de ustedes, muy impactante.
La
sociedad sólo puede tener éxito y servir a sus miembros adecuadamente
si todos sus planes, intenciones y actividades son totalmente
transparentes y cuidadosamente formuladas para el beneficio de todos.
La
humanidad ha elegido colectivamente seguir ese camino. En todo el mundo
signos de este inmenso y muy bienvenido cambio de actitud están
apareciendo debido a que nuevos grupos, palpitantes y honestos de
personas provenientes de muchos campos de actividad se unen para dar
vida a los organismos necesarios y benevolentes que honrarán y
respetarán a todas las personas en el planeta – sin excepción.
Están
teniendo éxito en cambiar sus actitudes con el objeto de alinearse con
el campo de Amor divino que les rodea y envuelve, de esta manera van a
cambiar el mundo.
Este
movimiento mundial hacia la apertura y la transparencia en todas las
naciones y en todas las culturas es de gran importancia.
Es
en sí mismo, una indicación muy positiva de la intención colectiva de
la humanidad de despertar, ya que demuestra la conciencia de que sin esa
transparencia y honestidad, una sociedad amorosa y compasiva que honra
toda vida es imposible. Y la humanidad quiere ese tipo de sociedad.
Donde
quiera que se permita que el secreto y la corrupción – que siempre son
compañeros constantes – florezcan, la sociedad termina en guerra consigo
misma.
La
gente – aparentemente por necesidad – toma partido y apoya a un grupo
contra el otro, que ellos juzgan como enemigo, y cuando la carga
emocional se intensifica lo suficiente, van más allá y toman las armas
en un intento de destruir a ese enemigo.
Es
una negación total, un increíble desconocimiento del hecho ineludible
de que todos somos uno, y que dañar a otro es dañarse a sí mismo.
Cuando se producen enfrentamientos militares, como muestra su historia
claramente, la ira y la amargura crecen, y con el tiempo se convierten
en algo ampliamente aceptable – y de hecho, una necesidad militar – para
torturar y matar a los civiles desarmados, mujeres y niños del bando
contrario.
Demencia
alimenta demencia, y la demencia de ir a la guerra se defiende como una
respuesta adecuada y razonable, la única respuesta sensata a las
provocaciones de sus enemigos!
La
paz no se puede lograr yendo a la guerra! Sin embargo, aún hoy en día,
en su planeta hay quienes afirman que las guerras son esenciales para
lograr y mantener la paz, y se dedican regularmente a imaginar
escenarios en los que “el enemigo” toma una acción inaceptable por la
que deben tomar represalias con máxima fuerza para demostrar que el
poder de la fuerza, cuando es utilizado por personas con “inteligencia y
sabiduría”, puede mantener efectivamente la paz.
La buena noticia es que esta locura está siendo reconocida y la gente no
les va a permitir por mucho tiempo más a aquellos que han asumido el
manto del poder y autoridad tomar acciones bélicas en su nombre –
acciones que están en completa violación de los más básicos derechos
humanos.
De hecho, la comprensión de que aquellos que han gobernado, han colocado
un valor monetario a la vida humana, por lo que con ligereza la han
hecho prescindible, ha amanecido.
La Era de los conflictos y las guerras interminables tendrá un abrupto final.
Miles
de millones de personas, se han dado cuenta de que la maquinaria
industrial militar no puede funcionar sin su asistencia voluntaria y
entusiasta, y en consecuencia, esa voluntad está siendo retirada en todo
el mundo.
Sí, todavía hay áreas en las que el conflicto continúa, pero incluso
allí, el hecho de que un pequeño número de individuos equivocados dirige
estas actividades para sus propios fines ya no puede ser ignorado.
La
gente ya no quiere la guerra y el conflicto, por lo que están dejando
de permitir ser coaccionados de entrar al servicio militar por aquellos
que quieren sembrar un sentimiento de culpa en ellos llamándolos
ingenuos, antipatriotas o cobardes.
El
tiempo para la guerra ha pasado, nunca te ha servido. Sólo te ha
causado dolor y sufrimiento, a pesar de los altos y poderosos ideales
que se supone debe proteger y preservar, y finalmente has tomado la
decisión, la decisión colectiva, de terminar con tu participación en
ella.
Esa decisión es poderosa e irrevocable, ya que tiene a la voluntad de Dios para apoyarla.
La
humanidad ha elegido una nueva dirección, una dirección basada en la
misericordia, que no es sino un reflejo de su naturaleza verdadera y
divina.
Todos en los reinos espirituales apoyan con alegría, entusiasmo y regocijo que este cambio de dirección se haya efectuado.
Durante
tus momentos diarios de tranquilidad, reflexiona sobre el cambio que ha
ocurrido en la intención colectiva de la humanidad, el cual la está
llevando a alinearse con la voluntad de Dios, y súmale tu intención de
enviar Amor a todos sin excepción, y en especial a aquellos a quienes
crees haber ofendido o dañado de alguna manera.
Amar a los demás incondicionalmente es amarse a sí mismos, porque esos dos estados son inseparables – son uno.
Al hacerlo experimentarás como el estrés se disuelve para ser
reemplazado por la paz y el conocimiento interior de que todo está
divinamente cuidado y se intensificará.
Tu hermano que te ama, Jesús.
Traductor: Rossanan Carmona
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