Aventura Lemurian de Kryon
En la Isla Grande de Hawaii
Canalización de Kryon a través de Lee Carroll
Ejercicio: Nunca Solos
En la Isla Grande de Hawaii
Canalización de Kryon a través de Lee Carroll
Ejercicio: Nunca Solos
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Para quienes escuchan más tarde, que no están aquí, este grupo se encuentra sobre el césped. El sol se pondrá pronto; un hermoso lugar en esta gran Isla llamada Hawaii. Queridos, deseo hablar ahora mismo al grupo y contarles una historia. Ustedes solo han estado juntos unos pocos días, y sin embargo ya hay una especie de sensación de vinculación, de que les importan los otros. Y sucede porque ahora hay una coherencia en la consciencia entre ustedes. Vienen desde todas partes del mundo; son de muchas edades diferentes, y sin embargo cada uno tiene aprecio por los otros.
La historia que quiero contarles es así. Ustedes realmente han pasado por varias lecciones que yo le he dado a mi socio sobre lo que se enseñó en este lugar. Este lugar llamado Lemuria. La historia que deseo contar es una que sucedió en 2017en esta misma región, que es de este lado de la Isla, la Isla Grande, alrededor de esta época del año, cuando le di a mi socio una descripción detallada de lo que se enseñó aquí, cómo se enseñó, y cuáles fueron los atributos y los detalles.
Este fue el lugar donde la humanidad inició la plantilla de la sacralidad. Algunos dirán que fue el Jardín del Edén en la mitología que ustedes tienen sobre Adán y Eva. Lo que yo di a mi socio fue la información de que había seis áreas de enseñanza; las nombré para él. Y lo hice fácil, lo puse sobre la imagen de una rueda.
Luego, de las seis áreas que le di, le dije que había seis estudios en cada área. Se volvió más complejo; la mitad de los estudios eran para niños, la mitad para adultos, y le dije que lo enseñara. Le dije – ¡le dije! – algún día van a ser las instrucciones para la vida; cuando otros descubran lo que había allí y la esencia central, va a cubrir todos los aspectos de la relación de los humanos con la Tierra, con el Creador, y entre sí.
Instrucciones para la vida, instrucciones para la conducta, instrucciones para el amor. Mi socio no sabía qué hacer con esa información. Por supuesto dijo, “Hagámoslo”. No funcionó. El libro sería demasiado extenso. Porque yo empecé a darle más y más detalles.
Él intentó enseñarlo en una conferencia o dos; no funcionó. Porque tenía que enseñarse como se enseñaba a los niños y adultos jóvenes aquí. Tenía que ser contando historias, de modo que lo recordaran, y para que lo usaran.
Y entonces él ha desarrollado una clase, y apenas ha terminado, incluso hoy. Y ha requerido 47 lecciones. Aun con eso, no está completo.
Pero lo que quería contarles es sobre una de las lecciones; una solamente.
Los estudiantes se reunían sobre el césped, parecido a esto, y se les pedía que se pusieran de pie y fueran a otra área donde había tierra. Se les decía que guardaran una cierta distancia entre sí. Luego se les daban instrucciones sobre cómo dibujar un gran círculo en la tierra, alrededor de sí mismos. Pero cuando cada estudiante trataba de dibujar ese círculo en la tierra, se daba cuenta de que hacía intersección con el círculo del estudiante próximo. Pero ellos continuaban, y todos tenían círculos en la tierra a su alrededor, cuando esa maestra de las Estrellas les pedía que miraran lo que habían hecho.
Y ella comenzaba una enseñanza profunda sobre los seres humanos, entre sí, y su efecto, y su campo consciente, y cuán grande podía ser. Y ella empezaba a pedirles que contaran el número de veces que el círculo intersecaba otro círculo en todo el grupo de estudiantes. No les tomaba mucho tiempo darse cuenta de que esa cuenta no es lo que ella buscaba, como instructora; era la percepción conciente de que todos se superponían. Hoy en día ustedes tienen un breve atisbo de esa superposición,
Ella seguía, discutiendo lo que es una consciencia de un ser humano, un campo tal vez, que realmente se extiende bastante. Pero como todos los círculos se superponían, cada consciencia singular las tocaba a todas.
Esto era el comienzo de la enseñanza de algo llamado: coherencia y el campo. Puede que hoy ustedes hayan sentido un poco de eso. ¿Cómo se sienten hoy sobre algo que no sabían unos días atrás? ¿Podrían incluso decir que les importan? La respuesta es abrumadora: sí. Ciertamente son parte de un grupo al que se está enseñando; parte de un grupo que está experimentando cosas.
Pero además de eso hay un sentimiento central de compasión. Empiezan a sentir algo que tal vez ni siquiera esperaban. El ejercicio que hicieron hoy se llamó Nunca Solos. Para los que están escuchando, es como un túnel humano, en el que uno viaja a través, con los ojos vendados, tocando solo las manos de los que están en el túnel. Y esas manos estarían extendidas, y también los humanos estarían alentando: Eres magnífico, Ven por aquí, Te amamos. Camina hacia aquí. Está bien que no puedas ver. Ven por aquí, te cuidaremos. Ven por aquí.
Esta es otra lección por la que pasaban los estudiantes en este grandioso lugar. Todo por una razón: que algún día pudieran aplicarlo a la vida, y entender que, al caminar por la vida, no están solos. No solo los humanos no están solos; tienen una fuerza angélica con ustedes; hay entidades a su alrededor de las que ustedes no saben. A su alrededor hay asistentes. Hay aquellos que los cuidan.
En su paso más bajo, sintieron que no había nadie allí. Cuando sintieron que a nadie le importaba. Cuando tal vez estaban sentados en la oscuridad, con lágrimas en los ojos, la verdad es que a su alrededor había numerosos que extendían sus manos, rogándoles que les permitieran tocarlos. Y ustedes no lo permitían. Tal vez todos ustedes pueden relacionarse con ese momento.
Pero ahora saben más. Así es como funciona. Si alguna vez se vuelven a encontrar en esa situación, quiero que se pongan de pie y extiendan su mano y digan: “Tóquenme, y muéstrenme dónde están, y qué he de hacer en adelante.” Y luego pararse allí, porque es entonces cuando son abrumados por el amor del Espíritu y de los que los rodean, que están designados para estar aquí con ustedes. Mucho antes de que ustedes llegaran aquí. Ellos iban a ser ayudas para ustedes, al caminar por su vida, - si ustedes lo permitían. Eso es el libre albedrío, queridos. Esa es otra lección que las de las Estrellas le enseñaron a los estudiantes: que ellos podían tomar la información sagrada y descartarla, si querían, al terminar. Libre albedrío. El desafío es de ustedes.
No estar nunca solos. Cualquiera que esté escuchando esto, después de ahora, lo desafío a entender que el sistema de Dios es para que nunca estén solos; nunca, mientras caminan por esto que llaman vida humana. Desde el momento del primer aliento hasta el momento del último aliento. Nunca están solos.
Yo soy Kryon, enamorado de la humanidad, y por buenas razones.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar