Mi hija(o). Te pido que estés ahí en las próximas semanas y meses por tus semejantes ligeramente despiertos.
Aún están a medio dormir y han olvidado quiénes son y dónde están.
Apóyalos cuando te lo pidan o necesiten ayuda, obviamente. No te impongan en ellos, sino sé accesible con ellos.
Sé el faro mostrándoles el camino hacia el cielo seguro. Tómalos de la
mano cuando lo pidan y muéstrales el camino de regreso a mí.
Tú ya lo sabes, mi hija(o). Pasa por tu corazón. Te amo.
Tu Madre Divina.
Copyright © Isabel Henn.
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Traducción: Gustavo T