Canalización de Kryon por Lee Carroll
Un Mensaje Personal
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Esta canalización particular, al terminar este día, al cierre de esta reunión, es para los que están aquí. Eventualmente será escuchada por muchas personas, que tal vez esperarían otra canalización de información específica sobre un tema, pero no es así. El mensaje es para ustedes en las sillas.
Muchas veces han hecho preguntas después de una reunión como esta, quienes se han presentado y se han ido rápidamente con mucha información. Y sucede otra vez el día de mañana. Y algunos preguntaron “¿Cómo tratamos esta clase de cosa? Donde te brindan información que tal vez no esperabas y está más allá de lo que incluso pensabas que pudiera ser.” Mañana habrá una validación de algunas cosas que ustedes no esperaban, que ya están aquí.
El maestro Gregg les dijo que algunos de los problemas más acuciantes del mundo ya han sido resueltos. Hay una aceleración, queridos, todos los que están aquí sentados debieran oír esto. Una aceleración de lo que está disponible en el planeta. Esto es una batalla entre la oscuridad y la luz. ¿Están sorprendidos de que haya quienes la quisieran secuestrar? Que no quieren que la luz venga como una explosión incluso desde quienes están sentados en las sillas. Y es verdad; en este momento en el planeta hay quienes están comprometidos en impedir la luz en las cosas. Van a ver más de eso, y es de la luz. Van a ver más de eso, y es lo que están experimentando, que a veces es tan desconcertante, que ha ocasionado tanto cambio en este planeta.
¿Pero qué hay de ustedes? Sentados aquí, ahora mismo. Yo conozco a todos ustedes, a cada uno. Les hablo desde un lugar que es inconcebible. Cuando eran jóvenes y les hablaron sobre Dios, una cosa que era universal era que Dios podía escuchar mil millones de plegarias y conocer cada una de ellas y el corazón del que provenían. Difícil imaginarlo, ¿no es así? que haya una Fuente Creadora, una Fuente amorosa que los conoce muy bien, que mil millones de ustedes pueden hablarle al mismo tiempo, y Dios los oye. Desde esa posición digo que los conozco. No el Kryon, los conoce; sino la Fuente desde la cual emano, los conoce.
Están aquí en las sillas, y creen en estas cosas, o bien no creen que haya algo más grande que lo que les han dicho sobre Dios en cualquier aula de cualquier iglesia por cualquier grupo de individuos que no tienen idea.
Y eso es lo que está explotando, explota incluso desde algunos de ustedes; eso es lo que los trae a la silla, cuando dicen “Quiero saber más”. No necesariamente más sobre la ciencia o sobre lo que vendrá; es más sobre ustedes. ¿Qué es lo que ahora mismo podrían aprender, podrían saber, podrían ser, para irse de aquí diferentes de como vinieron? Y tal vez es percepción, pero más que eso, ¿qué tal si están aquí para recibir lo que estoy a punto de darles, si están listos? Una infusión de amor y compasión que podría cambiar la percepción y abrirlos a una comprensión de que son una parte de Dios; y en eso, todo lo que fue presentado hoy pueden dejarlo entrar y penetra y permanece en algún nivel, porque ustedes tienen ese mismo atributo que aprendieron hace tanto tiempo, de un Creador que podía escuchar mil millones de plegarias.
Y en eso, también tienen la capacidad de detenerse por solo un momento y abrir su consentimiento, todo su ser espiritual. Piénsenlo como una flor que se abre, que ha estado cerrada, como una rosa, durante tanto tiempo, pero al darle justo el ímpetu correcto, pueden abrirse lentamente lo bastante para dejar entrar aquello que vinieron a buscar. No la información que también está allí, sino una infusión de algo que no esperaban justo ahora. Ahora mismo.
Quienes están sentados en las sillas y lo quieren. Algo que va a florecer un poco después, y algo que van a sentir. Tal vez ahora; tal vez dentro de unos días, cuando empiecen a analizar lo que pasó en este fin de semana y digan “Algo me sucedió, y no fue la información”.
Queridos, prepárense par hacerse más grandes, de manera espiritual, que lo que piensan. Es por eso que vinieron. No solo a esta reunión, sino el por qué están en el planeta. Abran esa flor por un momento, y luego ciérrenla en un momento, porque este es un lugar precioso en que se exponen, donde es absolutamente seguro estar. Y en este momento, ahora mismo, quiero que sientan que se infunde el amor y la compasión, derramándose dentro de ustedes, como si el Espíritu, Dios, hubiera extendido de pronto su mano, y en eso, ustedes la toman. Y dicen “He estado esperando este momento.”
La Maestría es parte de este proceso. Lo merecen, es su linaje, están aquí para esto, y no necesitan trabajar; todo lo que tienen que hacer es entender. Ahora mismo, con esa flor abierta, den permiso para que fluya dentro de ustedes, permitan que se abra y se derrame dentro de ustedes, y entiendan que es por esto que vinieron. Es su privilegio, su magnificencia, recibir cada cosa que piensan que han venido a buscar.
Queridos, la cuestión es esta: la imagen del Creador está aquí, y es mucho más grande que lo que les hayan dicho alguna vez, jamás, en este planeta. Ese es el descubrimiento a mano. Siéntanlo. Siéntanlo. Acéptenlo, si lo desean. Es su libre albedrío, abrir la flor o no. Siempre lo será. Saben que siempre lo será; a nada se los obliga, que no hayan pedido. Nada.
Lentamente cierren los pétalos de la flor, porque exponen algo precioso, algo que solo exponen cuando saben que es seguro, y eso es su yo interior central. Es por eso que vinieron.
Ha habido algunos que dijeron “¿Cómo me ve Dios? Y eso es una pregunta abierta. Está más allá de la percepción de algo. Pensaron que Dios los ve ¿cómo? ¿Cómo ven ustedes a sus hijos? ¿Qué clase de amor y compasión tienen para su propia sangre y carne? Ustedes son parte de la creación; su alma es eterna; nunca fue creada; nunca terminará. Es parte del Creador. Eso es quiénes son. Así es como los ve Dios. No los ve en forma humana, no ve sus nombres, ve su alma, que Dios creó como familia. Ustedes son vistos como iguales, como familia. Bienamados, preciados, amados. Y esa es la verdad que necesitaban oír.
Váyanse de este lugar diferentes, y cuando tengan un rato tranquilo, cuando estén solos, incluso podrían elevar su mano y decir “¿Es esto real?” y prepararse para los escalofríos que llegan, que les dirán: “Bienvenidos a la familia, queridos” de una manera que nunca esperaron.
Por esto vine yo a este planeta; para esta época. No para veinte años atrás, sino para ahora. Es por esto que las canalizaciones han cambiado, y mi socio ha cambiado. Es tiempo para la revelación. Pero las que más recibirán son las almas antiguas, tal como las que se sientan en las sillas ahora mismo, frente a mí.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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