martes, febrero 06, 2018

Sarah Varcas - Algunas consideraciones para el 2018: Eris, Quirón y Urano - 2 Febrero 2018



Algunas consideraciones para el 2018: Eris, Quirón y Urano
Por Sarah Varcas
2 Febrero 2018


Traducción: Fara Gonzalez
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo

Una Petición Para Nuestra Madre
Quirón entra en Aries el 17 de abril del 2018, regresa a Piscis el 25 de septiembre del 2018 y luego regresa a Aries el 18 de febrero del 2019

Urano entra en Tauro el 15 de mayo del 2018, regresa a Aries el 6 de noviembre del 2018 y regresa a Tauro el 6 de marzo del 2019


Eris, planeta enano descubierto en enero del 2005, se ha estado tomando su tiempo para colarse en la psiquis colectiva, a veces ignorada a propósito, debido a su mensaje desafiante. Ella habla de asuntos viscerales tales como la violencia y la venganza. Eris luchará a muerte si fuese necesario y está activa en la revolución, la guerra y la visión del “otro” como un objeto, que le permite a la humanidad oprimir, explotar y matar, a veces con gran impunidad. Ella es la lucha violenta por la supervivencia, el aspecto de “matar para que no te maten” de la Madre Naturaleza y la absoluta tenacidad sangrienta de la vida aún en las peores circunstancias. Eris reparte la retribución por la transgresión de las leyes naturales y busca la venganza como consecuencia de las heridas infligidas. Eris es una fuerza poderosa de naturaleza cósmica, buscando la forma de despertarnos a nuestro potencial tanto para la resistencia violenta como a la lucha pacífica pero implacable. Ella no sufre por los necios, no toma prisioneros y se niega a replegarse ante las mayores fuerzas que se opongan en su camino.

Todos tenemos un poco de Eris en nosotros mismos, pero que la encontremos cara a cara depende de nuestra capacidad para aceptar los lados “oscuros” de nuestra naturaleza: los impulsos violentos, el odio profundamente asentado y el anhelo de venganza. Si luchamos por reconocer eso, dadas las circunstancias apropiadas, también podremos convertirnos en el terrorista, el opresor, el revolucionario que considera que la sangre derramada es un precio aceptable a pagar por la libertad y proyectaremos a Eris en todo el mundo que nos rodea, temiendo al “otro” que nos amenaza con su ausencia de límites morales y falta de humanidad. Eris nos revela de forma penetrante, la tentación de ver a los demás solamente como el problema, de proyectar nuestra propia ira incontenida o espíritu vengativo sobre “los demás allá fuera”.

A pesar de su poder visceral Eris también habla de la victimización: una experiencia que puede catalizar el impulso a erguirse, a restablecer el equilibrio de poder, reclamando el terreno perdido. Esta es la reacción primaria ante una pérdida de libertad y auto determinación. Eris se monta sobre la impotencia que sentimos al estar sujetos a la malicia del otro y en el poder terapéutico de la venganza, únicamente para ver que esa venganza dispara ciclos interminables de conflicto. Ella quiere recuperar lo suyo, pero no puede evitar quedar de nuevo sometida al mismo impulso hacia el otro. A través de Eris llegamos al punto de aceptación de que a veces la gente simplemente hace cosas terribles y de que finalmente debemos apartarnos si queremos alguna semblanza de paz. Pero ante todo eso, ella luchará por aquel que está privado de sus derechos y fortalecerá nuestro espíritu para erguirnos contra quienes abusan de su posición. Y quizás, lo más importante de todo, ella nos facilita el ponernos de pie fuertes, en defensa de nuestra amada Madre Tierra, que está sometida al ataque más grande y persistente de todos.

Cuando Quirón estaba en Piscis alineado con Eris en Aries, entre febrero del 2016 y abril del 2017, se nos mostró de manera evidente - con el objetivo de que profundizáramos en nuestra valoración - lo que significa la naturaleza volviéndose consciente de sí misma. El instinto primario y la fuerza vital que alimenta nuestra existencia es también eso que mata para obtener alimento o para proteger a sus cachorros. Es la destrucción de un terremoto, la lava hirviente de un volcán, la devastación de un huracán y las lluvias de un monzón más allá de la capacidad del suelo para lidiar con ellas. Debemos estar ahí también a veces, para protegerla de los excesos de la obsesión de la humanidad que persigue sus propios deseos.

Quirón se mantiene en Piscis un poco más, uniéndose a Eris en Aries en abril, regresando a Piscis en septiembre y luego arribando a Aries en propiedad, en febrero del 2019. Quirón en Piscis y Eris en Aries son “compañeros de cama” poco usuales, ¡siendo Quirón tan profundamente compasivo y Eris tan ardientemente militante! Pero unidos reflejan a dos fuerzas poderosas en el espíritu humano: la voluntad de sobrevivir a toda costa y el avance hacia la disolución del yo y la compasión por todos los seres. Ellos afirman que debemos superar esto unidos, porque no hay mérito en que uno prospere como consecuencia de la muerte del otro. No podemos permanecer separados cuando se trata del “momento de la verdad”. Yo soy tú, tú eres yo, todos estamos en este planeta y cosechamos lo que plantamos, si no ahora, eventualmente.

A medida que Quirón remonta el límite entre el signo final del zodíaco – Piscis – y el primero – Aries – a lo largo del 2018, este nos exhorta a apresurar nuestra protección de este hermoso planeta y a honrar, no a explotar su generosidad. Nos recuerda que hay poco tiempo pero que el cambio puede ser rápido si estamos preparados para asumir el reto, fortalecer nuestro coraje y decidirnos a vivir de manera diferente ahora, no cuando nuestras espaldas estén tan pegadas a la pared que, simplemente, no tengamos elección. La Madre Tierra ha sufrido intensamente y durante mucho tiempo como resultado de la ignorancia humana, la negación y el narcisismo. Ella yace sangrando a nuestros pies y nosotros continuamos ignorándola. Pero ya no más. Una vez que Urano comience su entrada en Taurus en mayo del 2018, quedará de manifiesto la capacidad de la ira incontenida de nuestro planeta y en igual medida, su amor sin límites. Ya no hay marcha atrás y para entonces, el avanzar - colocando en primer lugar y en el centro el bienestar del planeta - será un imperativo innegable. Cualesquiera que sean nuestros desafíos personales, nuestras propias heridas privadas y luchas íntimas, debemos atender nuestra relación con nuestra Madre en primer lugar si es que queremos en algún momento, conocer la paz verdadera.

Sarah Varcas