Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Yo sé dónde estoy, sé quién está escuchando, sé para qué están ustedes aquí. Este es un tiempo, y todo lo que es, un tiempo corto, que es un tiempo de homenaje; no solamente homenaje femenino. Se trata de un tiempo específico que tiene que ver con lo que ahora vuelve a ocurrir en el planeta.
La razón para que estén aquí sentadas - y ya hemos dicho esto antes - es que empiezan a reflejar algo de la sabiduría que había en el lugar que llamamos Lemuria. Para que yo pueda hacer esto de la forma que lo hacemos, les recuerdo otra vez que no tengo género; les recuerdo que les hablo ahora con una voz de varón porque eso es todo lo que tiene mi socio (se ríe). Yo no tengo género.
Mi socio se hace a un lado completamente para que yo pueda hablarles de los recuerdos, de los homenajes, y todo en esta canalización y en esta noche se trata de una invitación a recordar. Esto es confuso, especialmente para algunas de ustedes, y especialmente por lo que les voy a contar ahora. Es confuso que las probabilidades dicen que ustedes estaban en Lemuria durante la época de la que les hablamos y que eran mujeres entonces y también ahora. Les diré que esto no tiene nada de azar ni probabilidades. Alma antigua, estás aquí como mujer para volver a despertar algunas energías que llevabas entonces. Para que yo pueda hablarte de ellas y honrar este momento, te doy entonces información sobre la vida cotidiana, sobre las cosas que tal vez estaban allí. Tal vez al hacerlo tenga que calificarme yo mismo, y lo haré ahora.
¿De qué tiempos estoy hablando, y por qué son importantes las cosas de las que hablo? Lemuria tiene una historia muy rica, y tal vez distinta de las otras cápsulas de tiempo que estaban en el planeta donde comenzó la civilización y la siembra de un ser humano despierto. Esto es, un ser humano con el conocimiento de la luz y la oscuridad. De eso estamos hablando: de un lugar que originó esto. Por lo tanto, hablamos de decenas de miles de años.
Mi socio habla de algo que no ha sido probado geológicamente; les diré que eventualmente encontrarán evidencias de que el lugar caliente bajo Hawaii empujó hacia arriba esa montaña, de modo que quedó muy alta por sobre la superficie de la Tierra, y también expandió la masa de terreno a lo que para un geólogo sería un mini-continente. Con esto quiero decir que cumple los criterios para considerarse un mini-continente; por encima de la Tierra, es decir, que se produjo una montaña muy alta.
Ahora bien, eso es algo que ya les dije. Lo que no les había dicho es que en términos geológicos, llevó un largo tiempo para elevarse, y luego un largo tiempo para hundirse. No se hundió completamente, sólo hasta las puntas de las montañas que hoy son las islas de Hawaii. De modo que el tiempo de Lemuria que llamaría los años de hundimiento, se extendió por muchas vidas. Para muchos, estas eran vidas de miedo, porque la isla seguía hundiéndose. Sin embargo, para muchos otros era obvio que tenían tiempo. No es que se hundió rápidamente, pero igual les impedía hacer ciertas cosas, y eso recaía sobre las mujeres.
Ahora quiero darles alguna información continuando con la canalización de esta noche: la reencarnación. En el comienzo, la reencarnación fue en Lemuria una plataforma de lanzamiento del akash. Lo que quiero decir con esto es que tenían una sola vida en Lemuria. Comprenden por qué el Templo del Rejuvenecimiento era tan importante; ustedes entendían la reencarnación. Queridas, esto es intuitivo para la humanidad. En este planeta, los primeros sistemas espirituales organizados creían en la reencarnación porque lo sabían; eran absolutamente partícipes. Recién en los días de la espiritualidad moderna se les ha convencido de lo contrario. Entonces, es un tipo de primeros pensamientos intuitivos; también era así en Lemuria. Los maestros pleyadianos también les contaron, literalmente, acerca del sistema de lanzamiento del akash. Un sistema en el cual ustedes solo tenían una vida en Lemuria, y las siguientes se pasaban a otras partes del planeta.
Esto sucedía porque Lemuria era como una olla a presión de sabiduría; nadie podía irse, nadie podía entrar, no conocían a nadie de otros lados, las tradiciones sobrevivían por muy largo tiempo. Durante miles y miles de años una cultura construye sabiduría y ustedes eran parte de eso.
De modo que el marco de tiempo que estamos mirando son los años en que Lemuria se hundía; las vidas que vivieron allí. Ustedes no estaban todas allí al mismo tiempo, pero participaron en los mismos tipos de rituales y homenajes y ceremonias de nacimiento, porque eso nunca cambiaba.
Ahora no quiero hablarles de la familia, de la camaradería, de donde estaban todas juntas en un mismo lugar; les hablo del hecho de que todas participaban de la misma clase de cosa en esa vida que vivían allí. Ustedes sabían acerca de esta reencarnación: que vendría una vida, un alma se lanzaría desde Lemuria, no tendría ningún akasha en absoluto hasta que llegara a otro lugar y se reencarnara en Europa. Y luego llevaban el akash de una isla hundiéndose (se ríe). Bienvenidas al síndrome de la isla que se hunde. Atlántida. Por eso es que muchos ubican a Atlántida en el Pacífico, cuando en realidad estuvo en el Atlántico ese lugar que realmente se llamó Atlántida - hubo tres de ellas - en lugares diferentes, reflejando el akasha de la isla que se hunde, de los lemurianos.
De modo que esto de Atlántida es complejo, porque responde a muchas energías akáshicas que ustedes combinan en un solo sentimiento; sin embargo comenzó en Lemuria.
Les hablamos sobre ustedes en esos años, porque se trataba de una Lemuria avanzada. Como los aborígenes, ustedes habían llegado a la conclusión de qué funcionaba y qué no funcionaba, y estaban construyendo sobre esa sabiduría. De modo que estamos en esos años y hablamos sobre las tradiciones: quiénes son ustedes y qué hacían. Quería que supieran eso, tal vez no lo comprendían porque, queridas damas, cuando ustedes comprenden que eran la plataforma de lanzamiento akáshico en la Tierra, en esos años todo tenía que ver con la reproducción. Una vida; cada niño que ustedes tenían no viviría otra vida en Lemuria, y tampoco ustedes. Eso cambiaba las cosas.
Quiero contarles algunas cosas que nunca abordé antes, y mi socio no tiene ni idea de ellas. Quiero hablar sobre la importancia de su reproducción. Quiero hablar sobre el homenaje a eso, y brevemente, apenas un par de atributos que tal vez ustedes no esperarían.
En razón de cómo se honraba el nacimiento, y de lo que los pleyadianos les habían dado y las tradiciones relacionadas, ustedes lo controlaban. El nacimiento en Lemuria era estacional; la reproducción no era como aquí, a toda hora (se ríe); era estacional, tal vez siguiendo lo que ocurría en el reino animal, que ustedes ni siquiera podían ver, porque no había muchos animales allí. Se hacía en forma estacional; tenía que ver con el alimento pero no exactamente, porque el alimento básico era el pescado; era intuitivo. También conservaba un control de la población, y tenía sentido. Imagínenlo: reproducción sabia.
Los hombres cooperaban plenamente con esto, porque entendían las mismas cosas que ustedes. Pero les diré algo que no saben: quiero hablar de algo que mi socio no tiene idea (se ríe), él se ha apartado. Quiero hablar de la menstruación.
Ustedes han oído de lugares donde las sociedades no permiten a una mujer en cierta condición entrar a ciertos lugares a causa de esto. Las actitudes al respecto son arcaicas, comparado con cómo era en Lemuria. Verán: parte del privilegio de la mujer era la menstruación, y si estaban en esa condición eran elevadas por encima de las diosas; se sentaban en las primeras filas en todas las ceremonias; todos lo sabían; ustedes vestían de cierto color, que no era rojo (se ríe) para indicar su estatus y el momento. ¡La reproducción era importante! La plataforma de lanzamiento del akasha para la humanidad era suya, y ustedes eran cuidadosas.
Tan honrado fue esto, Melli-ha, que fue una de las razones principales para el Templo de Rejuvenecimiento, para que siempre se conservaran jóvenes y tuvieran menstruaciones (se ríe). Ahora es un poco diferente, ¿no? Quiero que piensen en esto: honrar a lo femenino - y más allá.
Y así es.
Kryon
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Traducción: M. Cristina Cáffaro
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