La positividad y la fe pueden llevar al hombre a experimentar la realización de todos sus sueños e ideales. Todos
ustedes tienen metas en la vida y por eso, decimos estas palabras.
Cuando están positivos en sí mismos y convencidos que nada más es que
tener y ejercer la fe, los caminos simplemente se abren.
Muchos
de los humanos que ahora viven en la superficie de la Tierra se quejan
de sus vidas por no tener aquello que desean y por no usufructuar la
vida que juzgan merecer. Sin embargo, nosotros, como energías no físicas
que trabajan en la creación de lo que ustedes llaman la materia,
comprendemos por qué ciertas cosas no suceden para muchos humanos.
Hay
siempre mucho fluyendo en vuestra dirección y eso no sería ninguna
exageración de nuestra parte, visto que saben cuán grande e infinito es
el Universo. Entonces, si pueden tener conocimiento acerca de la
diversidad abundante que en él existe en unión con la extensión del
mismo, pueden, en lo mínimo, considerar razonable lo que hablamos aquí.
Al observar una estrella como vuestro Sol,
por ejemplo, tendrán, de una forma mucho más reducida, idea de lo que
es la grandeza del Universo. Y si notan que todo él es sustentado por
una energía que ustedes simplemente no pueden ver, considerarán
verdadero lo que decimos sobre el Bien que fluye de forma maravillosa y
abundante en vuestra dirección.
Toda
esa energía que mantiene el Universo en funcionamiento (es bueno hacer
hincapié en “perfecto” para que entiendan que no hay nada de errado
ocurriendo en lugar alguno, es tan solo una versión del Bien que ustedes
se niegan a comprender o que muchas veces para el cual no tienen
apertura) está fluyendo en
dirección a ustedes y queremos que sepan que toda esa fuerza es
puramente positiva, sin embargo, al aproximarse a su realidad física es
que el “contraste” de todo se muestra.
Pues
ustedes adoptaron innumerables resistencias y comportamientos que
literalmente ofenden la pureza de la energía no física que está fluyendo
en el todo. Y justamente vuestras resistencias, o como gustamos de
llamarlas, “disculpas”, embargan el mover poderoso de lo que ustedes
llaman Dios. Y una vez que ese proceso de fluyo es resistido, las
manifestaciones tan lindas que desean no pueden suceder. Y hasta ahora,
los únicos actuantes sobre el atraso o la no manifestación de las cosas
son ustedes en sus contextos rellenados de disculpas.
¡Vean
como eso parece irónico! El Universo, que en su perfección está
manteniendo todas las cosas en un flujo eterno bajo increíble
sustentación con base en leyes que ustedes jamás entenderían en el
momento y direccionando el beneficio de ese mover a ustedes los de la
Tierra, encuentra la puerta cerrada y algunas veces, entreabierta en
vuestra realidad.
Y
cuando ocurre eso hay un contraste enorme entre vuestra realidad
personal y la realidad que ocurre en el cosmos. Ustedes podrían mirar,
por vuestras ventanas, el cielo estrellado en una noche clara y
contemplar la inmensidad de estrellas (Y dígase de pasada que lo que ven
es pequeño por demás delante de lo que no pueden observar) y
cuestionarse: ¿Cómo es posible que haya tanta abundancia allá afuera?
¿Cómo es posible que el Universo consiga abrigar tanta riqueza mientras
yo, aquí en la Tierra, vivo en una realidad tan pequeña y triste?
¡Y
cuando ustedes ven así perciben que hay algo equivocado! Pero no con el
Universo y ni con ustedes, sino con la forma en que vibran. Lo que
están emitiendo no permite la misma abundancia que existe allá se
manifieste en vuestra realidad. Sin embargo, hay muchos que consiguen
crear y disfrutar la riqueza y decimos riqueza de todo. Hay muchos que
se colocaron en la vibración permisiva que concuerda con ese mover
abundante y todos ellos están recibiendo el beneficio de lo que vibran y
de la apertura que están ofreciendo al todo.
Pero, en vez de preguntarse: ¿Cómo hacen ellos eso? Ustedes
reclaman, luchan, inventan disculpas para justificar la realidad en que
están viviendo, como si ella fuese justificada delante de las leyes que
operan en el Universo. Ustedes se dicen a sí mismos: Mi
vida es así porque no tuve la misma suerte. No tengo las cosas que
quiero porque vivo en un país en que la desigualdad es algo enorme. Y no
soy una persona realizada porque no nací en la ciudad correcta, no tuve
la familia correcta ni las oportunidades correctas para llegar a dónde
me gustaría.
Y
todo eso, queridos, no pasa por disculpas. Nada de eso es verdad. No es
la condición de vuestro país que define vuestra condición. No es la
situación de su familia o de su ciudad o contexto de realidad lo que
define quiénes son ustedes y adonde llegarán. Lo que define eso es
vuestra vibración individual, que está siendo captada y respondida
prontamente en la misma equivalencia.
Lo
que está invitando al fracaso o a la victoria en vuestras vidas es
vuestro juicio, a través de vuestra energía y señal enviada al todo. El
mismo mover divino que ocurre en la vida de los que disfrutan de lo
mejor ocurre con todos ustedes, lo que cambia es la apertura de cada
uno.
Y resumiríamos así: Los
que no viven de disculpas y de justificativos para su propio fracaso o
insuficiencia son los que disfrutan y recogen los mejores frutos, pues
en vez de disculparse están trabajando en pro de permitir lo que
quieren, de la forma en que pueden y que saben. Y los
que están recogiendo los frutos de la desigualdad social, del medio
familiar y experimentando la enfermedad de una vida que simplemente no
cambia son los que se mantienen bajo sus propios justificativos. Están
defendiendo el propio fracaso, están apoyando con el juicio, el
estancamiento de la realidad en la que viven.
Y
preguntamos: ¿Cuándo va a parar eso? ¿Cuándo van a volverse a favor de
lo que los promueve? No hay nada de equivocado en ustedes excepto lo que
están vibrando! No hay nada que precisen cambiar con excepción de
vuestra energía. No hay nada que
precisen hacer más allá de colocarse en otra, en una sintonía que
posibilite los cambios que desean. Sin embargo, tendrán que encararse a
sí mismos y transformarse en la forma que piensan, sienten, creen y
actúan.
¿Quieren
vivir la vida que desean y que sienten que es para ustedes? Entonces,
osen modificarse en el sentido energético y vibratorio. Paren de dar
disculpas y de justificar lo que los mantiene en el fracaso y caminen,
giren vuestro barco en el sentido de la corriente, giren vuestras
facultades creadoras en el sentido de la manifestación. Y cuál es ese
sentido? Es la sensación de felicidad, que nada más es que la entereza
con quienes son ustedes y la plenitud de la naturaleza de Dios en
ustedes, siendo sentida, creada y vivida, día tras día, en pureza,
alegría y honestidad.
¡Gustamos de eso!
Traducción: Ale´ojah Silah (Shanti)
Los Elohim a través de Vinícius Francis
Traducción: Ale´ojah Silah (Shanti)