miércoles, enero 04, 2023

Kryon por Lee Carroll - Kryon en Seattle - Día 1 - Círculo del Doce - Día 1 - 10 de septiembre de 2022




Canalización de Kryon por Lee Carroll

Seattle, Washington – Día 1 - 10 de septiembre de 2022

Círculo del Doce


Saludos, queridos, Yo Soy Kryon.

Acérquense un poco más. Es una invitación. Acercarse un poco más significa mucho más que lo que piensan. Solo empecé a decir esas palabras recientemente; es un ruego, para que los que escuchan, comprendan que podría haber una manera de realzar la espiritualidad, o esa creencia en un poder más elevado para realzarlo por encima de lo que jamás les han dicho.

La humanidad vive y respira en una dimensionalidad de cuatro. Las cuatro dimensiones en que ustedes viven, altura, anchura, longitud, y el tiempo. Pero hay mucho más, y los científicos lo saben. Ustedes no viven y respiran en multidimensiones que reconocen, pero ellas siempre estuvieron allí. Solo recientemente los biólogos se han dado cuenta de que algo de lo que ustedes llaman el tú central, el ADN, tiene aspectos multidimensionales. Esa es la base de la biología cuántica. Un estudio de ustedes revela que son multidimensionales más allá de las cuatro. Es una cosa rara para pensarla, ¿no es así? que pudiera haber realidades dentro de realidades, dentro de ustedes. Pero los científicos empiezan a desarmarlo y echarle un vistazo, y ahora se revelan cosas. Y así es como empezamos esto, y siempre lo hacemos, especialmente para quienes no han oído esto antes.

Hay un cambio en este planeta. Y ese cambio no es solo que viene más luz. El cambio no es solo que empiezan a suceder cosas para remover todo. Hay otro tipo de cambio. Es un cambio que permite que la gente piense más grande. Empiezan a ocurrírsele cosas a la gente común en toda la Tierra en las que nunca habían pensado. Ustedes lo llaman pensar fuera de la caja. Cuando empiezan a analizar lo que les han dicho, algunos sacuden la cabeza y dicen “Eso no puede ser totalmente correcto. Tiene que haber más.” Y con esto contamos. Es lo que les dijimos que venía. No crea un planeta que asciende de pronto o de repente cree de una manera diferente; crea un planeta que empieza a mirar a una verdad no reconocida. Oirán eso otra vez de parte de mi socio. Cosas que no fueron reconocidas son cosas que siempre estuvieron allí, pero no las han visto. Podrían llamarlo un lento despertar de casi todos. Cambia lo que la gente espera y quiere; eventualmente empieza a cambiar a quienes tienen opción respecto a su liderazgo, y empieza a querer poner a cargo a quienes son más compasivos y menos enojados, o quienes tienen ideas de concertación, en lugar de seguir un camino determinado, y eso es lo que inicia todo esto. Y les dijimos que lo esperen. No sucede rápidamente, queridos.

Empiezan a cambiar protocolos que siempre existieron, hay despertar en lo que es correcto y lo que no lo es, lo que es tolerable, lo que no lo es, y eso es lo que está ocurriendo ahora mismo en el planeta. Mañana oirán a mi socio hablar sobre lo que se llama el Gran Cambio. Es lento. Pero empieza a cambiar las mentes, las actitudes. Algunos le temerán, porque no quieren cambiar. Y otros entran en una liberación, porque se dan cuenta de lo que les falta. Allí hay algo más.

El Círculo del Doce apunta a algo que siempre quise enseñar, que es esto: no importa qué te hayan dicho, tú tienes un alma. No importa qué te hayan dicho, esa alma tuya es algo que puedes tocar. Si echas una mirada, eso que ha sido tu enseñanza espiritual, en la vieja energía durante décadas y eones, miles de años, se te ha dicho que esa alma tuya es algo que visitas cuando mueres. Algunos incluso han reconocido que existe antes de que ustedes vengan aquí, mucho de la religión de hoy en día te dice que no eres nada, y de repente recibes un alma cuando naces. Y luego cuando mueres, está allí para ser castigada o recompensada. No podría estar más lejos de la verdad.

El alma es la parte divina de ustedes, como les dije hoy más temprano, y ha estado aquí desde el comienzo. Tal vez incluso antes de que hubiera un comienzo. Déjenme describir algo que es multidimensional, para que tengan una idea de lo que no comprenden. El tiempo como ustedes lo perciben, no existe, hasta que ustedes lo perciben. ¿Qué tal si no hubiera tal cosa como un comienzo? ¿pueden percibir eso? No, no pueden, porque están atascados en la idea del tiempo. Para un humano todas las cosas tienen un comienzo y un final, porque ese es el paradigma de la dimensionalidad en que están. ¿Qué tal si les digo que su alma no tuvo comienzo? Porque es parte de esa sopa de amor que ha creado todo lo que existe. Esto es difícil ¿Qué tal si les digo que esa alma suya no tiene final? Que mucho después de que se hayan terminado este planeta, el sistema solar, y este universo, ustedes todavía existirán.

Y ustedes podrían decir, “Bueno, eso a mí me suena a Dios”. Y yo diría: bienvenido a otra realidad de quién podrías ser. ¿Es posible que puedas tocar esta parte de ti mientras estás aquí? Y eso es el Círculo del Doce.

Comenzó no hace mucho tiempo, cuando empecé estas meditaciones, y voy a hacer una ahora, que te invita a cruzar por un puente. Es una metáfora; el puente es un cruce hacia un territorio desconocido, totalmente desconocido. Verdaderamente no hay en este momento en existencia sistemas espirituales que te inviten a tocar el rostro de Dios. Hay muchos que te dicen que no puedes, o que no debes, o que no eres digno. Pero siempre lo fuiste. La verdad no reconocida de todo esto es que eres más que digno. Este es tu linaje. Es por esto que viniste. Todo para ahora.

Les diré algo más, queridos. Si existieron antes de llegar aquí, ¿alguna vez pensaron en lo que hicieron justo antes de nacer? ¿Tuvieron algo que decir en cuanto a cuándo vendrían? ¿O quiénes iban a ser? ¿O quiénes podrían ser sus padres? ¿O qué iban a atravesar? ¿O la cultura en que iban a llegar? ¿O de qué género iban a ser? Y la respuesta es que ustedes tuvieron control de todo eso. Ustedes, y el grupo de almas a su alrededor, con quienes siempre han estado. ¿Qué tal es esto, para pensar al respecto?

Ahora bien, ¿la verdad? Puede que no estés de acuerdo, pero yo estaba allí: lo llamaremos el viento del nacimiento. Un viento de potencial, en el que entras justo antes de nacer. Querías estar aquí durante este Cambio.

Ahora bien, cuando nacieron, queridos, les diré que había un potencial de ir justo en sentido contrario. ¿Cuántos de ustedes han oído sobre lo que podría ocurrir en el año 2000 o en sus alrededores? Iba a ser el horror. Una guerra mundial; muerte, destrucción; Armagedón. Ustedes lo alteraron. Porque estaba en el Campo. Algo iba a ocurrir en el año 2000 o en adelante; y ustedes vinieron. Podría haber ido en cualquiera de las dos direcciones. Mucha profecía decía que ustedes no lograrían pasar de esta precesión de los equinoccios que estaba en camino. Y llegó. Y no hubo tercera guerra mundial; en cambio hubo otra cosa: el comienzo de la luz.

Muchas de las predicciones, de los indígenas, les decían estas cosas. Y aquí están ustedes. ¿La línea final, el resumen? No es por accidente que estén aquí justo ahora; y no importa cuál sea su edad. Porque ustedes, que vienen a una reunión como esta, incluso aquellos que vinieron porque los trajeron, no están aquí por accidente.

Los que están aquí que no querían venir: yo sé quiénes son. Hay algo que están recordando, respecto a quiénes son ustedes, que es magnífico. Puede que no les convenzan muchas de estas cosas; yo sé quienes son. Pero son tan magníficos como cualquiera. Las almas antiguas se definen como sigue. Esas almas que llegaron tempranamente a la humanidad, y vivieron una vida tras otra, y otra, y otra, y experimentaron todo.

Es como una escuela; lo es. Todas esas experiencias, podrían decir, aterrizan en ustedes, en su ADN quizás, en una dimensionalidad a la que ustedes recurren por sabiduría, si lo desean. Eso es un alma antigua. Han estado allí, han hecho eso; saben cómo funcionan las cosas.

Y te encuentras aquí, alma antigua, en 2022, cuando la luz empieza a mostrarse, cuando la conmoción empieza a verse. ¿Por qué habrían de elegir este momento potencial? Y la respuesta es que ustedes saben cómo tomar la luz y difundirla. La mayor parte del planeta no sabe; saben cómo tener miedo. No tienen la madurez que ustedes tienen, para saber qué vendrá, o los potenciales. O cómo ser pacientes y compasivos, mientras otros se retuercen las manos de miedo. Eso es quiénes son ustedes.

La luz que ustedes tienen, representada en la madurez y la bondad que ustedes presentan a quienes les rodean, en el conflicto, eso entra directamente en el Campo. No se desperdicia, ni cae al piso. Va a otro lugar: entra en el Campo. Y ese Campo permanece con el planeta. Es casi como si fueran un regulador de luz; llenos de luz, y están iluminando. Ese regulador empieza a aumentar, y más, y más. Estuvo tan disminuida por tantos eones, y aquí están ustedes para incluso forzar ese control para que haya un poco más de luz, y otro poco más, y no hay tantos de ustedes. Y es por eso que vinieron.

Menos de la mitad del 1% de este planeta son almas antiguas; el resto son todas nuevas. Y es por eso que están aquí. Pero les digo algo: cuando tienen una habitación a oscuras, y encienden un fósforo, muchos pueden ver, por esa pequeña luz que está allí, y pueden ver a su alrededor, cosas que nunca pensaron antes que podrían ver. Cosas que temían en la oscuridad, y que ahora las ven claramente. Luego ellos encienden un fósforo, porque ven el de ustedes. Y otros, alrededor de ellos, también encienden un fósforo, porque ven el suyo. En una habitación oscura, el que lleva el fósforo nunca es conocido, no puede verse realmente al que lleva el fósforo; en cambio simplemente ven la luz que él crea. Esos son ustedes. Nadie viene y los agrede por encender un fósforo, porque no saben quiénes son.

En cambio, su luz brilla y permite que otros la vean, y la luz de ellos brilla, y pronto empieza a afectar a todo el planeta y lo que ellos quieren, y cómo piensan, y cómo lo lograrán. Y allí es cuando empiezan los nuevos inventos. Y la razón es que entonces tendrán Física a la que no darán uso bélico. ¿Están entendiendo esto?

Hay mucho por descubrir para una Tierra compasiva, y cuando la descubran y la tengan, todo empieza a cambiar. Y no hay más pobreza. No hay más muerte, no como ahora. Todo empieza a cambiar. Es por eso que están aquí.

Quiero que vengan conmigo a cruzar por este puente, y quiero que conozcan a alguien. Un viaje, tal vez, hacia adentro de su propia alma. Pueden hacer esto; no es un ejercicio; es una realidad hacia otra dimensionalidad. Una que siempre estuvo allí, no reconocida, y lista para funcionar.

El puente aparece frente a ustedes, si desean verlo así, Una visualización difícil para algunos, pero fácil para otros. Todos han visto algún puente, no puede ser tan difícil. Pero no pueden ver qué hay del otro lado, porque hay una neblina que lo oculta muy peculiarmente, de modo que tienen que confiar en que lo que están por hacer es seguro. Y lo es.

Hay algunos que dicen “Esto es demasiado extraño, y este hombre en la silla va a conducirte a un lugar donde él pueda capturar tu voluntad y tu alma,” siempre habrá quienes te digan que no hagas esto, porque todo lo que ven es dificultad y negatividad; todo lo que ven es más miedo. Te dicen: “ten miedo” porque ese es su paradigma y su realidad; nada mejora nunca. Ya sabes de qué te estoy hablando. Todos tienen a algunos que les dijeron eso.

Y entonces yo les digo: ¿qué tal si fuera al revés? Atravesar una neblina y encontrar la cosa más hermosa que puedan imaginar: ustedes mismos. De muchas maneras, un lugar eterno y divino que siempre ha estado disponible para ustedes, sin importar qué les hayan dicho.

Vengan conmigo, y tomen mi mano; cruzamos juntos por el puente, atravesamos juntos la neblina, puede que no sepan qué esperar. Nadie viene aquí, a menos que esa sea su intención. A nadie lo arrastran hacia aquí; nadie va porque alguien le dijo que fuera; no se puede. Esa neblina solo puede ser atravesada en amor Esa neblina solo puede pasarse en amor. Tienes que querer hacerlo y poner la intención, decir “Yo creo que hay algo más grande, no tengo miedo de verlo. ¿Qué tal si yo no lo sabía todo?” Me encantaría ver a todos los científicos del planeta levantar la mano y decir “Yo no lo sé todo”. Y las cosas cambiarían. Me gustaría ver a todos los líderes religiosos del planeta, con todas sus doctrinas, levantar la mano y decir “Por mucho que yo sepa, no lo sé todo.” Requiere valentía, de ciertas maneras, decir algo así, y decirlo en serio, y estar abierto quizás a algo diferente y nuevo.

Ese es quién eres, ahora mismo, si estás conmigo en ese puente; atravesamos la neblina.

Lo que ven luego es individual para cada alma, aunque haya una coincidencia, es un paisaje que le pertenece. Les digo esto: lo que sea que ven, está lleno de esplendor y belleza y color y luz, y seguridad; nada malo les sucederá a ustedes aquí, queridos. Esto es el Hogar; la Tierra; lo visitan. Saben eso. Están solo de visita; tienen que saberlo.

El lugar donde están, en esta alma suya, es de donde han venido. El Hogar es un gran lugar para estar. Les daré una pista de cómo es esto: no pueden experimentar el manto pleno – diría yo – de lo que es este Hogar, hasta que están aquí y no en la Tierra. Pero aún al visitar este Hogar, se siente diferente.

Un alma no es singular, como tu cuerpo. Un alma está compuesta de ti y de otras almas. Difícil describirlo, pero así es la multidimensionalidad. No eres tan individual como lo eres aquí en el planeta; cuando visitas tu alma, de pronto estás en un grupo. Un grupo grande, que es también parte de ti y tú eres parte de ellos. Difícil de imaginar y comprender. Pero imaginen por un momento que hay un gran amor entre muchos, muchos de ustedes. Y que, cuando entran en este lugar, todo ese amor se siente; su Hogar. Aquellos que ustedes amaron y perdieron, están aquí. ¿Pueden ver esa clase de reunión, aun cuando están sentados en esas sillas?

Tú sabes, ¿no es así? que la muerte no es el fin. Es un cambio de energía. Estás en esta energía especial, que es divina. Hay mucho aquí para ver.

Yo los he traído aquí, en casi cien ocasiones en que hicimos esto; los he traído aquí. Han visto aquello que han aprendido, han encontrado a algunos de sus vidas pasadas, incluso se encontraron a sí mismos. Y esta vez quiero que conozcan a alguien. Alguien a quien encontramos antes, pero no tal como ahora.

Lo primero que quiero que hagan, es imaginar que van a pasar por una entrada. No es difícil imaginar una entrada. No hay puerta, es solo una entrada abierta. Pero al pasar por ella, miras arriba y ves un nombre. Y te das cuenta de que es el tuyo. Pero no reconoces ninguna clase de escritura; lo que estás reconociendo es una energía; esa energía es tu nombre.

Les diré algo, gente: nosotros cantamos en luz ese nombre para ustedes. Nosotros cantamos en luz ese nombre para ustedes, y ustedes lo cantan para nosotros. Y quienes los rodean, especialmente aquellos que en grupos kármicos ustedes han amado y perdido, ellos también lo cantan. ¿Pueden imaginar cuánto amor hay aquí? Porque este es lo que ustedes llaman el amor de Dios. Más que un dios, es la Fuente Creadora, que es parte de ustedes.

Pasas por esa entrada y llegas a una sala, y hay una silla. Y notas que no es solo una; que hay dos. Una está frente a ti. Es un bello pensamiento, que puedas sentarte en esa silla y conocer a alguien hermoso, seguro, con quien puedas hablar y entrevistar. Y todo lo que vas a aprender y ver será bello y compasivo. No hay ansiedad, es como si estuvieras por encontrar a alguien que amas. Y es así.

Entras en la sala y te sientas en la silla, e inmediatamente te das cuenta de que hay una metáfora en sentarse en la silla: no te pones de pie para conocer a alguien, porque en los momentos más íntimos de conversación y belleza de un amigo a otro, te sientas.

Te sientas porque es cómodo, te sientas porque es tu cultura sentarte y hablar. Y lo haces. Y te sientas frente a la silla y esperas, y de pronto la silla (se ríe) tiene a alguien sentado en ella. Ni siquiera lo viste entrar. Y lo reconoces: es extraño verte a ti mismo, ¿no es así? Te ves a ti mismo en la medida en que quieres verte. Eres tú. Raro; inusual. Pero seguro. Estás por tener una conversación contigo mismo, pero no es exactamente tú mismo. Inicias la conversación: “¿qué ha sucedido recién? ¿Quién eres? ¿Por qué no te vi en la silla cuando entré?”

Y escuchas una voz suave, bella; tu propia voz. Realmente no la reconoces como tu voz, pero sabes que lo es. Cada palabra que te dice es muy hermosa. Y entonces la voz dice: “yo no podía aparecer hasta que tú te sentaras primero, porque el importante eres tú. Yo soy tú; yo soy el tú más grande. Soy el que está siempre aquí, en tu alma. Tú te separaste de mí y viniste a la Tierra”.

Y tú dices, “He oído sobre esto; tú debes ser el Yo Superior”. Y ese tú más grande te dice: “No existe tal cosa. Tú inventaste eso. Porque superior sería más grandioso; superior significaría que está por encima de ti. No hay nada por encima de ti. Yo estoy a tu lado, yo soy el tú más grande. Siempre he sido parte de ti a medida que te vuelves más grande. Cuanto más sabes acerca de lo que es la verdad, el tú más grande viene a la Tierra, y entonces más de mí va a ti. Yo soy tu alma. Tengo mucho para contarte. ¿Cuáles son tus preguntas para mí?”

¡Oh, Oh, Oh! ¿Qué sigue ahora, queridos? ¿Qué quieren preguntar? ¿Qué pueden preguntar? Alguno va a empezar a hacer preguntas muy tridimensionales. ¡Y pueden hacerlo! “¿Por qué soy… tan así?” (se ríe). “¿Por qué no puedo hacer esto o aquello?” Y el tú más grande te mirará y dirá: “Porque nunca nadie te dijo que podías. Yo te digo que puedes.”

Ese tú más grande va a describir un escenario que nunca oíste. El tú más grande dirá: “Esto es parte de Dios. Tú eres parte de la Fuente Creadora, en la Tierra, se te dio la divinidad. Yo, el tú más grande, siempre sostuve mi mano a través del velo de una manera que tú pudieras tomarla en cualquier momento que quisieras – pero siempre te dijeron que no podías tomarla. Y es por eso que luchas. Estoy aquí para decirte: toma mi mano; acércate un poco más” te dirá el tú más grande, y todas las cosas empiezan a aclararse, cuando empiezas a entender quién eres; no separado de Dios en absoluto, sino parte de él. Al empezar a entender, a la parte de ti que está en la Tierra empieza a ocurrirle algo notable: empiezas a amarte a ti mismo. Increíble.

La gente te ha dicho: “¡No hagas eso! Serás un egoísta. No se supone que hagas eso, ya sabes.” ¡No es esa clase de amor! Se trata del amor de Dios que está en ti; ¿puedes hacer eso? Se trata del amor de tu existencia; “Gracias, Espíritu; gracias, alma, porque puedo estar aquí ahora y puedo hacer lo que estoy haciendo. Pero aun cuando muera, volveré aún más fuerte, haciendo la misma cosa, con más luz.” Porque esto no se detiene aquí.

La invitación es clara. Nº1: Ama a la Fuente Creadora con todo tu corazón, y eso entonces va a crear el amor en ti mismo. Ámate a ti mismo, más allá de todo, porque eso es un reconocimiento del amor de la Fuente. Y cuando empieces a hacer eso, las cosas empiezan a aclararse para ti. Qué es importante, qué no lo es; cuál es realmente la meta de tu vida. Cuando empiezas a amarte a ti mismo, otras cosas empiezan a aclararse: lo que podrías ser capaz de hacer, que antes te habían dicho que no podías hacer. Cuál es tu linaje; ¿hay acaso algún linaje en absoluto? Pregúntale al tú más grande; Tú más grande, ¿cuál es mi linaje? ¿Para qué estoy aquí?

Y entonces el tú más grande va a sonreír y decir “Pensé que nunca ibas a preguntar”. (se ríe). “Tienes un linaje de vidas en este planeta que te ha dado forma.” Y luego el Tú más grande te dirá algo que no esperabas: “Algo de la genealogía que llevas en este planeta, y algunos de los atributos de vidas pasadas que llevas en este planeta, están implantados en tu ADN. Algunos de ellos asustan. Predisposiciones para alguna enfermedad; miedo a cierta clase de cosas, debido a experiencias de alguna vida pasada; alergias. Dilo tú. Todas ellas. Eso parece venir como un paquete.” Y aquí hay una verdad. Aquí está el tú más grande hablando de un problema que nunca pensaste que se podría tratar: “puedes descartarlas todas. Y nunca tendrán que ser parte de ti, porque tú ahora estás conmigo, y porque, si tu intención es la correcta en este planeta, y puedes poner la intención y visualizar estar libre de estas cosas, muy lentamente ellas van a transformarse y cambiar.”

Y podrías decirle al tú más grande: “Tengo problema con eso, porque la biología es biología, y la química es química,” y el tú más grande dirá “Sí, eso es lo que te han dicho. Pero el tú divino puede crear milagros en ti mismo. Transformación y cambio celular. El ADN empieza a limpiarse. Los episodios de vidas pasadas empiezan a disminuir e irse, abriendo camino para una vida más larga y paz, sin miedo. Despertarás en la mañana y sonreirás, ante quien sabes que eres.” ¿Alguna vez alguien te dijo eso? ¿Es esto lo bastante nuevo para ti? Te estoy dando una verdad nueva, verdadera, verdadera.

A la gente le molesta, porque digo que estás demasiado habilitado (se ríe). Imagínate, estar demasiado habilitado. Ese es quien tú eres. Y podrías quedarte allí, con este tú más grande, tanto tiempo como quieras. Algunos de ustedes… oh, tienen hambre y necesitan dormir.

Y esta es la buena noticia: puedes volver allí en cualquier momento que quieras; no necesitas venir aquí y escuchar esta meditación, porque esto es quien tú eres. Puedes cruzar por el puente, poner la intención.

Y tú dirás “Bueno, yo no soy bueno para escuchar cosas, preferiría tenerte a ti Kryon, diciéndome lo que el tú más grande me diría.” Ahora es tiempo de investigar una intuición mejorada. Eso es lo que esto es. Todos estos mensajes llegan a ti, verdaderos y exactos, cuando atraviesas el puente, “quiero saber más, tú más grande; cuéntame”, y vendrá, de maneras intuitivas. Así es como llegan las invenciones; así se compone la música; todas estas cosas siempre fueron parte de ti.

Te invito a quedarte un momento. La reunión se termina, habrá anuncios, hablarán, pero por solo unos pocos momentos antes de que eso ocurra, sin que yo esté hablando, quiero que te quedes, y pienses por un momento: ¿Esto es real o no? ¿Podría ser? Y si lo es, ¿qué significa realmente para mí? ¿Podría yo amarme a mí mismo? Y la respuesta: Que comience.

Yo soy Kryon, enamorado de la humanidad.

Y así es.

Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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