miércoles, julio 07, 2021

Jim Self - Seminario: Encontrándome en estos Tiempos Inestables - 10 de Junio de 2021



Seminario Online de Jim Self – Mastering Alchemy

ENCONTRÁNDOME EN ESTOS TIEMPOS INESTABLES

10 de Junio de 2021

¡Hola! Buen día, qué bueno estar aquí, como siempre. Gracias por venir a jugar. Hay algunas cosas muy interesantes que te están sucediendo a ti; ¿estás notándolas? Y en gran medida la respuesta es, “No, no he notado nada.” Primero déjenme decir, al darles la bienvenida, hay un gran número de ustedes que nunca jugaron aquí antes, eso creo, no me queda claro, entonces bienvenidos, que bueno que estén aquí. Muchos han estado jugando con nosotros largo tiempo, también bienvenidos, gracias por estar aquí. Ya llegaremos a estas cosas que están sucediendo, a ustedes, dentro de ustedes, a su alrededor, en unos minutos.

Desde el pasado, un número de años, en realidad, que llegamos a estos solsticios y equinoccios, tienen uno acercándose rápidamente, un evento interesante que sucede este año a una distancia de dos semanas de eclipses, todo esto es cambio, abren oportunidades, hacen que las cosas ocurran, y en este caso, donde estamos jugando ahora – hablaré de eso en unos minutos – esta energía que está aumentando hacia el solsticio en los próximos días, es realmente, realmente fascinante. Está creando algunos cambios, oportunidades, realmente muy diferentes de las que estuvieron disponibles antes.

Entonces, para poder jugar con esas cosas, para poder entenderlas, usarlas, observarlas, participar en ellas, a menudo hay un valor real en tener respuesta a la pregunta: ¿Quién soy? Esa gran pregunta proverbial, ¿quién soy? En cierto modo, no es una cuestión de quién soy yo en el universo. De muchas maneras: ¿quién soy yo aquí mismo? ¿Cómo estás navegando aquí mismo? ¿Qué quieres experimentar? ¿Lo estás experimentando? Y si no es así, ¿por qué? Simplemente, ¿por qué no? Luego la respuesta generalmente suele ser, ¿por qué no? Porque no tengo lo que quiero.

Y es un poco difícil llegar a donde quieres ir, cuando no sabes dónde está donde quieres ir. O es desafiante disfrutar de tener para ti, cuando no sabes qué es lo que quieres tener para ti. Porque ustedes son los iluminados en el planeta, probablemente tienen esas respuestas bien definidas. Pero, por si acaso, juguemos un poco con eso. Todo en el contexto del título de este seminario: Encontrarme. Encontrarme. ¿Quién soy yo? ¿Cómo me encuentro? ¿Qué quiero? ¿Cómo puedo saber cómo obtenerlo? ¿Cómo sé cuando lo obtuve? ¿Qué está pasando conmigo? ¿Alguien se ha preguntado eso? Y ahora mismo, particularmente, esa pregunta es bastante relevante, porque en esta época, es realmente una transición que se expande muy rápido desde un lugar a otro, y con la llegada de las redes sociales, etc., y una división masiva entre dos conjuntos de percepciones. Una percepción es “estoy buscando la felicidad”, y la otra percepción es “me están mintiendo”. Percepciones muy contradictorias, percepciones muy torpes, a veces incluso tenemos ambas percepciones, pero las expresamos en momentos distintos del tiempo.

En gran medida, mucho de eso es ruido, simplemente ruido. Una de las razones por las que llega a ser ruido fuerte, es porque no sé qué quiero experimentar. Oh, creo que sé lo que quiero.

Pero a menudo ponemos en movimiento cosas para experimentar, y vamos de instantáneamente decir, “sí, esto es lo que quiero”, a un minuto o una semana después, “olvidé que eso quiero”. Alguien te lo recuerda y “Oh, sí, sí, eso es lo que quiero”. Y luego otra vez se fue. Entonces, ¿qué es eso? ¿cómo sucede eso? ¿Por qué sucede eso?

Juguemos con esa pregunta. ¿Cómo me encuentro a mí? Y ¿qué aspecto tendría yo si me encontrara? Otra parte de esa pregunta. Y la gente, muchas veces, al hacer esa pregunta, ¿qué aspecto tendría yo si me encontrara?, básicamente responden “No lo sé, eso es lo que quiero ser. Si me busco y llego a encontrarme, probablemente no me van a gustar muchas de las cosas que vea.” Lo realmente interesante de esa observación, es que muchas veces nos detenemos, porque realmente no tenemos una sensación de quiénes somos. Y ese “quiénes somos” es realmente bastante fabuloso, bastante asombroso. Realmente excitante, quiénes somos. De algún modo, hemos jugado el juego al ir creciendo hasta este punto, y parece que hemos perdido la pista de quiénes somos.

Veamos qué hay disponible, y déjenme volver un minuto a esas oleadas de energía. Enormes oleadas de energía que están todo a tu alrededor, afectándote. Estas oleadas tienen que ver con una cosa: la transición. Algo así como una transición desde quiénes no somos, pero simulamos ser, hacia una percepción conciente de quiénes somos. Está enmarcado de varias maneras, lo hemos enmarcado en conversaciones previas, pasando desde esa base familiar en que estoy creciendo llamada 3D como definición por un rótulo, yendo hacia un lugar donde realmente me gustaría estar. ¿Y qué es eso? A menudo te dicen, ¿qué es lo que realmente te gustaría? Respuesta simple: quiero ser feliz, quiero disfrutar, quiero reír, quiero tener buena comunicación con la gente, quiero participar en un lugar donde haya respeto mutuo, propósito mutuo, y me ría mucho, y quiero ser feliz. ¡Realmente no es complicado! Y entonces, ¿por qué no estamos allí? ¿Por qué no estamos allí ocasionalmente? ¿por qué no a cada minuto del día? Y es muy interesante, si hago la pregunta ¿quién soy yo? Cuando miro en el espejo, lo que realmente veo es un montón de “quién no soy”, que me lo puse y lo probé para tener una sensación de eso, y luego perdí la pista y me confundí por un montón de “quién no soy”.

Entonces estas oleadas que están pasando justo ahora, tienen que ver con moverte desde quién no eres hacia quien sí eres. Y tienen que ver con dar y crear la oportunidad de soltar mucho de esa definición de quién no soy, mucho de lo cual es “no estoy bien, no merezco, etc. Estas oleadas continuamente abren posibilidades; tienen que ver con oportunidad y disrupción. No destrucción; disrupción. Abrir, aflojar, iluminar. Dar mucho más espacio para liberarse de puntos de referencia duros que sostenemos que dicen “no estoy bien, no soy buena persona, no soy feliz”; todo eso no es verdad, pero nosotros defendemos las limitaciones de modo bastante significativo en lo que se refiere a “quién soy yo”.

Y entonces suele pasar que encontrarme a mí mismo es una cosa desafiante, porque miro en el espejo, miro desde el mismo punto de atención y veo la misma cosa. Y no tengo mucha flexibilidad para considerar que tal vez esa imagen de mí no es realmente yo, tal vez sea el yo que ha sido presionado por la opinión de los demás, y pensamiento, y deseo, y esperanza y anhelo, y creación; crearme a mí en su imagen. Posible en estas oleadas.

Entonces a medida que estas oleadas realmente empujan y atraviesan, el lado disruptivo está literalmente disrumpiendo, desenredando, empujando en contra de todo ese “no estoy bien, no merezco”, aflojándolo todo. Una cosa que le pasa a la mayoría de la gente en el planeta en este momento es que están realmente desequilibrados. A medida que el “no estoy bien, no merezco” empieza a aflojarse, viene a la superficie y las burbujas se van. Y sin embargo, al venir a la superficie ahora estoy recordando lo que no iba a recordar. Recuerdo cuando ellos dijeron…; recuerdo cuando fue el divorcio; recuerdo cuando me avergoncé, sí, ya entienden cuál es el cuadro. Tomen una respiración.

Encontrarme a mí. ¿Cómo hago para encontrarme a mí? Oh, sí, las oleadas de luz. Volvamos a las oleadas de luz, el lado de las oportunidades de las oleadas de luz. Realmente es bastante similar al lado disruptivo de las oleadas de luz. Aflojarlo, hacerlo disponible, y simplemente soltar esto de “no soy feliz; no me gusta mi trabajo; no tengo bastante dinero; pero este es quien yo soy, este es quien yo soy”. Estoy estancado en este espacio. No hay estancamiento; hay oportunidad. Pero si no puede dejar de mirar ese “no es esto lo que yo realmente quiero; no estoy siendo quien yo quiero ser; no sé quién soy yo.” A veces ver las oportunidades es realmente desafiante.

En este tiempo, estas oleadas de luz que están pasando ahora, están haciendo algo realmente interesante. En un minuto jugaremos con ellas. Están creando una electricidad. Hay mucha electricidad en el aire; se está expandiendo, se hace realmente disponible para usar. Ahora bien, esta electricidad no es del mismo voltaje que la que corre por tus paredes, no es electricidad que haga daño, de hecho cuando te permites empezar a sentir esta electricidad, es como una sensación de cosquilleo como mucho, realmente apenas se nota. Lo fascinante de esta electricidad es que está creando una oportunidad de saltar de un lugar a otro. Ustedes saben que la electricidad hace un arco entre dos cosas; se acumula, se acrecienta, y entonces hay un salto, un arco eléctrico, un efecto como de un relámpago, entre dos cosas. Ya sea entre el cielo y la tierra, o algo muy simple en tus electrónicos.

Esta electricidad está construida de manera realmente específica para poder ser capaz de soltar lo que no soy, sin discutir con ello, sin tratar de justificarlo, sin tratar de encontrarle sentido; es simplemente una energética que cuando entras en su flujo, cuando la permites, simplemente salta hacia un lugar de bienestar. Te lleva. Los que conocen el concepto de ondas portadoras: simplemente te traen a otra vibración. Es bastante notable, porque cuando estás en ello y te aquietas, y te relajas y te vuelves realmente presente, cómodo, te permite llegar allí más cómodamente y más rápido. Una vez que estás en ese proceso de estar en quietud, observando, presente, hay una alegría. Esa es la palabra correcta aquí: alegría. Es realmente interesante, es más que feliz, es excitante y sin embargo es muy suave, cómodo, es como “Sí, ¡esto es lindo!” Y simplemente mueve tu atención, tu consciencia hacia un campo vibratorio de bienestar.

La otra cosa muy interesante al respecto es que, cuando estás en esa vibración de bienestar, empiezas a absorber lo que está en ese campo de bienestar. ¡No se requiere trabajo! Sin esfuerzo. Solo quietud, alegría. Otra respiración, porque estamos cambiando la energía. Y es realmente excitante, porque está este salto, en este espacio, estoy sentado aquí, quieto, me aquieto, y de repente es como “Oh, vaya, ¡me gusta esto!” Ni siquiera se nota, ¿cómo llegué desde allá hasta aquí? No se nota. Pero allí sentado, empiezas a absorber. Y lo que absorbes es bienestar. Lo que absorbes es: encontrarme a mí mismo. Encontrarme. Realmente excitante. Interesante: no tienes que buscarte, simplemente te encuentras. “Vaya, esto está bastante bueno. Es cómodo. Me gusta esto”.

Esta electricidad, si la permites y la notas, es una sensación de cosquilleo en el cuerpo, muy sutil, muy tranquila. Hay una sonrisa adherida a eso. La energía salta; tú saltas, sin esfuerzo, llevándote desde ese lugar de “no sé quién soy, no sé qué hacer, tengo todos estos problemas” hacia “no pasa nada, se siente bien.” Otra respiración.

Este tú que juega en el espacio de “no estoy bien” es realmente interesante, porque ¿quién es ese? ¿Quién eres tú, en ese espacio? Pero mejor la pregunta ¿Quién no eres, en ese espacio? Quién sí eres, es realmente una configuración de pensamientos, emociones, sentimientos, experiencias, entorno, genética. Allí es donde jugamos. La parte interesante es que eso ni siquiera es quién eres. Eso es todas las piezas del rompecabezas con que viniste a jugar aquí, para tener una experiencia.

Quién tú eres, es una consciencia que está teniendo la experiencia física. Y tú eres esta consciencia, es una parte de ti que es parte del alma. Es parte del espíritu, es parte del Creador, ya es muy lejos para atrás. Solo teniendo una experiencia. Tenemos esta experiencia en todo nosotros, y luego creemos que somos esa experiencia; somo nuestra genética, somos nuestra nacionalidad, somos una necesidad. Yo sé esto, esta experiencia que tuve, esto es lo que pienso de ella, entonces este es quien yo soy. Una respiración más.

¿Qué tal si, simplemente estando en quietud, presente, relajado, notando, con un par de buenas respiraciones, eres capaz de entrar en esta oleada? Te trae a este lugar que no tiene ninguna relación con todos esos aspectos de cómo hemos estado jugando el juego. Si lo notaste, algo acaba de cambiar.

Meditación Guiada

Otra respiración, y sin pensar, sin entrar en un trance, ir a un lugar de real quietud, solo al cerrar los ojos y realmente estar allí, porque muchos de nosotros tenemos este proceso muy mecánico de decir, “Está bien, voy a meditar” y cerramos los ojos y entramos en una alineación. Pero esta es tal vez una alineación un poco diferente, de modo que, si te parece, quizás con los ojos abiertos, toma la decisión de estar en quietud. Y luego, solo una o dos respiraciones suaves, si cerraste los ojos está bien, pero ojos abiertos. Y luego simplemente nota la quietud. Y con la siguiente respiración, más quietud. Podría sentirse más relajación, los músculos se relajan más. No hay apuro, solo notarlo. ¿Cómo llego desde donde estaba a donde quiero estar? ¿Cómo me encuentro… a mí? No es trabajo. Magia. No es trabajo. Quietud. Más relajado. Y luego toma conciencia de estar presente, o sea, justo aquí. Y dices para ti mismo, en tu cabeza, “estoy presente; estoy justo aquí.” Y luego nota qué es “justo aquí.” Es quietud. No estoy pensando, no estoy en ayer, no estoy en mañana, no tengo un problema, no trato de preocuparme, solo estoy notando: en quietud, presente. Ahora bien, para algunos lo que empieza a pasar justo aquí es que empiezas a tener una sensación de salir a la deriva, aun con los ojos bien abiertos. Porque en este espacio de quietud, relajación, tiempo presente, estás empezando a encontrarte a ti. No el tú que está preocupado, o incómodo, o en desafíos. Tú existes en un campo vibratorio que no tiene ese ruido. Una cosa que sucede es que empiezas a estar conciente en un nivel vibratorio diferente. A veces nos referimos a eso en Mastering Alchemy como la cuarta capa de pensamiento. Tranquilo, consciente, presente. Sin inclinarme hacia algo; no necesito nada. Curioso. Puedo permitir que la respuesta venga a mí, pero no la necesito aquí mismo. Ahora, considera la palabra “feliz”, el sentimiento de “feliz”, o algo similar a eso, porque podría no ser tu palabra, podría ser complacido contigo mismo, o cómodo, o más relajado, se siente bien, me gusto, algo en esa variedad, encuentra un sentimiento que viene junto con esa palabra “feliz”.

Luego, parte del cambio, si consideras permitir “feliz”, no discutir con ella, solo decirte para ti mismo, “yo puedo permitir ‘feliz’. Ahora bien, para muchos, “no se me permite ser feliz”. Tengo todas estas cosas que he acumulado, no estoy bien, no soy atractivo, no merezco, no le gusto a nadie, nunca tendré éxito, y todas estas cosas las he coleccionado y no puedo sr feliz porque tengo todo esto que dice que no soy feliz. Una respiración.

Y simplemente toma conciencia de todo eso y empieza este salto; simplemente “Puedo ser feliz; me lo voy a permitir”. Parte de lo que es muy asombroso es que no reconocemos que podemos sencillamente cambiar. “Puedo permitirme ser feliz, aquí mismo, sin razón alguna.” Tranquilo, relajado, Y luego permítete dejar de pensar. Dile a esa mente racional: siéntate allá; yo voy a estar aquí.

Ahora bien, justo aquí, a menudo, a veces, ocasionalmente, hay un poco de inconsciencia. Verán, eso es todo el no-permiso; yo no doy permiso, lo hago a mi modo. Cuando empiezas a darte permiso a ti mismo, entonces te permites encontrar “feliz”, ser feliz, lo sabes íntimamente. Todas las otras energías de “no puedo; no soy feliz,” no son tuyas. Todas las veces que dijiste “no soy feliz” no son tuyas. Son solo observaciones: no estoy donde quiero estar, no soy feliz. Muchas energías se están yendo ahora mismo, burbujea, de modo que si yo dijera “¿estás feliz?” podrías estar pensando en “feliz”. Pero trae tu atención a “feliz”. ¿Cómo se siente eso? En “feliz” hay una sonrisa.

Y luego un simple pensamiento, un lugar de juego si te parece, me permito a mí mismo estar más feliz, un poco más feliz. Tal vez una sonrisa más grande. Es demasiado pronto para la risa, de modo que no te apures a la risa; solamente feliz, con una pequeña sonrisa. Y aquí mismo, sé curioso. No pienses, solo permite, date cuenta, se curioso.

Y hay esta electricidad, y la electricidad permite, acumula, alegría. En el espacio “feliz” que has creado, sonrisa, entretienes el pensamiento de esta electricidad, este salto, que simplemente me permite empezar a estar feliz, complacido, entusiasta, considéralo. Una respiración más. Y permite a esa electricidad que empiece a moverse por tu cuerpo; es realmente sutil, cosquillea. En cierto modo es como leerle un cuentito a un niño pequeño, y crear más intriga, y decir “y luego, va a pasar esto,”; electricidad, esto va a pasar. Sí, sí, esto empieza a moverse por ese espacio. Lleva tu atención a tus manos. Si estás pensando “estoy esperando, estoy esperando”, no pienses. ¿Cómo se sentiría el cosquilleo en tus manos? Tal vez en tus brazos. Tal vez sube de la Tierra y entra a tus pies. Energía interesante. Te hace acordar de las películas de Peter Pan. Yo creo. Y simplemente permítete empezar a absorber este salto. No hay apuro. El cosquilleo puede estar allí o no. Permítele aparecer. Está en el “feliz”. Está en el “yo creo”. Es esa energía que está en el Mago de Oz, cuando ella golpea los talones: “Yo creo”. Soy más que lo que simulo ser. Y está en esa sonrisa. Puedes notarlo; todo lo que estoy haciendo es disfrutar de encontrarme a mí mismo. No es complicado; no requiere mucho trabajo; en realidad no requiere trabajo. Me gusto. Encuentra tu imaginación, y cámbiate a esa imaginación. Feliz. ¿Qué puedes hacer, que te permita expresar “feliz”? Jugar en el jardín; ir a caminar. Y encontrarme a mí mismo en “feliz” La parte interesante de encontrarme a mí mismo en esta simplicidad, “feliz”, relajado, presente, notando, permitiendo que todo lo que no soy básicamente se desprenda. No estoy en el momento golpeando todo para que se desprenda; estoy reconociendo dónde estoy feliz, cómodo, relajado, dónde estoy complacido conmigo mismo sin razón alguna. Mucho de lo que yo no soy está simplemente yéndose. ¿Está todo perfecto ahora? No. ¿Se ha ido todo? No. ¿Importa? No. Me estoy encontrando en “feliz”. Encuentra la sonrisa; nota la sonrisa. Un poco más. La sonrisa. A veces, la sonrisa es un desafío, porque estoy tan enfocado en “no estoy bien”. Si realmente quiero sonreír, pongo mis dos dedos a los costados de la boca y extiendo la boca, y sonrío. Aquí mismo, simplemente sé la sonrisa.

Para aquellos que juegan en Mastering Alchemy hay algo llamado 9º Rayo, y este tiene que ver con el sonido, las vibraciones. Y un punto, en todo este trabajo; llegas a un concepto, una vibración energética llamada éxtasis. No, no es una droga. El éxtasis no es realmente lo que piensas que es. Oh, debiera ser. Pero está cerca. Es esta sensación de derivar, es una onda portadora que te lleva. Aquí mismo, está muy enganchada con esta electricidad y este salto desde donde yo no soy a donde yo soy. Está a solo un pensamiento de distancia. No demasiado lejos en absoluto. Algunos de nosotros realmente hemos estado encerrados previamente en “estoy perdido, no estoy bien, no sé lo que estoy haciendo, no sé cómo encontrarme.”

Esta onda portadora es realmente conmovedora, es muy excitante cuando se aplica. Puede que recuerden un cuento infantil sobre Aladino, él tenía una alfombra mágica – una onda portadora, éxtasis, no es cuento. ¿Qué tal si simplemente permito a la imaginación, aquí mismo? Porque aquí, en este salto, estas oleadas de luz que están llegando, hay una tangibilidad del otro lado del salto. No imaginada. No es simulada; es mucho más tangible.

Muchos de ustedes participaron en un proyecto, Banco del Parque, sentados en ese banco del parque. ¿Qué les parecería crear un reino de consciencia en el que ustedes se encontraran, jugaran en él, experimentaran todas esas cosas, respeto mutuo, propósito mutuo, risas? Verán, aquellos de ustedes que jugaron allí, y los que no, han tenido éxito. Y en parte este salto, cuando permiten este “feliz, relajado, complacido conmigo mismo”, sin esfuerzo, se sientan allí, en esta electricidad, a medida que aumenta, y empezará a hacerse más sabrosa, más real, dedos cosquilleando.

Ese reino de consciencia que se creó, creó la arquitectura, el paisaje, el entorno, el respeto, la dignidad, la belleza, el bienestar, feliz, ustedes lo crearon. Ahora pueden sentarse en él y empezar a absorber. La parte interesante de absorber es que empiezas a encontrarte a ti mismo, a conocerte a ti mismo A gustarte a ti mismo. No es trabajo. Nada de qué librarse, nada roto, nada que reparar, nada de qué disculparse. Simplemente te estás permitiendo absorber… a ti. Una linda respiración suave. Feliz. Mira alrededor, no veas nada, sin embargo hay mucho allí. Siente. Me gusto. Hay una curiosidad, aquí mismo. En el feliz. Y haces esa pregunta, ¿quién soy? No desde el no saber; simplemente permitir, absorber, Y algunos van a decir, “esto es tonto; cuentos de hadas. No funciona.” ¿Y cómo sabes que no funciona? ¿Y qué te parece el otro, allá, del otro lado? Ese del “no estoy bien, no merezco, no le gusto a nadie,” ¿qué tal funciona ese para ti? ¿Qué pasaría si solo estuvieras curioso, feliz? Sin ninguna razón. Y absorbes quién eres. No es trabajo. Simplemente siéntete feliz. Complacido conmigo mismo, me gusto. No importa, es todo lo mismo. Esto es bueno. Sonríe. ¿Cuál es tu color favorito? Mira, allí está. No es esfuerzo. Podrías jugar con los animales. ¿Con cuál te gustaría jugar? Allí mismo. Permite… para ti mismo. Y si puedes sentarte en la belleza, ¿cómo se sentiría eso? Envuelto en la belleza. El sentimiento. La elegancia. La suavidad, el encanto de la belleza. Es una energía. Si pudieras crear para ti mismo un ambiente en qué vivir, para experimentarlo, para disfrutarlo, para despertar cada mañana, y “¡Vaya! ¡Esto es grandioso!” ¿Cómo se sentiría eso? Salir del dormitorio o el living hacia el patio y mirar afuera a un entorno de belleza excepcional. Justo ante tu porche trasero. ¿Cómo se siente absorber belleza? Verás, ese entorno en que vivimos, que está compuesto de los pensamientos, las emociones y las experiencias, y todas las opiniones de otros, eso no es tanto de mi creación. Oh, tal vez las plantas y los árboles y la belleza son aquello por lo que vine aquí a jugar; todo ese recubrimiento, opiniones, enojo, juicios, eso no es quien yo soy. Pero aquí, en el porche trasero, para mí es tan magnífico como los Alpes Suizos, con una hermosa bahía justo de este lado, y las ballenas y delfines y las nutrias y las bellas secoyas, y los pájaros que cantan, el tibio sol. ¿Cómo es tu entorno? Feliz. Una sonrisa. Una linda respiración de aire fresco en ese porche trasero, mirando afuera a lo que yo deseo experimentar para mí. Y allí estoy. Y luego ese afloramiento rocoso masivo allá, realmente asombroso, eso soy yo, eso es la Tierra, yo soy eso, yo soy uno con eso. Y esa cascada allá, sí, eso soy yo. Y el aire es fresco, limpio, eso soy yo. Y el sol… eso soy yo, el calor. Uno con los elementos, y con los elementales. Esta sensación de feliz, belleza, sonrisa, eso soy yo. Una consciencia que vino a la fisicalidad, para tener una experiencia. Hay una sonrisa, y una belleza. Encontrándome.

Y eso no es bastante. Salta desde ese porche trasero y vuela. No hay restricciones, cuando te encuentras a ti mismo. Una linda respiración, en esa electricidad, esa alegría simplemente empieza a estar presente; está en los átomos, en las moléculas, en las células del cuerpo Estoy encontrándome. Aquí mismo, suelta esa última restricción, “Oh, ya sé, pero es demasiado trabajo” Siempre la imaginación está inventando la historia. Entra en ello. ¿Puedes absorber esa belleza? ¿Puedes permitirte tenerte a ti mismo?

Y miro hacia allá, y hay otra parte de mí. ¿Qué aspecto tiene eso? Cómo desearía experimentarme a mí. Para estar conciente de esa sensación, por así decir, de absorberme a mí. Simplemente ser magnéticamente atraído hacia adentro.

Con la siguiente respiración, toma nota de ti mismo. Esto no es un trance, no es una meditación, esto es volverse consciente de quién soy yo. Aquí mismo, esto no es derivar en una fantasía, no es una meditación; es una percepción conciente. Uno con esa cascada, ese bello afloramiento rocoso, en el calor del sol, el aire fresco, simplemente reconócete a ti mismo. Sin pensar. Sin empujarlo al futuro, “oh, sí será realmente lindo”. Ahora. Aquí. Eres dueño de ti mismo. Este es quien yo soy. Una linda respiración suave.

Atrae eso a ti, con certidumbre, comando, tu presencia. Este es quien yo soy. Señorío. Feliz. Y en esto hay una misericordia, es delicioso; este es quien yo soy. Estoy absorbiéndome. Muy consciente. Me doy cuenta. Sonrisa. Feliz. Presente. Y al mismo tiempo, estoy sentado en una silla. No hay contradicción. Aquí estoy. Y ten la sensación de una habitación que te rodea, sin apartarte del “aquí estoy.”

Y considera que dentro de unos momentos abrirás los ojos, y sin embargo… estoy en ese porche trasero, me doy cuenta de la sonrisa. Perdemos la pista de nosotros mismos ante las circunstancias que nos rodean. Pero este Cambio tiene que ver con ser quien yo soy, y crear las circunstancias a mi alrededor. Mientras ocurre la disrupción de quien tú no eres, cuanto más puedas sentarte en este espacio, explorando, permitiendo, divirtiéndote, disfrutando de ti mismo. Todo lo que no se parezca a esto, se desprende y se va, sin esfuerzo. Este es un espacio de ojos bien abiertos, caminando en tu trabajo, en tu relación, conduciendo un coche en el tránsito de la autopista. Este es quien tú eres. Y extrañamente, el tránsito de la autopista de algún modo empieza a irse, porque tal vez el trabajo que no me gustaba desapareció, y ese trabajo que yo quería… oh, es como un milagro Y tú absorbes el “encontrarme”, sin esfuerzo. Feliz, complacido contigo mismo.

Sin salir de esto, ¿puedes tomar un momento y respirar abriendo los ojos? No veas nada, solo respiras abriendo los ojos allí donde estás. Un par de respiraciones, parpadea, este es quien yo soy. Ahora, aquí mismo, mientras abres los ojos, ¿cómo deseas elegir? Así de simple; puedo cambiar mi atención a donde yo estaba hace una hora y continuar. O puedo elegir empezar a darme cuenta y estar consciente de esto, y empezar a experimentarlo en mi espacio de camino cotidiano. Es una elección. ¿Qué elegirías? Un par de respiraciones; ojos abiertos, mueve los dedos de los pies, presente en tu cuerpo, esa cascada todavía está allí adelante.

Antes de pasar a las preguntas, déjenme decir esto: la oleada que se despliega ahora mismo, es tranquila, y muy disponible para la elección. A medida que te vuelves más consciente de ella, va a seguir permitiéndote darte cuenta de tu elección. Es muy positivo. Las cosas empiezan a funcionar; yo estoy disfrutando. Simplemente estoy en esa onda portadora, empieza a saber más sobre mí mismo.

Cuanto más juegas en el juego tridimensional puede que encuentres que esa electricidad todavía es muy suave, pero puede estar empujándote. “Vaya, esto es mínimamente incómodo” o bien “Oh, tengo esta electricidad en mi cuerpo”, no empujará más allá de eso, pero te insistirá: ¿Es aquí donde quieres estar? Jugaremos más con esto en días por venir. Esto no fue una meditación, esto fue un conjunto de información. Esto fue mucho más una instrucción que una linda experiencia agradable que olvidaré cuando me ponga de pie. La instrucción viene de esa parte de mí que es el alma, el Yo Superior, interesado en navegar en una dirección que incluya “feliz”. Otra respiración. Feliz.

Y déjenme pasar esto a Roxane, para contestar algunas preguntas. Estén presentes. Vean si pueden estar alertas y presentes. Sin permanecer, pero estando conscientes de lo que acaban de hacer. Y a mí me interesa cómo fue eso.

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar