domingo, abril 26, 2020

Jim Self - Proyecto Banco del Parque - Abril 12, 2020




Proyecto: BANCO DEL PARQUE
Jim Self - Mastering Alchemy
www.masteringalchemy.com
12 de Abril de 2020

¡Hola! ¡Bienvenidos! Qué bueno estar aquí como siempre. Estamos en una época muy interesante, montones de cambios y experiencias fascinantes que estamos poniendo en movimiento. Déjenme decirles primero que quienes, entre ustedes, han recibido de algún modo el impacto de este virus, ya sea amigos o familiares, enviamos nuestras bendiciones y buenos deseos a todos a su alrededor. Esto pasará, y es una experiencia muy interesante que tenemos en diferentes niveles, lo hablaremos en otro momento. Muchos de ustedes son nuevos aquí, de modo que son muy bienvenidos.


Esta mañana salí a caminar, para tener una sensación de a dónde está yendo esto, y hacia dónde se mueve esta energía. En el curso de mi caminata, pasé por una iglesia y las campanas estaban sonando. Esta es una iglesia vieja, y tiene campanas, en lugar de una grabación que transmite sonido de campanas. Y cuando pasé por la iglesia, una de las campanas no estaba afinada correctamente. Ahora bien, muy poca gente oía eso, porque no estaban en un espacio de estar muy presentes, conscientes y enterados de sus alrededores. Pero al pasar, mi atención seguía volviendo a esa campana, y esta creaba una vibración, como una onda, un rizo, en el tiempo, y ese rizo era inarmónico. En otras palabras, mezclado en los armónicos de las otras campanas.

¿Alguna vez han notado la diferencia, en cómo se experimentan a sí mismos cuando están felices o cuando están preocupados? Cuando están felices hay una facilidad (comodidad), y cuando están preocupados algo no está bien, algo está fuera de equilibrio, fuera de vibración, por así decirlo. Pero cuando están felices, están en tiempo presente, no perturbados por vibraciones inarmónicas. De hecho la mayoría de ustedes ni siquiera oyen, o ven, o sienten esas vibraciones inarmónicas. Cuando están en el espacio de la preocupación, su atención parece estar fija en reparar alguna cosa. “¿Por qué me pasó eso en el pasado?” O bien “Algo anda mal en esto”. Y luego acabas teniendo una experiencia inconsciente de miedo. Miedo: muy predominante en este juego de la 3ª dimensión en que jugamos. Pero este aspecto del miedo es muy magnético; es una vibración electromagnética que simplemente atrae el ruido, atrae los problemas, lo que no está bien en la vida. Muy magnética.

Pero cuando entras en “feliz”, ese nivel de magnetismo empieza a ser menos magnético – no es que se va – simplemente porque el punto de tu atención no está puesto en él o traído a él. Entonces, una de las cosas de esta experiencia tridimensional de vida en que estamos es que nos aferramos a la linealidad de esta vida tridimensional, a nuestro pasado. Y nuestro pasado lo construimos de muchas maneras, “¿Por qué pasó eso? Ojalá pudiera arreglarlo en el futuro.” Pasado; futuro. Esa capa de miedo magnético nunca se va, simplemente permanece en ese estado suspendido, en gran medida porque nuestra atención está en el pasado y en el futuro. Mucha gente en el planeta anda caminando en el pasado y en el futuro; no viven en tiempo presente.

Un aspecto interesante de este espacio de pasado/futuro, lugar en que crecimos, es que este concepto de equilibrio no existe en la 3ª dimensión. Puede parecer un concepto extraño; simplemente no existe. “Pero Jim, ¡yo he estado en equilibrio!” Sí, has estado en equilibrio, es verdad. Pero cuando estabas en equilibrio no estabas en la experiencia tridimensional. Estás en una experiencia que es simplemente de tiempo presente “estoy justo aquí, estoy en equilibrio”. El equilibrio no existe en el espacio tridimensional.

Este espacio donde empiezas a estar en equilibrio es tranquilo, silencioso, y tiene autorización para permitir una experiencia. Donde está ese pasado/presente/futuro, esa tracción magnética del miedo, no se permite el equilibrio ni el permiso para que ocurra algo nuevo. Es la mecánica de este juego en que hemos jugado. Tomen una respiración, si les parece. Bienvenidos a su banco en el parque.

Verán, este banco del parque es... ustedes. Y ustedes son el banco del parque, son quienes son, donde está ese punto de atención. Y cuando están en la preocupación, fijo en algo que no está bien, realmente no están en ese banco del parque. Cuando entran en este estado de “feliz” o muchas de las otras vibraciones, este miedo sutil que hemos experimentado en el pasado está en proceso de disolverse. No es por accidente que nos reunimos en este día; en la religión cristiana es Pascua, este período en que nos encontramos, la Pascua, el Ramadán, puntos de atención en que las personas en todo el mundo cambian, tal vez no de superar la preocupación, sino de cambiar la atención a un espacio donde se vuelven más conscientes de su espiritualidad, más felices de muchas maneras, más equilibrados, ponen más atención en cómo nos tratamos unos a otros, cómo tratamos a la humanidad, a la Tierra.

Está sucediendo un enorme reinicio (N.T. reset). Dijimos el año pasado, dijimos al comienzo del 2020, se va a crear un reinicio, una transición, va a volverse muy diferente ir hacia delante de lo que ha sido en el pasado. Este reinicio está ya bastante instalado. Por así decirlo – hablaremos más de esto en el futuro – hemos estado hablando durante mucho tiempo de esta transición que venía, esta transformación, esta especie de división en que se crean dos estratos de la consciencia. Uno en que muchos se muevan a un estado de bienestar, que digan “Tiene que haber algo nuevo, todo nuevo”. Hay otros que están incómodos con toda esta transformación y tratan de aferrarse a su status quo. “No sé qué hacer. Estoy perdiéndome. Estoy perdiendo mi status quo”. Pero también en ese estrato hay muchos a quienes realmente les gusta ese juego de codicia, dominación, imposición, esclavitud, competencia, ventaja, y discuten en favor de esa realidad. Este reinicio está interrumpiendo significativamente esa realidad, ese estrato que está inseguro de su status quo, y exige su lugar en su mundo, que está cambiando.

Esa transición, esa división – hagámoslo simple: división – de los dos estratos que se aproxima, ya no se aproxima. Ya ha sucedido. Estás sobre una nueva vereda móvil, por así decirlo una cinta transportadora, la transición ocurrió y está detrás de ti. En este espacio donde estamos jugando, aquí mismo, este lugar donde deseamos bienestar, deseamos esta consciencia multidimensional, de bienestar, respeto, dignidad, aprecio, co-creación, risas, feliz. Hay mucho en movimiento en este momento. No es algo que está viniendo; es algo que está aquí, está presente, está activado, estás en esa vereda móvil. No hay regreso a aquel otro lugar donde has estado. Algunos de ustedes están allí. Muchos no. Algo importante está en movimiento. Entonces toma una respiración.

Este espacio, esta especie de vereda móvil, donde internamente todos hemos deseado o esperado y sabido que existe, simplemente no estaba aquí todavía… Existe, está en su lugar, se está desplegando, tiene muchas capas; muchas, muchas oportunidades se están presentando. Pero una de las cosas de que hemos hablado en el pasado está en ese juego tridimensional del que venimos, cómo nos entendemos a nosotros mismos es simplemente lo que llamamos círculos concéntricos, ustedes viven en círculos concéntricos. Si dibujas en dos dimensiones círculos concéntricos sobre un papel, moviéndose y alejándose más y más; círculos concéntricos. Cuando entramos en este espacio de “feliz” y más y más presente, más y más cerca del equilibrio, del punto central, estamos conscientes; estamos notando las cosas. Luego aflojamos, nos alejamos de nosotros mismos, nos involucramos con los amigos, o con nuestras preocupaciones, en “¿por qué no es posible? ¿cómo puede ser que pase esto?” y así nos movemos más y más lejos de nosotros mismos. Menor capacidad de manejarnos, menor capacidad de elegir y evaluar una acción que desean. Menor capacidad para observar lo que está pasando, porque uno está en los círculos concéntricos. ¿Tiene sentido? Toma nota de ti mismo. Cuando estoy feliz estoy aquí mismo, cuando estoy preocupado estoy en mis círculos concéntricos, cuando estoy inseguro, no tanto. Otra respiración.

En este reinicio, en este espacio de sentarse en el banco del parque, empezando a permitirte estar feliz, darte a ti mismo, me gusto, aquí mismo, lindo día de primavera. Lindo clima, los árboles empiezan a cambiar de color. Los del hemisferio sur empiezan a cambiar a otros colores, los de aquí empiezan a estar verdes. Otra respiración.

Este reinicio está lleno de potenciales; posibilidades ilimitadas, y facilidad. En este reinicio la capacidad de estar feliz, en facilidad, sin molestias, está en el proceso de ocurrir, está desplegándose, no es si está aquí o no está aquí: está desplegándose. Toma otra respiración.

En este espacio en que ahora empezamos a encontrarnos, esta vibración contiene equilibrio, puedes inclinarte a la izquierda o a la derecha e igual estar en equilibrio sin caerte fuera de equilibrio. En el cambio, sucede de manera muy simple que los círculos concéntricos planos que te alejan de ti en una especie de pasado y futuro lineal “¿qué habrá en el futuro allá? Quisiera que aquello no hubiera sucedido allí atrás.” Pasado, futuro, líneas planas, círculos concéntricos, alejándote de ti mismo. Eso cede el paso a algo más simple, mucho menos entorpecido, la facilidad. Y en este espacio, esta facilidad empieza desde el punto central de la esfera. Lo que pasa con la esfera es que al estar en el punto central, la esfera se puede expandir hacia afuera, se puede expandir hacia adentro. Nada se agrega, nada se pierde, nada se abandona, y nunca te mueves de ese punto central. Toma otra respiración.

¿Qué tal si eso es correcto? ¿Qué tal si eso es real? ¿Cómo sería ser capaz de estar simplemente en el punto central de ti mismo, en alegría, en facilidad, en equilibrio? Toma otra respiración y ponte cómodo en tu banco del parque.

Por el momento, simplemente date cuenta de la estación en que estás, primavera u otoño, según el lugar del mundo donde estés, cambio. Realmente este punto de equilibrio, este punto donde entran en juego los equinoccios, punto de equilibrio. Simplemente toma una respiración, recuéstate en tu asiento, feliz. Puede que estén ocurriendo cosas en tu vida, pero ahora mismo estás en tu asiento, un punto singular en el centro del círculo, centro de la esfera para permitir al cuerpo que se relaje. Aquí no hay nada roto, nada que reparar; otra respiración. Encuentra la facilidad, la comodidad, relájate y simplemente encuentra la facilidad.

Una cosa interesante en estos días es que mucha gente está sosteniendo su atención en el lugar de la espiritualidad, del bienestar. Están apartándose de sus círculos concéntricos y haciendo una pausa, están reiniciando, relajando, encontrando alegría en su propia espiritualidad. Están felices, a pesar de todo lo demás. Toma una respiración y exhala, siente esa sensación de “feliz”, hay otras cosas, pero siente ese “feliz” Mientras te relajas en tu espacio, simplemente toma conciencia de una inhalación y de estar justo en el corazón, en el Corazón Sagrado, adentro, aquí estoy, presente... relajado, tranquilo, equilibrado. Este es quien yo soy. En este punto de consciencia, con muchas capas y más capas de consciencia, oportunidades de experimentarte a ti mismo. Hagamos una caminata en este espacio. Oh, hay muchos en este banco del parque, pero aquí mismo somos solo tú y yo, y yo no cuento. Vayamos a caminar. A lo largo de este parque corre un arroyo, hermoso, tranquilo; el cielo está azul y el aire tibio. Vamos caminando por el bosque; hay helechos; hay plantas en flor, árboles hermosos, y el suelo es rico, afloran rocas, y caminamos. Nota esto alrededor, pero nota que está en quietud, la naturaleza aquí no conoce interrupciones, todo es bienestar.

Al recorrer este sendero, que a veces va subiendo y luego bajando, están esas pequeñas aperturas donde tienes oportunidad de ver bellas montañas y valles. Aquí puedes hacer una pausa y simplemente decirle hola a la Madre, gracias. Miras alrededor, ves animales, aves, peces en el arroyo, y hay bienestar. Está en calma, es bello. Ten esa sensación de belleza al mirar a tu alrededor. Al sentir la belleza empieza a crecer una sonrisa desde el corazón. El aire está tibio, toma una respiración; se disfruta escuchar a los pájaros. Por allí hay una rana que está diciendo “hola” – bienestar. Estoy feliz. Estoy en tiempo presente, en facilidad, nada distrae mi atención... Los armónicos están en equilibrio. Nota: “tengo permiso... para ser feliz” Aquí mismo tengo permiso para disfrutar, para darme el permiso para disfrutar.

Es un reinicio. Simplemente al estar en este punto disfruto de mí mismo. No necesito moverme, no hay nada por hacer. Toma una respiración, huele qué fresco está el aire en esta caminata. En este lugar hay muchas rocas en el arroyo, están calientes por el sol, el fuego del sol que calienta las rocas. Por allí hay una roca en la que te puedes sentar, y dejar colgar tus pies, y tocar el agua con los dedos de los pies. El agua te refresca. Estoy complacido conmigo mismo. Muy simple. Reinicio.

Sentado aquí, simplemente toma una respiración, y al inhalar, exhala a 360 grados alrededor, en todas las direcciones. El aire se mueve entrando a los pulmones y sale de los pulmones. Voy a devolver lo que estoy tomando. Justo en este punto singular donde estás, ten una sensación de ti mismo y con la próxima respiración inhala luz, una simple respiración, trayéndola hacia adentro desde arriba de ti y a través de esa columna que existe dentro, con todos los chakras, justo en el centro, el corazón, justo en el centro, viene desde arriba de ti, hay una Triada – para quienes conocen esa palabra – y va directo al centro de la tierra, el Corazón de la Madre. Al comenzar la próxima respiración, ten una sensación de respirar desde esa columna hacia arriba hacia el corazón hacia abajo, al Creador. Luego exhalas a 360 grados alrededor, al borde de la esfera. Sería simple, y esa respiración sale a la esfera, digamos, no sé, 8, o 6 pies a tu alrededor, sale hacia afuera.

Con la próxima respiración, inhalas y esta vez atraes esa esfera hacia adentro a un tamaño de 15 pulgadas, 20 cm., 10 cm. Muy pequeño. De modo que sientas el confinamiento. Aquí estoy, lindo, acurrucado en un pequeño espacio. Luego otra respiración, y esta vez expandes este espacio de vuelta hacia afuera, a tu alrededor. No necesita ir lejos. Este soy yo, yo existo en esta esfera de luz, yo soy el punto central. Y otra inhalación, y afuera al borde de la esfera, la próxima inhalación trae derecho hacia adentro del corazón. Contiene campos de consciencia. Este es quien yo soy. Expansible hasta la Fuente, hasta los puntos más lejanos de lo más lejano. Y es compactable hasta la célula, hasta la molécula, hasta el átomo, hasta la partícula adamantina, la partícula más pequeña. Y sin embargo aquí estoy, estoy en el centro de la esfera. Nada se ha perdido, nada se ha ganado, nada se ha abandonado, facilidad/comodidad. Esta vibración, esta respiración hacia adentro y hacia afuera, empieza a ser esta danza rítmica, crece, mejora, muy en esa naturaleza femenina de la creación, no perturbada, libre, sin líneas, sin ángulos, sin restricciones, simplemente la libertad de ese aspecto femenino de creación en las dimensiones más altas. Sin limitaciones. Posibilidades ilimitadas. Hay una sonrisa en el corazón y hay una facilidad, paz, calma.

Miras alrededor durante esta caminata y hay belleza, parece excitante, está vivo; respira esa sensación de vitalidad. Verás, esta vitalidad nunca se fue; es una capa dentro del corazón, es un punto de atención. Está accesible con atención. Lleva tu atención a ese cielo azul en la caminata. Cuando el arroyo pasa entre las rocas hace un hermoso sonido; tu atención está allí. Ya ves, tienes atención en todas partes en todo lo que es; tú existes. Y lo más interesante es que tú existes en todas esas capas, plenamente consciente. Hay muchos aspectos de ti mismo que están accesibles para ti ahora mismo, pero no estás jugando allí en este momento. Vine aquí para experimentarme a mí mismo en este punto físico. Pero aquí en la esfera la capacidad de comunicarme con la Fuente, el Espíritu Santo, la Consciencia Crística, el Alma. La Súper Alma, el Alma Crística, el Yo Superior. Todo eso tú, más tú, en capas. Capas que son inaccesibles desde los círculos concéntricos, demasiado ocupado alejándome de mí mismo, alejándome del punto central. Otra respiración.

Pero aquí, sentado en la roca, sentado en el banco del parque, consciente en el punto central, apreciándome a mí mismo. Aquí es donde la percepción conciente permite la oportunidad de darme a mí 100% y 100% crear la arquitectura de un paisaje, un entorno, para estar en servicio a otros. 100% para mí, y simultáneamente la belleza que contengo se irradia desde este punto singular en la esfera. Posibilidades ilimitadas dentro de las capas crean una expresión tomada de las capas de mi consciencia. ¿Qué tal si esta belleza, esta facilidad, la calma en el aire, el sonido del agua, la belleza de las plantas, la riqueza del suelo, la elegancia de las montañas, 100% para mí? ¿Qué te parecería pintarlo en la tela del Todo lo que Es para que otros puedan empezar a experimentarlo? Este banco del parque, esto de sostener un nivel de luz y belleza, complacido conmigo mismo, y mostrarlo a otros. En este espacio, en este reinicio, sentado en el banco, ellos vendrán, uno a uno, de diez en diez, de a cientos. Y estarás tranquilamente sentado en el banco, viéndolos hablar de las nubes, de las aguas, de la tierra, y la facilidad y la belleza – y olvidarán que esto es el reinicio. Pero se necesita que uno ponga la luz en el candelabro – solo uno. Otra respiración. Porque hay una oportunidad aquí, en este día, para empezar a expandir la tela, agregar a la oportunidad, y en tanto, toma consciencia de esa respiración, exhalando hacia el borde de la esfera y trayendo de vuelta al corazón. Reconoce esta esfera como muy expansible y contraíble, es tu espacio, es “el hogar” por así decirlo. Campo de contención, grande o pequeño. Este es mi punto de consciencia con la Fuente.

Verán, hay frases interesantes en que la gente queda atrapada, que dicen “eres creado a imagen del Creador”. La frase no queda terminada, lo deja colgando allí. Lo que no dice es que tú eres la creación del Creador, viniendo aquí para reflejar de vuelta hacia el Creador lo que el Creador es. Y el Creador dijo: “Este pedazo de mí, este pedazo especial de mí, ve allí afuera y juega. Crea, agrega a Todo lo que Es, y muéstrame lo que Yo Soy”. Ese eres tú.

Hemos jugado en estos círculos concéntricos, de veras intencionalmente por muy largo tiempo, en los altos y en los bajos, y en el miedo y en los divorcios, y en la geometría, recibamos todo lo que está allí, o sea, la campana desafinada, y luego vibremos en la alineación de la armonía, del equilibrio. Deseo conocerme a mí mismo. Este es ese momento, este es el reinicio. Es el momento en que todos pueden ir al hogar, pero el hogar está en esta esfera – nunca se fueron. Solo lo olvidaron, simplemente lo empujaron a un costado, para poder jugar el juego. Es hora de ir a casa, hora de recordar el hogar. Solo otra respiración.

Muchas capas ocurren en este espacio en que te sientas, hay algo muy disponible, muy sencillo. Encuentra la quietud, y disponte a mirar. En el corazón hay un santuario vibratorio, este espacio en que estás. En este santuario hay un diamante rosa, y simplemente está allí, si miras; y cuando miras ese diamante rosa, hay un campo de vibración de luz rosada. Y cuando fijas tu atención en él, hay una sensación de reverencia, una sensación de interactuar con la Fuente, una sensación de santidad, podríamos decir, pero no en términos religiosos. Este es quien yo soy. Siente esa vibración, empieza a emanar conscientemente esa sensación vibratoria de reverencia. Es un aspecto del amor. Este aspecto del amor está allí y puede ser amplificado significativamente, más allá de lo que incluso está aquí cuando sientes esa belleza, esa reverencia, esa sensación de quietud.

Porque dentro de ese diamante rosa hay algo más: hay una estrella tetraédrica dorada, existe, mira y lo verás. Esta estrella tetraédrica dorada contiene una consciencia, un aspecto de la Fuente. Contiene lo que se llama Consciencia Crística. Y hay una elegante luz dorada que irradia dentro de este diamante rosa. Dile “hola”, reconócela, permite que el “hola” vuelva a ti. Otra vez pon la atención en la respiración, y en la exhalación hacia los bordes de la esfera. Y con la siguiente respiración desde arriba, pon la intención en atraer hacia adentro de la esfera algo que muchos llaman luz blanca, pero es más específicamente la luz indiferenciada de la Fuente. Indiferenciada. Es simplemente la Fuente diciendo “Tú eres el ser creador; crea con esta luz”. Y cuando la inhalas, desde esa columna hacia el punto central en el corazón, ten la sensación de llenar enteramente la esfera con la luz del Creador. Es un reinicio. Es un paso hacia arriba. Y en esta luz todo el miedo, la duda, el juicio personal, simplemente ya no se pueden sostener.

Esta esfera contiene toda la consciencia, justo a tu alrededor, 6 a 8 pies, 3 metros; expansible, contraíble hasta la más pequeña partícula, y sin embargo nunca te vas de este punto central. La consciencia de la Fuente y yo somos uno. Justo en el centro del diamante rosa, en el centro de este punto central, existe esta estrella tetraédrica dorada. La matriz que contiene la consciencia de la luz crística, el aspecto de la Fuente. Siéntelo. Permítele irradiar, allí mismo, en esa estrella tetraédrica dorada. Y pídele al ser creador que entre directamente al punto en el centro de la estrella tetraédrica, y permítele formar una esfera de luz alrededor de esta estrella tetraédrica dorada. Una esfera perfecta conteniendo esta matriz crística.

Y en este día, un día especial para la religión cristiana, el día de la resurrección de Jesús, al mirar esta estrella tetraédrica dorada hay capas, y en presencia de esta consciencia crística existe la consciencia de Jesús. Nunca te abandonó. Toma otra respiración, y dile hola a esta presencia conocida como Jesús. Y permite que esa presencia se vuelva consciente dentro de ti.

Esto es el reinicio. Verás, no sólo eres tú el Alma, la Súper Alma Crística, la Súper Alma, el Yo Superior, eres Jesús, en este campo vibratorio de luz, pero esta vibración nunca te ha dejado. Permítele que comience a brillar dentro de esa esfera que contiene la matriz crística. Está en el centro de ti, no está fuera de ti. Lleva tu atención, pequeña, comprimida dentro de esa esfera, y sé uno con esta estrella tetraédrica dorada. Adentro. Sí, te comprimes. Y siente esta luz. Y con la próxima respiración simplemente expande este espacio al diamante rosa, esta irradiación de luz rosada, este amor generado desde la consciencia crística.

A medida que la esfera interactúa con la esfera del diamante rosa, a tu alrededor, justo en el centro, este es quien tú eres. Y en la próxima respiración, permítele que al exhalar se expanda hacia afuera a toda esa consciencia que contienes. Esto es el reinicio. Una respiración hacia adentro, justo hacia donde existes, y esta capa de consciencia crística, esta irradiación de amor está ahora instalada en las capas, conscientemente, esta esfera de luz de la que tú eres el centro. Y hay una sencilla sonrisa en el corazón y hay una belleza dentro del corazón, y hay una luz que brilla desde dentro del corazón. Este es quien yo soy. Cien por ciento para mí, tener para mí; 100% servicio a otros. Siéntete feliz, complacido contigo mismo.

Hay una sensación de fortaleza dentro de este espacio; presencia; este es quien yo soy. Y tiene una presión en ella, diríamos, una sensación de expansividad, una sensación de presionar hacia afuera, crear, creación ilimitada. Eso es la voluntad que está contenida dentro de cada uno de nosotros, de “sí, yo puedo”. “Yo vine aquí para hacer esto, excitante, para reír, disfrutar y traer belleza, para ser capaz de irradiar una luz tan brillante que todos en la casa puedan ver lo que habían olvidado: servicio a otros. Hay una alegría. Lo ves, eres el arquitecto del reinicio. Tú puedes crear el paisaje, el entorno, cuán bello es lo bello, cuán profunda es la risa, qué exquisito es mirar las cumbres de las montañas, la cascada que cae y las flores a tus pies.

Mientras estás sentado en la roca, con los pies en el agua, nota a tu alrededor los elementos, el aire, el agua, la tierra, el sol, y al mismo tiempo ese color verde esmeralda que está dentro del corazón, ese aspecto equilibrado del amor, el quinto elemento, equilibrio. ¿Cuán hermoso puedes crear tu paisaje? ¿Cuánta alegría puede disponerse en capas dentro de la textura? ¿Cuánta belleza puede reflejarse en la sonrisa a medida que las personas se recuerdan a sí mismas?

Y con una linda respiración sencilla hacia afuera al borde de todo lo que eres, simplemente atrayéndola de vuelta hacia adentro, dándote permiso para conocerte a ti mismo, con cada respiración. Simplemente dándote a ti, recordándote a ti, recreándote a ti, estas capas de consciencia.

Llegamos a saber en este espacio que los seres no existen afuera allí, los ángeles, los arcángeles, todos los grandes Seres existen justo aquí. Capas en la consciencia. Lo ven, llegan a entender el concepto de que tiempo y espacio son una sola cosa y el tiempo y el espacio son elásticos, pueden seguir para siempre o seguir por un simple curso de belleza. Elásticos: tiempo y espacio. Una herramienta del arquitecto. Cómo crear en una tela que sostiene vida y simplemente expandes cuanto lo deseas; puede ser expandida o contraída a un simple vistazo de un bello cuadro. ¿Qué puedes imaginar y luego llevarlo adentro de las capas y ver qué es posible?

Pero aquí mismo ¿puedes gustar de ti mismo? Solo vuélvete consciente de algo que has buscado durante muchos eones de tiempo. Vas a pintar sobre la tela; componer la sinfonía; construir la grandeza. Sin esfuerzo. Tienes ayuda infinita al alcance de tus dedos sentado aquí sobre esta roca. Los elementales están ahora disponibles de una manera que nunca lo estuvieron antes. Llegaremos a saber eso en futuras sesiones.

Pero en esta arquitectura hay algunos maestros que han pasado antes. En la tradición budista crean mandalas de arena; si alguna vez lo ves es una experiencia exquisita. Ellos empiezan en el punto central de un círculo y ponen el primer grano de arena, y desde ese grano de arena van agregando en ese círculo, en su esfericidad. Empiezan a construirlo desde ese punto del centro y van construyendo hacia afuera, y más afuera, y agregan belleza, y concepto, y empiezan a ser los arquitectos del futuro reinicio que algún día vendrá. Y habrá muchos que vengan a ese reinicio que ellos estuvieron poniendo en movimiento, su parte. Construyen el mismo mandala exquisitamente bello. Luego cuando ya hicieron todo en la 3ª dimensión, no se entiende bien cómo se puede destruir algo tan hermoso. No se destruye; se lo echa a los vientos, para que lo soplen hacia la tierra, hacia las aguas, para nutrir a la tierra, para empezar a poner las nuevas líneas dentro de la tierra. Y los elementales tomaron el concepto y empezaron a hacerlo crecer dentro de la tierra, y el sol lo calentó y las aguas lo nutrieron, y las plantas crecieron, y vinieron los pájaros, y los peces nadaron y luego alguien pasó caminando por el sendero y se sentó sobre la roca. ¿Qué vas a crear tú? Ya no hay limitaciones.

Y sin embargo todavía estamos en transición. Hay dos estratos de consciencia que están relativamente cercanos. El miedo es muy magnético y en este espacio en que existes el miedo no existe. Este punto central de la esfera. Dedica otro momento y encuentra la belleza. Y empieza a entretejer en ella el bienestar, la co-creación, la risa, el respeto, la certidumbre, ¿cuál es la arquitectura de tu paisaje?

Luego, antes de que nos apartemos, simplemente toma conciencia de esa elegante irradiación rosada de reverencia. Lleva tu punto de atención a esa luz rosada. Está en el espacio tiempo, es expansible, pon tu atención en esta luz, esta vibración de amor, entra en ella, báñate en ella, haz que te rodee, en cada partícula de ti. Asúmela para ti mismo. Esta es la luz sobre la tela, que todos están por ver: Tú. Una respiración, conscientemente, y afuera hacia la esfera, asumiéndote a ti mismo. Atrayendo esa fortaleza, esa voluntad, agregando a este punto singular de consciencia.

El reinicio ha ocurrido. Mucho se desarrolla ahora, tú posees el pincel.

Permítenos dar un paso atrás.

Disfruta. Bendiciones.

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro

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