Esta
situación humanitaria de terribles proporciones ha creado un gran
dilema: ¿Las otras naciones tienen la obligación moral de intervenir?
¿Hacerlo sería escalar la lucha a una guerra internacional?
Con amorosos saludos de todas las almas en esta estación, este es Mateo.
Anteriormente
hemos dicho que la Tierra se encuentra en un nivel de energía que pone
de manifiesto los extremos positivos y negativos en el comportamiento de
los individuos.
En
el camino a éste punto, en el viaje de ascensión, la agitación mundial
ha ido en aumento, ya que la gente ha ido respondiendo a un creciente
sentido de urgencia para actuar sobre sus pensamientos y sentimientos.
Esa
fue la motivación detrás de lo que se llamó “la primavera árabe”, y es
lo que ha puesto la guerra civil en Siria en el centro de la escena
mundial.
Que
nuestros hermanos y hermanas en ese país se están aniquilando entre sí
es profundamente triste para nosotros, como lo es para ustedes, y nadie
es indiferente a la matanza y la difícil situación de los millones de
refugiados.
Esta situación humanitaria de terribles proporciones ha creado un gran dilema:
¿Las otras naciones tienen la obligación moral de intervenir?
¿Hacerlo sería escalar la lucha a una guerra internacional?
Los
gobiernos que tienen el poder de intervenir militarmente están
analizando su participación en base a esos puntos de vista, así como de
conciencia, debido a que tienen sus propias situaciones internas que
deben ser atendidas, y sus ciudadanos están cansados de la guerra.
Esos
líderes no saben que su moderación en la toma de acción va más allá de
estas consideraciones, o que los combates en Siria van más allá de lo
aparente, cada persona en su mundo está siendo influenciada por el flujo
de energía.
Aunque
suene desapasionado, esta guerra es el resultado de la energía puesta
en marcha hace mucho tiempo, y la ruptura de ese flujo era esencial, y
aunque suene injusto, el uso de armas químicas, lo hizo.
No estamos justificando la locura!
Les
estamos diciendo que la energía intensa invertida por ambos bandos, en
esa guerra, tuvo que ser interrumpida, y su impulso roto, por lo que la
lucha podría comenzar a bajar, y agotar su curso energético.
Y
se puede decir, que incluso en una situación tan grave como ésta, se
puede estar abriendo una grieta de esperanza, y es la siguiente:
Su
mundo está tan consternado por las armas químicas, que han matado a
gente inocente, que nunca más volverá a suceder en la Tierra.
Porque
la energía se mueve en la dirección a la que es “alimentada”, y es
contraproducente gastar energía analizando la situación de Siria día a
día, o de especular sobre lo que se hizo, a quien, por los de éste o
aquel grupo.
Lo
que puede, ahora, servir al pueblo sirio y a su mundo, es la energía de
la oración, por la sanación de las almas dolientes, para que la paz
venga a través de las negociaciones, y para la reconciliación de los
grupos en disputa, que han jugado su parte.
El amor incondicional sea con todos y cada uno, nuestra querida familia de la Tierra.
AMOR y PAZ
Matthew Ward.
Suzanne Ward
Sitio web: http://www.matthewbooks.com/
e-mail: suzy@matthewbooks.com
Traducido por Oliver Mora
para los sitios de la luz:
WebgSite: http://despertando.me/?p=132116