sábado, agosto 09, 2025

Pamela Kribbe canaliza a Jeshua - Tu tarea es Irradiar


Pamela Kribbe canaliza a Jeshua

Queridos Amigos,

Soy Jeshua. Los saludos a todos, uno a uno. Les saludo desde mi corazón, donde me siento unido a todos ustedes. No estamos separados, somos uno, estamos unidos en un vasto campo de amor y abundancia interior. Sientan cómo su corazón es mucho más que un órgano físico; sientan cómo es una puerta a otro mundo, un mundo más allá de lo físico. Su corazón participa de ese vasto campo del que hablo. A través de su corazón es por donde entra la dimensión de su alma.

Imagina que detrás de tu corazón físico hay un color, una energía, un espacio que contiene a la energía de tu alma. Siente esta presencia en la parte superior de tu espalda y cómo te rodea con un cierto color o sensación. Conéctate con esta energía y siente cómo, al hacerlo, te elevas por encima de la pesada vibración de la materia, fuera del mundo terrenal. Te elevas a un campo energético con una vibración mucho más elevada, un campo que es fluido y ligero, que contiene mucho conocimiento interior.

A través de tu alma te unes a una inteligencia y a otros seres vivos, que están tanto en otras dimensiones como en la Tierra. Siente cómo puedes unirte con esa dimensión mientras sigues involucrado en tu vida cotidiana. Desde esa perspectiva, puedes recibir inspiración acerca de cosas terrenales y derivar de ellas un significado que, superficialmente, no parecen tener.

Pídele a tu alma que entre ahora en tu cuerpo a través de tu corazón y llene completamente tu cuerpo: tu cabeza, pecho, abdomen y tus piernas hasta llegar a tus pies. Recibe a tu alma y siente cómo eres uno con ella. El alma no es algo fuera de ti, es algo que puede penetrar en cada célula de tu cuerpo. Cuando eso sucede, comienzas a vivir de manera diferente, con mucha más confianza y paz, y desde ese espacio de calma puedes observar todo lo que sucede en ti y en tu vida.

Abre todas tus células a la energía de tu alma y observa cómo allí fluye un color que refleja plenamente la vibración de tu alma. Imagina que tu cuerpo absorbe completamente la vibración de tu alma; algo que es bastante natural de hacer para tu cuerpo. Y esto se debe a que tu cuerpo es un ser vivo que recibe su vida desde tu alma; es como una guía interior, por así decirlo.

Ahora imagina que la energía de tu alma está fluyendo a través de ti y hacia el mundo terrenal; que fluye hacia tu vida diaria, hacia tu trabajo y tus relaciones con los demás. Imagina que dejas que la energía de tu alma fluya libremente. Observa si hay alguna situación en tu vida, quizás algún problema, o una persona en particular, o una relación en la que quieras cambiar algo. Observa si hay algo especial que invite a la energía de tu alma a fluir hacia ello para crear claridad. Deja que el color y la energía de tu alma lleguen allí y siente lo que sucede. ¿Qué impacto tiene la energía de tu alma en este problema, en esta situación o relación?

La energía del alma es neutral, no tiene juicios. Todo es lúcido y claro desde la perspectiva de esta suave neutralidad; no fuerza ni juzga. Ahora incorpora la energía de tu alma en ti y llena toda tu aura con ella. Deja que todo tu campo energético se llene de esta, tu propia energía. Siente que es natural sumergirse en tu propia energía, sentirse en casa en ella.

Muchos de ustedes llevan en su aura energías que no son suyas, que no les pertenecen, y que creen que están obligados a acarrear, pero que en realidad son responsabilidad de otros. Y a veces ocurre que llevan consigo durante mucho tiempo estos paquetes inconscientes de energía, que, por ejemplo, pertenecen a sus padres, familiares o amigos. Sepan que pueden llenar su aura puramente con la energía de su propia alma. Y también sientan que está bien hacerlo; que no lastiman a nadie al hacerlo. La intención, el objetivo, es que seas un canal abierto para la energía de tu propia alma, para que lo que tienes para dar — que es únicamente tuyo — pueda fluir hacia el mundo. Es tu energía única la que realmente ayuda y toca a los demás.

No es tu tarea absorber la energía de otras personas absorbiendo sus emociones o problemas, sino que irradiar tu propia luz. La calidez y la compasión de tu luz conmoverán e inspirarán a otros. La intención es que no sufras con ellos – como muchos de ustedes hacen – sino que te desprendas de las energías pesadas de la sociedad humana y te dejes llevar por tu propia luz. Ese es tu propósito, tu misión, y algo que te hace profundamente feliz.

No hay distinción entre dar a los demás, darte a ti mismo o sentirte pleno – es una sola corriente. Cuando la energía de tu alma fluye espontáneamente y sientes una profunda plenitud, ese es el propósito de tu vida. Cuando traes tu vibración y dones únicos a la Tierra, esa es la forma en que conectas al mundo al máximo. Así es como traes algo nuevo: una chispa de luz e inspiración que es únicamente tuya.

Te pido que ahora veas en tu propio campo energético los puntos oscuros o las energías que no pertenecen allí. No tienes que saber exactamente por qué están ahí ni de quién provienen. Obsérvalos con mucha neutralidad, sin juzgarlos, porque casi todos acarrean energías de otros. Observa, con mucha aceptación, dónde sientes que se encuentran esas energías en ti y en tu aura: ¿arriba o abajo, izquierda o derecha? Pregunta a tu campo energético; siente desde dentro qué energías, emociones o estados de ánimo residen allí.

Gran parte de la dificultad de esta situación radica en el miedo a ser diferente y a no ser aceptado por los demás. A partir de ese miedo, asumes la responsabilidad de los demás porque quieres cumplir con sus expectativas: las de tus padres, amores, parejas, e hijos. Y, como resultado, a menudo surge una fuga o un vacío en tu aura. Observa el miedo con amabilidad y aceptación, y toma consciencia de esa parte de ti donde te encuentras abierto a energías impersonales. Luego, dite simplemente: «No necesito hacer esto; no es mi trabajo acarrear la energía de los demás; ese no es el. Motivo por el que estoy aquí».

Ve si puedes traer un poco de movimiento a estas energías impersonales, o si puedes irradiarles algo de luz sin ser hostil, sin presionarlas ni tirar de ellas, ni por que quieres eliminarlas demasiado rápido. Ten en cuenta que estas energías también corresponden a un miedo tuyo: miedo a ser grande, miedo a desviarte, miedo a no pertenecer. Si vas a limpiarte de las energías impersonales de tu aura, a menudo te enfrentarás a estos miedos. «¿Está bien que sea tan autónomo y poderoso que solo permita entrar a mi propia energía, sin necesitar la energía de los demás? ¿No seré entonces aceptado por los demás?».

Puede que aquí existan miedos muy profundos que solo pueden disolverse gradualmente, y la consciencia es la verdadera clave para lograrlo. Una vez que iluminas este proceso con la luz de tu consciencia, las cosas empiezan a cambiar y las energías se transforman a tu propio ritmo. Comienzas a hacerte consiente en tu vida diaria de los miedos que cargas alrededor tuyo: miedo de los demás, miedo a mostrarte, miedo a no cumplir con las expectativas de otros. Y esto tiene que ver directamente con este tema de no permitir a tu propia alma entrar plenamente. Cuando tomas consciencia de ello, en ese momento el proceso de cambio ya comienza a ocurrir.

Finalmente, les pido a todos ustedes que desciendan con su conciencia hacia su chacra raíz, el centro de energía en el coxis, en la base de la columna vertebral. Allí estás más fuertemente conectado a la Tierra, a lo material, al cuerpo; deja que la luz de tu alma fluya plenamente a través de esta parte de tu cuerpo. ¡Y siente que así es como debe ser! Puede que haya miedos muy antiguos allí, así que déjalos entrar en tu consciencia gradualmente; no tiene por qué suceder de golpe. Simplemente deja que parte de la energía de tu alma fluya hacia tu chacra raíz, en la medida que lo sientas oportuno.

Ten la certeza que recibirás ayuda de la Tierra. La Tierra siente la necesidad de un cambio. Ella quiere recibir la energía de tu alma; está abierta a recibirla. Te ayudará en todo lo posible para abrir ese canal y para que te sientas como en casa allí. Siente el poder de la Madre Tierra.

Siéntete bienvenido en la Tierra; confía en la vida que hay aquí. Una nueva era ha comenzado, aunque aún queda mucho por cambiar, pero las semillas ya están sembradas y están comenzando a florecer. Una nueva consciencia se hará visible. Eres uno de los primeros que desea deliberadamente ser consciente, que quiere abrirse interiormente y alcanzar la plenitud.

Te tiendo mi mano. Y te digo que hay mucho amor que fluye hacia ti y que eres muy querido, tanto por los seres vivos de la Tierra como por las inteligencias vivas del más allá. Estamos contigo.

Muchas gracias por tu atención.

© Pamela Kribbe

Traducido del inglés por Isabel Suarez-Perez