Pamela Kribbe canaliza a Jeshua
Queridos Amigos,
Soy Jeshua. Estoy con vosotros como hermano y amigo. Esta vez quiero hablarles acerca de la energía masculina y de como ésta se ha desconectado del corazón, y cuando hablo del corazón me refiero al núcleo de la creación.
El corazón es mucho más que un órgano físico del cuerpo humano, es mucho más profundo; es una conciencia cósmica de Unidad, invisible, y presente en todas las formas vivientes. Detrás de todo lo que ves y percibes existe una conciencia que en la profundidad del Ser es Una con tu propia conciencia individual. Mientras que la materia divide la conciencia, es decir, en el mundo material todo está separado, cada cosa tiene su propia forma; por ejemplo, crees que eres un individuo, separado de otros individuos, de la naturaleza, de los animales, e incluso de las cosas que te rodean; sin embargo, en realidad, en tu centro, desde el interior de tu corazón existe Una conciencia que lo impregna todo, y ESA conciencia es Dios.
Dios está vivo y en movimiento en toda la creación, en las cosas, en el Ser, en todo, y cuando eres consciente de eso, sientes en tu corazón una conexión profunda con la realidad que te rodea, lo que te hace moverte de manera también profunda y diferente a través de esa realidad. Si, en cambio, ves la realidad como algo distinto a ti, como a un otro, como aquello que no eres tú, se puede desarrollar una brecha entre tú y los otros, en la que crecen energías como la desconfianza y el miedo. Si crees que tú y el otro sois esencialmente diferentes, y que existe esa brecha entre tú y el mundo, entonces te sentirás amenazado por ese mundo exterior y, para sobrevivir, sientes que tienes que dominar tu miedo manipulando la realidad, controlándola, y convirtiéndote en su amo.
Esto es lo que ha hecho la energía masculina a lo largo de la historia. Cuando se perdió la conciencia de unidad, la energía masculina se volvió temerosa y desconfiada, y sintió que tenía que vencer al mundo exterior. Así fue como la energía masculina se convirtió en energía guerrera, y cuanto más se identificaba con este tipo de energía, y comenzaba a batallar y luchar, más se interesaba en el poder y el control.
En la historia de la humanidad se puede observar el surgimiento de una energía masculina basada en el ego, desprovista de una conexión entre el corazón y la vida que la rodea, la cual incluye lo femenino, que es el aspecto sentimental, gentil, y empático. Es decir, cuando este tipo de energía masculina nació entre los humanos, se produjo una profunda ruptura entre lo masculino y lo femenino, y esa ruptura surgió también en la conciencia colectiva de la humanidad.
En aquella época, lo femenino estaba subyugado y relegado a un papel subordinado. La energía femenina era percibida como débil, caprichosa, poco inteligente, e incapaz de asumir un papel de liderazgo, puesto que, en contraste, se consideraba que un líder “tenía poder sobre”, es decir, controlaba, sometía, y gobernaba. Históricamente, ésta es la dualidad en la que habéis vivido durante mucho tiempo en la Tierra.
La Tierra tiene una larga historia, que se remonta más atrás y más allá de lo que ustedes conocen como su “historia oficial”. Hubo momentos en los que la situación de la humanidad, desde el punto de vista de la energía dominante era diferente, puesto que era la energía femenina la que prevalecía. Por ahora no entraré en ese detalle, quiero limitar esto a los últimos miles de años, en los cuales ha habido dominación masculina y una identificación con el liderazgo energético masculino basado en el poder y el control.
En este mismo momento, las consecuencias de esta energía masculina unilateral son visibles en todo el mundo. Cuando colectivamente hay una división entre lo masculino y lo femenino, la energía masculina se desconecta del corazón o de la conciencia de unidad de la que hablé antes, y se produce el daño. Una herida se origina internamente tanto en hombres como en mujeres, y ahora esa herida se expresa claramente. El reinado de una energía masculina basada en el ego ha tenido efectos devastadores en las relaciones humanas, al igual que en la relación entre el hombre y la naturaleza. Estas consecuencias las pueden ver alrededor de ustedes todos los días, en todo el mundo.
De lo que quiero hablarles es de la existencia de una energía masculina que se transmite por el corazón y de la necesidad de regresar a ella. Se han acostumbrado tanto a una energía masculina basada en el poder y el control, que la idea de una energía masculina transmitida por el corazón les parece extraña, antinatural, y para nada evidente. Esta energía masculina transmitida por el corazón pasó a la clandestinidad en el pasado, tenía que hacerlo. Así fue como la energía masculina que continuó sintiéndose conectada con el otro, que continuó sintiendo y respetando la conciencia de la Unidad, esa energía masculina transmitida por el corazón, que permaneció tanto en hombres como en mujeres, se convirtió en la energía masculina prohibida, en el hombre prohibido.
A los hombres se les hacía cada vez más difícil conectar abiertamente con sus sentimientos, su intuición, su lado femenino; se consideraba poco varonil, una forma de debilidad.
La masculinidad fue forzada a encajar en un molde, una especie de enrejado compuesto por normas y definiciones restrictivas que hirieron psicológicamente a los hombres, especialmente a aquellos cuyo desarrollo del alma estaba creciendo hacia una conexión más profunda con lo femenino dentro de sí mismos, y que buscaban trascender una conciencia basada en el ego. Estos hombres, entre los que también se encontraban los trabajadores de la luz varones, tuvieron que pasar a la clandestinidad con su energía; se convirtieron en hombres a los que se les prohibió expresarse.
Por otro lado, a las mujeres que conectaron sus corazones con la energía masculina dentro de sí mismas, se les impidió expresar ese aspecto de sus almas. Debido a esto, hubo y todavía hay un hombre prohibido tanto en hombres como en mujeres.
Quiero hablar de ese hombre prohibido y, sobre todo, quiero invitarles a encontrar al hombre prohibido, la energía prohibida del corazón masculino en ustedes mismos para que puedan despertarla. Este hombre necesita ser despertado ahora mismo, porque su energía se necesita desesperadamente en la conciencia colectiva, y ustedes también la necesitan.
Tú, como alma, buscas la plenitud, una forma de sentirte completo. Para ello, es indispensable unir la energía masculina y femenina dentro de ti. Las energías masculinas y femeninas basadas en el ego no son compatibles, están en una especie de enemistad, una dualidad retorcida entre ellos. Pero las energías masculina y femenina del corazón encajan perfectamente y forman una unidad natural.
Te invito a que lleves tu atención a tu corazón físico, a ese lugar en medio de tu pecho donde reside energéticamente el centro de tu corazón cósmico. Viaja allí con tu conciencia y encuentra a tu hombre interior, el aspecto masculino de tu alma, la energía de tu alma. Dale la forma de un hombre, un guía masculino, por así decirlo. Deja que tu imaginación haga su trabajo y conoce a este hombre que se esconde dentro de ti, el hombre que te estaba prohibido, al que tuviste que alejar: el hombre prohibido que sabe, siente profundamente, y puede ver las cosas a fondo. El poder de la energía masculina transmitida por el corazón consiste en la visión, perspicacia, conocimiento general, y capacidad para conectarse con el todo.
Asimismo, la energía femenina en cada uno de ustedes es extremadamente hábil para conectarse con todo lo que los rodea. La energía del corazón femenino es capaz de conectarse y empatizar con los demás en lo más profundo y, por lo tanto, es el puente hacia una conciencia de Unidad con todo lo que les rodea.
La energía masculina del corazón toma las impresiones que le ofrece su propia mujer interior oculta, luego las capta y las transforma en conocimiento, descripción de la realidad, una visión que le informa al hombre acerca de lo que está pasando, y de los pasos a seguir necesarios en el camino que estás recorriendo como alma.
Ahora conéctate con ese hombre interior prohibido en tu corazón y siéntelo. Siéntelo presente en ti y acógelo. Lo has alejado parcialmente. Ya seas hombre o mujer, todos habéis tenido que alejar el hombre interior de vuestro corazón, y ahora es el momento de despertarlo, darle la bienvenida y beneficiaros de sus conocimientos. Siente la vibración de esta energía del corazón masculino fluyendo a través de ti. Siéntelo físicamente en tu corazón. Siente este poder, este poder cálido, este poder sólido, este poder protector y visionario fluyendo por todo tu cuerpo y conectándote con tu alma.
Esta energía masculina es una extensión de tu alma. Siente cómo se mueve a través de tu aura, siente la autoconciencia natural que viene con esta energía masculina: autoconciencia, confianza en ti mismo, firmeza, decisión. Imagina esta energía fluyendo por tu columna. Fluye desde el chacra de la corona a través de la garganta hasta la parte superior de la espalda, luego baja por la espalda hasta llegar al chacra del coxis.
A medida que se mueve a través de tus piernas y pies, te conecta a la Tierra. Siente cómo este hombre prohibido, con su sabiduría y amor por todo, te conecta ala tierra, te centra y te conecta con tus habilidades creativas más profundas, originales. El hombre prohibido que está dentro de ti es creativo, mientras que la energía masculina basada en el ego no es creativa, pues está constantemente tratando de sobrevivir, luchar, defender, o controlar.
Imaginen ahora que liberan esta energía inquietante y convincente, la cual opera en cada uno de ustedes, hombre o mujer. La energía de querer controlar y ejercer poder hasta en los más mínimos detalles de la vida diaria se ha convertido en una adicción, por eso están pensando y preocupándose tanto; en verdad, preocupándose todo el tiempo.
Libera esta energía masculina compulsiva y llénate con la energía superior masculina del corazón y siéntela desde dentro. Este hombre o energía masculina te resulta familiar y al mismo tiempo no lo es, necesita que lo despierten; puedes despertarlo y permitir que esa parte de tu alma diga sí a ese despertar, desde el fondo del corazón.
Esto tiene un efecto fortalecedor en tu campo energético. Establece limites de una manera útil y te protege, no de una manera defensiva o agresiva, sino a través de la mera conciencia, la autoconciencia. El hombre prohibido que hay en ti, a través de su autoconciencia, crea una distancia protectora necesaria del mundo que te rodea, es decir, de los estímulos y sensaciones que sufres, debido a que a menudo eres demasiado sensible a él.
Tu energía femenina por otro lado, que se vincula fácilmente con todo y con todos los que te rodean, necesita una energía masculina sólida, superior, para poder conectarse y limitar los efectos del mundo exterior. Este es el equilibrio entre lo masculino y lo femenino que estás buscando: conexión con el otro, experimentar la unidad mutua, y al mismo tiempo mantener una conexión contigo mismo, tu núcleo más profundo, tu originalidad, con aquello que viniste a hacer aquí, a experimentar, y aclarar por ti mismo.
Deja que el hombre prohibido hable, ¿qué quiere decirte? ¿qué quiere decirte ahora mismo? deja que te transmita palpablemente su mensaje en este momento; dale la bienvenida, porque al hacerlo te sanas a ti mismo y también sanas a la conciencia colectiva.
Gracias por su atención.
Estamos muy unidos.
Estoy con todos ustedes
Muchas gracias,
Jeshua.
© Pamela Kribbe
Traducido del inglés por Isabel Suarez Perez