Pamela Kribbe canaliza a la Madre María
Queridos amigos,
Yo soy María. Estoy aquí para traer la energía de la alegría y la ligereza que pertenece a vuestro mismísimo corazón. Recordad lo que era ser un niño. Tu cerebro aún no había evolucionado demasiado, así que era mucho más natural para ti estar en el centro de tus sentimientos y de fluir con ellos. Tu energía estaba mucho menos enfocada en tu cabeza, y mucho más en tu cuerpo y tus extremidades. Un niño literalmente necesita moverse y jugar porque tiene tanta energía en su cuerpo.
Mientras os hablo, permite que el foco de tu atención y tu energía bajen a tu corazón, a tus brazos y piernas, y conecta con la Tierra. Siente cómo las energías de la naturaleza quieren apoyarte, porque eres parte de la naturaleza. A través de tu cuerpo, eres parte del reino animal y del reino vegetal. Recuerda la sabiduría de tu cuerpo, que es sencilla y clara.
Justo en el centro de tu cuerpo hay una fuente de vida: la energía vital. Conéctate con ella ahora. Permite que tu respiración simplemente la toque cada vez que inhales. Cuando eras niño, estabas en contacto con esta fuente de una manera totalmente natural.
Es tu propósito esencial, tu propósito espiritual, conectarte de nuevo con esa parte infantil en ti. La vida en la Tierra está destinada a ser alegre, y ahora me gustaría hablarte acerca de cómo es posible llevar cargas pesadas y a la vez tener alegría y ligereza en tu vida.
La primera clave es soltar el tiempo. A menudo te presionas a ti mismo porque sientes que tienes que lograr alguna meta espiritual o de otro tipo dentro de un cierto período de tiempo. Pero este es un pensamiento muy humano y a medida que te acercas a tu alma, el tiempo se vuelve menos importante; tiende a evaporarse. Recuerda que siendo niño, cuando te divertías o jugabas, te perdías en ello; no existía el tiempo en tu consciencia. Así que, cuando vives de esta manera, cuando vives en el momento, vas mucho más con el flujo natural de la vida.
Hay momentos en la vida en los que tienes que enfrentarte a emociones internas profundas, como el miedo o la ira, la resistencia o la tristeza. Si simplemente te mantienes presente con la emoción, sin pensar demasiado en ella, notarás que tiene un principio y un final, y que después de tener un encuentro profundo con estas viejas capas de dolor, habrá un momento de ligereza y ganas de vivir la vida alegremente.
Atrévete a ser de nuevo como un niño, y siéntelo para ti mismo ahora. ¿Qué necesito en mi vida para sentir más alegría, de una manera muy sencilla? Y no tengas miedo de permitírtelo a ti mismo, de mimarte un poco. Tu niño interior a menudo quiere cogerte de la mano y llevarte al ahora, al presente. Muchas veces te quedas atrapado en pensamientos sobre el pasado, o problemas que necesitas resolver, pero la vida está aquí y ahora.
Como almas, estáis cerca del final de un ciclo de vidas. Y como hemos mencionado anteriormente, este es tanto un tiempo de transición como un tiempo de finalización: estás dando a luz a un nuevo “yo”. Es cierto que las heridas y el trauma de vidas anteriores necesitan revisitarte para que sean curadas y liberadas, pero al extender la mano al nuevo “yo” que está naciendo, también puedes alcanzar la alegría y la ligereza del futuro. Y me gustaría invitaros a hacer precisamente eso.
Imagina que la Nueva Tierra se ha manifestado más claramente en este planeta. Habrá apertura de corazón a corazón; será más fácil confiar en las personas y mostrarles abiertamente tu confianza y amor. Habrá más alegría y cooperación entre las personas. Todavía existirán energías que necesitan ser resueltas y equilibradas, pero la pesadez y el dolor del pasado se habrán transformado en sabiduría y compasión. Siente la energía de este futuro ahora mismo; siente cómo ese futuro te invita a acercarte; siente la energía de la Tierra viva bajo tus pies; y siente su alegría y su pasión por el futuro.
Imagínate de pie en la Nueva Tierra. Tu corazón está abierto y tus pies están firmemente arraigados al suelo. Ahora sigue tu primer impulso: ¿qué te gusta hacer en ese lugar? ¿Hay algún tipo de obra o arte que te atraiga? ¿Te encanta trabajar con niños, con otras personas, o más bien hacer algo en solitario? Todo es posible allí.
Y, sobre todo, siente el amor de la Tierra dándote la bienvenida. Ella te reconoce como el maestro y sanador que eres, y al mismo tiempo quiere apoyar la parte infantil en ti, la parte lúdica y alegre.
Gracias por estar aquí hoy, y recuerda en todo momento que la alegría de los reinos celestiales está siempre cerca.
© Pamela Kribbe
Editado por Frank Tehan y traducido del inglés por Cristina Yoh