Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Por si no lo oyeron antes: el Espíritu no tiene género. Sucede que mi socio, en esta vida, es un varón. Él se hace a un lado en estas canalizaciones; está en un lugar donde yo le bloqueo lo que se está diciendo. La primera vez que sucedió, él pensó que algo estaba muy mal, porque él siempre podía escuchar el contenido. Es parte de nuestro acuerdo. Aquí no hay nada secreto que ocultarle a un varón. La razón por la que él no está incluido, aun ahora, la razón por la que tiene que ir y escuchar la grabación para saber qué se dijo, aun ahora, es para honrar la femineidad que está aquí. Esto es una Hermandad Femenina, entonces él no está aquí.
Quiero que comprendan esto. No hay forma de presentar esto sin género; somos una cosa o la otra, los humanos son una cosa o la otra. En el lado del velo que es el Creador no hay partes biológicas en absoluto: solo hay amor. Y entonces les repetimos: no se dejen engañar por la voz.
Al hablar de cosas femeninas, al repasar con ustedes esa parte de ustedes que las trae aquí, hemos hablado muchas veces de la Hermandad Femenina, para que vean que fue real. Incluso en el lenguaje de aquel tiempo, el nombre significaba hermandad femenina. Significaba un grupo de mujeres unidas y relacionadas como familia; la mejor denominación sería "hermana". En Lemuria, la palabra era "familia" pero quería decir familia femenina. Y con esa palabra venía otro significado, porque sencillamente se asumía y se comprendía que la energía femenina también era la que cuidaba de las sociedades en lo espiritual. Cuidaba de ellas. Las mujeres siempre, siempre, han sido cuidadoras. Era tan intuitivo en todas las sociedades de Lemuria - y había muchas, era un lugar grande - había siempre un entendimiento de que las mujeres eran las que cuidaban de todas las cosas espirituales. Era tan intuitivo, que era como preguntar; ¿Quién debe encargarse de cuidar de los niños? Ustedes tienen los hijos,, ustedes los cuidan; ustedes también cuidan de las cosas espirituales de la sociedad. Era natural; era de ustedes.
Pero también depositaban en ustedes la responsabilidad, y algunos la llamaban poder; algunos incluso la llamaban el poder del divino femenino, y tendrían razón, totalmente.
También quiero repetir, como siempre lo hago, que no había división de género. No era como sucede hoy; ni siquiera se reconocía qué le tocaba hacer a las mujeres y qué a los hombres; no había división, no había separación en cuanto a que si se traspasaba una línea se hacía algo mal. Se asumía lo que resultaba intuitivo. Incluso en el pasado lo hablamos, la última vez que estuvimos aquí: ¿quiénes cocinaban los peces que los hombres pescaban? La respuesta era: ¡Naturalmente, los hombres! Ellos cocinaban su pesca; las mujeres cuidaban de los niños, ellas tenían los niños, ellas los cuidaban, era parte de lo que ellas hacían. Los hombres tenían los peces, ellos los pescaban, ellos los cocinaban; absolutamente intuitivo. Se honraban maravillosamente unos a otros.
También hemos hablado antes del homenaje a las mujeres; se honraban con el equivalente de un día de San Valentín, cuando los hombres se encargaban de los niños por un corto período y dejaban descansar a las mujeres. Era una camaradería de respeto; esto es el divino poder de lo femenino.
Si pudieran retroceder y realmente ver lo que de verdad era el poder, era el poder de ser respetadas, era el poder de conocer su lugar de responsabilidad, de guiar en el Espíritu a quienes las rodeaban. ¡Y eso es un poder asombroso! Está regresando. Ahora bien: no se equivoquen en pensar que es bueno por tener otra vez una Hermandad Femenina; no realmente. Lo que está regresando es que habrá un reconocimiento de su lugar y su sagrado poder femenino de guiar.
Es interesante: al mirar al mundo metafísico que los rodea, ven que la mayoría de quienes se dicen sanadores y lectores, son femeninas. Es total y completamente natural; es intuitivo que así sea. Toman su lugar, tal como lo hicieron antes; toman su poder.
Si hoy ustedes tuvieran que tomar su poder divino femenino, ¿qué harían? ¿Qué significa eso? ¿Cómo se sentiría? Les hablo de una manera que es sin género, y les digo: Está llegando. No necesariamente como ustedes lo piensan, pero un lento cambio en ciertas sociedades se considerará elegante y sabio, cuando empiecen a reverenciarlas otra vez por lo que es la guía. Cuando se reconozca que las mujeres pueden guiar mejor porque tienen mejores herramientas intuitivas, pueden guiar mejor espiritualmente, entonces ustedes estarán tomando, recuperando, ese sabio femenino divino.
Tomar su poder no significa blandir una espada; tomar su poder no es oponerse con más fuerza a cualquier otra cosa. Tomar su poder es prepararse para guiar sabia, hermosa y divinamente a las familias, a hombres y mujeres, que las mirarán y dirán: "Entendemos que tú lo tienes; usémoslo."
Los hombres, inclinándose ante ustedes a su manera, como varones, a su manera, no con condescendencia. De una manera dulce que dice: "Esto es lo que ustedes deben hacer, lo vemos. ¿Por qué no se vuelven nuestra guía?" Habrá más y más pastoras mujeres; eventualmente - un predicción - una forma de sacerdote femenino. Tiene que ser así, tiene que venir, y vendrá.
El verdadero poder de la divina femineidad es la guía sabia. Así como guían a sus hijos, así guiarán a la Tierra.
Y así es.
Kryon
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Traducción: M. Cristina Cáffaro
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