Canalización de Kryon por Lee Carroll
4 - Orlando, Florida – 10 de abril de 2022
Historia de Wo, Episodio final
Historia de Wo, Episodio final
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Normalmente empezaría diciendo: acérquense un poco más. Esa es siempre la entrada a lo que se llama el Círculo del Doce. Pero en cambio les he dado otra clase de saludo, porque esto también es una canalización. Ahora bien, algunos de ustedes no tienen idea de que pueda haber una diferencia, pero la hay. Esta noche son los dos.
Vamos a hacer algo inusual en este Círculo del Doce. No es solo para quienes están aquí en las sillas escuchando, para crear una energía de información y belleza, sino también para quienes escuchan regularmente las canalizaciones que se presentan, todas ellas.
Mi socio, y la compañera de mi socio, estuvieron en esa gran tierra de los antiguos, Egipto, durante un mes, y recién vuelven. Y en esas semanas, y esas reuniones, y esas canalizaciones, cada vez que mi socio se sentaba, era con el mismo tema. Pero el tema fue dado en etapas, en módulos de enseñanza, podría decirse. Y todos reflexionaban sobre un hombre llamado Wo. Y todas las parábolas que hemos dado siempre han presentado a un hombre llamado Wo.
Realmente no es un hombre, pero como mi socio es de ese género, habla de él de ese modo. En realidad es un Wo-man (N.T. Man, hombre; woman, mujer) De modo que es un ser humano sin género que pasa por enseñanzas, o aventuras, o enigmas. Eso son las parábolas.
El tema que ha estado en 14 canalizaciones en Egipto era el descubrimiento del Yo. Y si van al lugar donde están colocadas las canalizaciones, podrán encontrarlas todas, las catorce. Cada una fue una lección para Wo. Desde el comienzo, él estaba descubriendo quién era él. Qué estaba pasando con él, que nunca supo al respecto. Los atributos de Dios que era más grande que lo que él había pensado; su conexión con lo divino. Él aprendió todo. Catorce lecciones. Esta es la número 15.
El Círculo del Doce siempre es una metáfora, y es siempre igual hasta cierto punto. Y si escuchan con cuidado, incluso a la oradora principal de hoy, ella habló de esto. No hay diferencia, queridos, entre lo que es un humano y lo que es un alma, excepto la experiencia de la dimensión en que están. El alma está siempre allí; les hemos dicho muchas, muchas veces, que no tuvo comienzo y no tiene final. La parte humana de ustedes sí los tiene. Y ustedes vienen y se van desde este punto central que es sagrado y hermoso, y es inimaginable para el cerebro que ustedes tienen en esta Tierra.
Algunos dicen “Yo puedo pensar tan alto como me pidas, yo no soy limitado, Kryon. Tú dices que soy limitado.” Tú no sabes que eres limitado. Un tonto no sabe que es un tonto. Un humano no comprende cómo sería una consciencia más grande que no es humana. Y así es la cosa. Entonces, tratar de describirles el alma multidimensional que ustedes tienen es casi imposible. Les podemos contar sobre su grandeza, sobre su belleza, sobre su existencia. Y en el Círculo del Doce los podemos llevar a cruzar un puente metafórico hacia ese lugar. Lo hemos hecho, durante un año y medio.
Allí se han encontrado con sus propias vidas pasadas, han examinado su registro akáshico, han hablado con aquellos que los han ofendido, con los que han amado y abrazado, todas las cosas que puedan hacer con un alma que no pueden hacer cuando están en un estado de cuarta dimensión.
Cuando cruzan ese puente, se da permiso para volverse parte de aquello que ni siquiera comprenden. Esa es la belleza de esta nueva energía.
La oradora de hoy habló de la confianza. De lo que sucede cuando presionan el control remoto, y ella tenía razón. Nosotros hemos usado otra metáfora, de subir a su coche y cuando lo hacen no leen el manual de cómo funciona. Simplemente arrancan. Eso es intención pura. Saben por adelantado que va a funcionar, y funciona. Y el remoto luego cambia los chips y eso te lleva adonde quieres.
Esos son ejemplos sencillos, pero verdaderamente, queridos, lo que estamos diciendo es que tienen que confiar en que estas cosas son reales y que más allá de lo que es humano hay algo espectacular, llamado tú. Tu alma es inmensa; te dijimos muchas veces que cada vez que deseamos definirla, no podemos. Porque lo que primero quieren saber es dónde y cuán grande. Y no hay respuestas. Está en todas partes. Si yo pregunto dónde y cuán grande es Dios, ¡está en todas partes! Y ustedes reconocen eso, y su sistema espiritual lo reconoce. Hasta el punto – escuchen esto – que ese Dios amoroso puede escuchar a siete mil millones de oraciones al mismo tiempo.
A ustedes se les dio permiso para algo espectacular, una energía multidimensional, llamada Dios. Y ahora yo les enseño que ustedes son una parte de esa energía. Son parte de la creación de todas las cosas. Tienen a Dios en su interior. En cualquier nivel que quieran pensar, tienen a Dios en su interior. Esto les da permiso para ir a cruzar ese puente y tocar su alma.
Lo que sea que les pregunte, en estas sesiones de dos días, mi socio ha mencionado, yo he mencionado muchas veces, cuál es la mejor pregunta que pueden hacerle al Espíritu. Fue establecida hoy mismo, por su oradora principal: “Querido Espíritu: dime qué es lo que necesito saber.” Allí está, otra vez más. Ahora, cómo es que mi socio dice que nunca se encontró con la persona que habló hoy durante dos horas, y sin embargo ella dio el mismo mensaje. ¿Cómo es posible eso? Y la única respuesta que tiene algún sentido en absoluto, es que se encuentra con una verdad común de Dios; es espectacularmente exacta. Y muchos les dirán lo mismo, porque ellos han encontrado esta misma verdad. Y la belleza de la verdad que se encuentra hoy es que refleja la magnificencia del ser humano. Nada puede suceder en este planeta sin ustedes. No van a bajar ángeles para resolver la guerra; no van a tener una tropa de seres viniendo del otro lado del velo a tocar al Congreso; ninguna de estas cosas está en preparación. Todo esto será hecho por ustedes.
Ustedes, las almas antiguas, todos los “tú” que están escuchando esto, ¿Creen que esta es una tarea que no pueden hacer por sí solos? No existe tal cosa como “por sí solos” y eso se les dijo hoy.
Vayamos por un momento a Wo. En lugar de hacerlos cruzar hoy el puente, que siempre cruzan en esta metáfora de tocar el alma, les voy a contar la historia de Wo cruzándolo. Y ustedes pueden venir con nosotros – si lo eligen.
Wo se presenta, y sabe que hoy es muy, muy diferente. El guía que esperaba que le enseñara, no está. En el episodio 14 de la enseñanza de Wo, ese bello guía que le había llevado por la historia de su vida, el guía que le había hablado de tantos amorosos atributos de quién era él, y le presentó ideas escandalosas que finalmente comprendió que eran reales, ese guía se llamaba Yu Sha. Y en el episodio 14 no había guía.
Y Wo se enteró, por los que lo habían visto venir e irse, que lo habían visto hablando consigo mismo. No había guía. Y eso lo sorprendió al principio, y luego él sonrió. Tenía sentido según lo que Yu Sha le había dicho sobre los que eran guías multidimensionales, la energía que él lleva consigo, y se dio cuenta de que se estaba enseñando a sí mismo. Y su alma era la que le estaba hablando todo ese tiempo.
¿Es posible que ustedes tengan algo llamado Yo Superior, frente al cual se pueden sentar, y que ese Yo Superior comience a darles información que ustedes necesitaban saber? Queridos, eso viene integrado dentro de ustedes. Es por eso que la idea de un Yo Superior es tan exacta y verdadera, y ha estado con ustedes durante muchas décadas. ¿Qué tal si eso que es el Yo Superior fuera un Maestro de ustedes? Una parte de su alma, que está viniendo con ustedes, además de los que son guías. Yo les dije que tenían un entorno; no pueden contarlos porque no se puede contar en un estado multidimensional.
Ahora Wo había aprendido eso, y aquí estaba. Y frente a ellos, todos ellos, sus guías, su Yo Superior, el entorno a su alrededor, y Wo, él vio el puente. De modo que voy a invitar a Wo a cruzar, y ustedes vendrán conmigo mientras él cruza. Wo, ya es hora de que descubras quién eres realmente. Wo, tal vez te gustaría encontrar a Yu Sha en otro lugar. Wo está muy interesado, de modo que vamos a llevar a Wo a cruzar el puente, y quiero que vengan con Wo, porque … Wo es ustedes. Él es ustedes. Ella es ustedes. En este camino particular, Wo, toma mi mano y vamos.
Wo no sabe qué va a suceder. No tiene ninguna idea en absoluto sobre esta idea de ir a un lugar multidimensional que es suyo, pero cruza el puente conmigo tomados de la mano, porque ahora él es tan intuitivo que se da cuenta, reconoce que es verdad, y sabe que es seguro. Es seguro.
Y ve la neblina, que ofusca ver todo lo que está más allá, en la mitad del puente. Y Wo sonríe y dice “Yo sé qué es esto; es una prueba de la intención pura. Si paso a través de la neblina significa que no tengo miedo.” ¿Oyeron eso hoy? Wo entendió porque antes le habían enseñado que el miedo realmente desarma el amor. Desarma. Aniquila. Él no tiene miedo; sonríe porque sabe qué viene, en alguna medida. Y él confía en que, aun si no lo comprende, lo experimentará.
Atraviesa la neblina conmigo hasta el otro lado de ese puente donde las cosas no tienen sentido. Es casi como un mundo de sueños, donde hay cosas que no debieran estar allí. Pero Wo no tiene miedo, porque en eso hay algo sumamente familiar. Bienvenido al hogar, Wo. Este es quien tú eres. Esta es la magnificencia. ¿Cuán grande crees que podría ser? ¿No tuviste experiencias, incluso cuando te enseñaba Yu Sha, que te llevaron a lugares donde no creías que podías ir? Y examinaste tu vida de una manera que no pensabas que podías examinar. Y él dijo: Sí.
Esta es tu alma, Wo. No tiene límites. Más que eso. Esto es realidad. Esto, Wo, es real. Lo que eres en la tierra, de lo que has venido, es una realidad parcial, incompleta, y es donde vives por un tiempo. Y luego regresas y vives más, y luego vuelves, pero siempre vuelves al hogar. Esto es el hogar. Te pertenece. La esencia de ti está aquí.
Wo ama todo esto, y entiende que todo esto no es un lugar en absoluto. Es casi como que ha entrado en el lugar más cómodo que pudiera entrar alguna vez: a él mismo. Su yo sagrado estaba allí y él estaba casi caminando en su interior. En eso estaba, no parecía estar ni adentro ni afuera, no podía entenderlo. Luego él se dio cuenta de que no necesitaba hacerlo. Solo se sentó allí, deleitándose en esta majestad. Y él lo reconoció como eterno. Wo, eres eterno, te dijo eso Yu Sha.
Wo, me gustaría que fueras adentro por un momento, a un lugar. No es el lugar a donde vamos normalmente en el Círculo del Doce, no hay un teatro, pero hemos estado en este lugar antes. Hemos llevado a muchos a este viaje a diferentes áreas, podrías decir, de tu alma. Todas metáforas de otra cosa. Y esta también lo será.
Wo pasa por una puerta – siempre se pasa por una puerta. Hay un nombre sobre la puerta; les dijimos qué era ese nombre la última vez que hicimos esto, en otro ejercicio. Les dijimos que son héroes en proceso, y les contamos la historia de ustedes, cada uno de ustedes, queridos, en el viento del nacimiento, y cómo fue, cuando decidieron venir a este planeta en este tiempo. Son muchos de ustedes, ya saben ¿O no saben?
Wo pasó por esa misma puerta, con ese mismo título, y entró a una sala muy, muy grande. No podía decidir si ese salón era adentro o afuera, porque cuando miró hacia arriba parecía que miraba los cielos, más bien un planetario. En otras palabras, él puede sentir que hay un límite al cielo, y sin embargo, tan vacío como estaba, tan oscuro como estaba, se dio cuenta de que había más. Avanzó hacia la silla en que se iba a sentar y reconoció que algo iba a suceder, porque había una silla enfrentando a otra. Él iba a tener una conversación con alguien.
Se paró allí por un momento, y como de la nada alguien vino, que él reconoció. Yu Sha. Otra vez, la metáfora de su propio conjunto de guías. Caminaba hacia él diciendo: “Es bueno verte otra vez, amigo mío. Bienvenido a la cosa más magnífica que hayas visto jamás: tú. Siéntate en la silla, Wo. Tengamos una lección.” Wo estaba abrumado con el amor, allí estaba Yu Sha. Él pensaba que lo habría perdido hasta que muriera, y Wo se sentó en la silla, esperando.
Hay muchas cosas en esta metáfora, y en este año y medio, que son increíbles, porque están los que dirán: “Bueno, yo fui en este viaje, es todo simulación, todo visualización, no puedo realmente hacer esto hasta que muera.” Quiero decirte algo: no estás entendiéndolo. Sí que puedes; esto es tu linaje, es tu poder, tu fuerza, si quieres decirlo así, de ser capaz de cruzar y entrar en eso que eres tú, el tú sagrado mientras estás en el planeta. ¡Esa es la enseñanza, esa es la metáfora! No es solo una visualización, ni una meditación.
Y Wo se sentó allí. Apareció por encima de él, llamando su atención, parecido a estrellas en el cielo, él no podía realmente entenderlo, no eran estrellas realmente, no titilaban, estaban en foco perfecto, y eran luces brillantes y había una enorme cantidad de ellas. ¡Es enorme! “Yu Sha, ¿qué son estas?” Y Yu Sha se detuvo un momento y dijo: “¿Estás listo para algo, Wo, que no vas a entender?” Y Wo dijo: “Lo estoy”.
Y Yu Sha dijo: “Hemos creado esto para que tú entiendas, y los que pueden estar escuchando para que ellos entiendan. Y para tu enseñanza en el futuro, Wo, para que ellos entiendan. Es una metáfora. Hay muchas de ellas.”
Wo dijo: “Parece que hay millones de puntos, al menos” Y Yu Sha lo miró y dijo, “Bueno, en realidad, son 36 millones.” Wo reconoció instantáneamente que con esa aclaración del número, allí tenía que haber algo. Algo estaba oculto. Yu Sha era el guía ese día, ahora mismo. Yu Sha era el maestro, ese día, ahora mismo. Y continúa. “Ellas representan a casi todas las almas antiguas en el planeta, Wo. Treinta y seis millones. Wo, ellas representan aproximadamente la mitad del 1% de la población de la Tierra. Y Wo, cada una de ellas es un alma antigua. Durante eones de tiempo, muchas generaciones, muchas dispensaciones, las llamaríamos así, de cambios de energía, muchos ciclos, muchas civilizaciones. Estas son las que han pasado por ello. Ellas tienen algo en común contigo, Wo. Y tú también. Te dije eso antes,” dijo Yu Sha.
Para quienes están en esta sala, hoy específicamente, observando, esto también es para ustedes. Habrá miles que oigan esto, lo escuchen más adelante, que juzguen por sí mismos si sienten que están en ese grupo. Si eres un alma antigua, lo sabes. Tal vez solo has estado esperando oír que lo eres. Siempre está esa cuestión de la duda de sí. Los que están frente a mí ahora, escuchen bien: esto es para ustedes. Porque ustedes son Wo, y él es ustedes.
Y luego Yu Sha dijo: “Wo, algo asombroso va a suceder, que solo puede suceder con una consciencia multidimensional, con el Campo. Con la idea de que existe una consciencia universal. Vamos a hacer algo para ti. Todos esos 36 millones te van a dar un mensaje.
Wo no sabía cómo interpretar eso. ¿Cuánto tiempo requeriría? Y Yu Sha dijo “En un momento, frente a ti, estará alguien a quien amas. Alguien que ha fallecido, pero no es realmente ellos, lo es pero no lo es. Verás, no hay individualidad en lo que se refiere a esta clase de consciencia. La consciencia del alma pertenece a todos. Esa es la idea del Campo en el planeta. Y entonces ustedes piensan que hay una clase de consciencia para cada individuo. Ciertamente, en la Tierra son lineales, pero aquí no lo son. Por lo tanto, todos pueden hablar como uno; uno puede hablar como todos. Y ellos van a hacer eso ahora, en la persona de quien aparece en la silla.”
De pronto, todas las luces de arriba disminuyeron, y en cambio había una luz muy brillante en la silla frente a él. A medida que tomaba forma, él reconoció a quien él más había amado en su vida. Tal vez sea diferente para ustedes, pero para él la metáfora era obvia: alguien que él amaba, y en quien confiaba, y a quien extrañaba, iba a aparecer y darle un mensaje.
Es importante que entiendan la metáfora de esto, para que estén cómodos con el mensaje y entiendan que es verdadero y hermoso. Si alguien en su vida, que tal vez está aquí, o no está aquí, que podría ser la persona en la silla para ustedes, o para los que escuchan, o para los que están en el salón, para Wo era su mamá. Y allí estaba ella. ¡Y él estaba tan agradecido por este momento! Muy agradecido.
Los que están en la experiencia del Círculo del Doce han pasado por esto antes. Hemos hecho esto para ustedes. Pueden ir a ese lugar que es su alma, y van a aquellos que han amado y perdido, y, queridos, eso es real.
¿Qué aprendieron hoy del comandante de Marina? Que caminó por el escenario y les dio una validación tras otra de cuán real es estar con un alma que parecía haberse ido. Es real.
Para ustedes, quienquiera sea, sería real. Para Wo, más que real. Ella sonrió y dijo: “Wo, nunca me fui. Simplemente cambié y me transformé en otra clase de energía. Wo, te he amado desde el momento que pareció que me había ido de este planeta; Wo, te veo, te conozco, sé que sientes mi amor.” Y ciertamente, él dice, “Sí, mamá, lo he sentido. Lo sabía. De algún modo lo sabía. Gracias por validarlo para mí.”
Yu Sha interrumpe y dice: “Es más que una metáfora, Wo. Porque tu mamá es un alma antigua. Tú la elegiste antes de venir. Y ella te enseñó bien, porque estabas listo para aceptar las últimas 14 lecciones que te dimos, 13 conmigo presente.
Y Wo dijo: “¿Qué es lo que ella va a hacer?” Yu Sha dijo: “Ella te va a dar instrucciones, desde 36 millones de almas con una sola consciencia, sobre lo que vas a hacer, y cuáles serán tus instrucciones para traer a esta Tierra la nueva energía de paz, y bondad, y compasión.
“¿Y cuánto tiempo va a llevar?” (se ríe). Wo todavía es lineal, como muchos de ustedes. Con preguntas que son lineales, absolutas. Quieren que les respondan esta pregunta, la otra pregunta, quieren saber esto o aquello. No es eso lo que va a suceder. Dijo, “Por favor dime. Todos esos 36 millones de ustedes, juntos en esa visualización de mi madre, sonriéndome, llena de compasión y bondad que yo conocí toda mi vida a partir de ella, estoy listo para escucharla, y lo haré, y lo creo.”
Ella lo miró y dijo: “Aquí están tus instrucciones desde el grupo. El amor es tranquilo. El amor no se impone. El amor está hecho de toda la bondad y todas las cosas positivas imaginables, y ahuyenta fácilmente todas las cosas negativas. El amor no confronta; el amor no reacciona; escucha. Todos los atributos de la maestría que se te dieron, y las enseñanzas de Yu Sha, quizás, o de otros, representan el amor. Estas son tus instrucciones. Toma el amor y sostenlo tan alto como puedas, y vete de este lugar y cambia al planeta.”
Wo no entendió realmente cómo eso podía cambiar algo. Él amaba mucho, pero entendió que se trataba de algo más grande; era el amor de la Fuente Creadora.
Queridos, una palabra significa muchas cosas para ustedes. En algunos idiomas hay muchas palabras para “amor”. Depende de la clase de amor. En el idioma de mi socio, en que les hablo ahora, solo hay una. Pero este amor es supremo. Y ese es el amor del que le habla la consciencia colectiva de todas las almas antiguas en la Tierra, la mitad del 1% de todas las que están aquí.
Ahora está claro lo que está sucediendo, y Yu Sha dice: “Cuando te vayas de este lugar quiero que visualices que no estás solo, que hay una consciencia de todos estos contigo, haciendo juntos lo mismo que tú haces. Encuentra un momento, intuitivamente, para enviar esto a otros en el planeta, y ellos se unirán a ti, porque esta multidimensionalidad es un estado sin tiempo. No hay tiempo, de modo que cualquier momento en que elijas hacerlo, estarán allí. Entiéndelo.”
Wo no quería irse. Estaba frente a alguien tan especial, que representaba a las almas antiguas, y él ahora se daba cuenta de que él era una de ellas, y de que había una tarea a la mano y que por eso había venido, un héroe en proceso. Wo; tú.
Y entonces Yu Sha dijo, al desaparecer otra vez más, las palabras, “Wo, quédate tanto como quieras. Y cuando hayas terminado, serás llevado a la tierra instantáneamente. Quédate en este lugar que es tu alma; quédate, aunque sea tres minutos, y disfruta de la magnificencia multidimensional de ti. Esto es verdad absoluta, Wo. Verdaderamente es la realidad. Verdaderamente es la realidad. Quédate.”
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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