Canalización de Kryon por Lee Carroll
Ante la Hermandad Femenina Lemuriana (83)
Grand Rapids, MI, 18 de julio de 2020
Volviendo al Hogar, a Lemuria
Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi socio se aleja; él siempre lo hace para honrar al femenino sagrado, que está actualmente aquí en esta reunión. ¿Cuántas de ustedes creen esto? Podrían decir, “Eso es una pregunta cargada”. ¿Creen que hubo un propósito aquí que las alertó de algo llamado Hermandad Femenina Lemuriana? Me gustaría hacer eco de las canalizaciones del día. Muchas de ustedes no estaban con nosotros en ellas, de modo que quiero repasarlas un poco y continuarlas para ustedes.
Hablamos de un tema llamado la Máquina del Amor, y eso es una metáfora. El amor es la energía creadora de lo que llaman Dios o Espíritu; la máquina es la intervención. La máquina es lo que las lleva a ustedes a saber que son un ser humano que es parte de este rompecabezas de cómo llegaron aquí y qué pasó entonces - por supuesto, Lemuria. Hablaré de eso en un momento…
Es hora de hablar de esto. La Hermandad Femenina Lemuriana está creciendo. No te preocupes, Mele´ha, no te voy a dar otras instrucciones (se ríen). La Hermandad Femenina Lemuriana está creciendo. Solo quiero decir estas cosas: Mele´ha, estás de acuerdo al programa, estás en el punto justo, estás en el marco de tiempo que fue programado para que pudieras ser la que diera las instrucciones, la ayuda de los mensajes edificantes, el consuelo durante estos tiempos difíciles. Ya te hemos dicho a ti y a quienes escuchen, que las mujeres están asumiendo la carga de esta época durante el Covid. La Hermandad Femenina te pertenece a ti, querida, tú la estás manejando y eres ciertamente la que vino para hacerlo. Las lecciones, ungidas; los procesos, ungidos; los procedimientos que estás recibiendo intuitivamente, incluyendo la enseñanza de la Rueda chamánica para las mujeres. Las chamanas se beneficiarán con lo que tú has hecho durante esta última década o más. La Hermandad Femenina te pertenece.
Y hemos dado esta información para que no haya duda, que cualquiera que escuche sepa quién fue la que fue ordenada, se podría decir, como un alma que entraría en este planeta en esta época de su vida.
Ahora bien, en eso, se podría decir en esta máquina de la que hablamos, esto sería la interacción con propósito de las piezas del rompecabezas que producirían una cosa así. Se podría decir que es la máquina, un sistema de guía con propósito por el Espíritu, que por ejemplo pone a Mele´ha en el planeta en el momento apropiado. Una máquina que observando el libre albedrío, la tiene a ella sola en esta época. Es difícil describir cómo tales cosas podrían ser apropiadas, pero son para el planeta, y ella lo sabe.
Entonces, damas, ustedes tienen que venir a este reconocimiento: ¿son ustedes parte de la máquina? Hubo intervención por parte de la creación de este planeta, el momento en que se puso aquí la luz, y especialmente la cronología en que llegaron las Madres de las Estrellas.
Esa intervención de que hablamos las pone a ustedes, con otro rostro y otro nombre, pero con la misma alma, en un lugar de recordación; ustedes estuvieron allá. Lemuria perduró por largo tiempo. Muchas de ustedes nunca se conocieron entre sí. Pero lo que recuerdan, lo que es esa parte que las trae a la reunión, a preguntarse “¿Esto es para mí?” Eso es intervención. Mi socio tiene un nombre para eso: y ese nombre que les voy a dar, es “yo te hice mirar”. Eso es lo que él dice, cuando algo lo hace ir en cierta dirección debido a lo que es la intuición que él siente como la guía del Espíritu.
Hemos dicho esto antes. Damas, ustedes tenían esto al nacer. Esto las alía con aquello que no solo es sus hijos, sino espiritualmente una alianza con aquello que empiezan a reconocer. Lo diré: ustedes tienen libre albedrío, pero están rodeadas de muchas cosas en ese Departamento de Te Hice Mirar. Verán, nosotros somos libres para intervenir con cosas alrededor de ustedes, con objeto de empujar y tirar; se nos permite intervenir en esas áreas de la evolución, en esas cosas que las pondrían en el lugar correcto en el momento apropiado, para que la consciencia empiece a concordar con la intervención, si captan este punto.
En otras palabras, hay una energía, una dirección del Espíritu, para estos tiempos – no solo para pasar el 2012, sino incluso el tiempo del Covid – que las pone en un lugar de hacer la pregunta: ¿Yo fui lemuriana? ¿Recuerdo alguna de estas cosas? Entonces pongámoslo en claro: no les estamos pidiendo que recuerden de la misma manera que recordarían lo que comieron en la cena. Estamos diciendo que la recordación es akáshica; esa es una recordación de cuerpo entero. Es algo que les daría escalofríos ahora mismo si yo hablara al respecto. Ustedes estuvieron allí. Estuvieron allí para escuchar a las Madres de las Estrellas, para oír su voz, algo que nunca olvidarán, ya les dijimos. Como no olvidarían la voz de su mamá, nunca. Pueden extrañarla, pero no la olvidarán cuando ella ya no esté. Y ustedes no olvidan, en ese akash, esa voz que les enseñó.
Las mujeres la oyeron, y los hombres no. Y ya les contamos eso antes. Existe una alianza de recordación allí para ustedes; eso también es intervención. Que ellas vinieran e intervinieran para empezar a enseñarles cosas sagradas, con objeto de que ustedes despertaran muchas vidas más tarde, con la información que aprendieron en aquel entonces.
¿Es realmente posible que la información aprendida en vidas pasadas pudiera ser recordada en tal medida que luego penetrara en lo que es ustedes? Penetrar significa que está en cada célula, y la recuerdan. La recuerdan de una manera que le dice a su psiquis. “Yo sé. Lo reconozco. Estuve allí.” Y lo más grande: “¡Yo pertenezco a esta energía!” (se ríe). Pertenezco a eta energía. No se separen a sí mismas de aquello que sienten que es ustedes. Esto no es simplemente una organización que están experimentando, una enseñanza que están experimentando. Quiero que empiecen a pensar en esto de una manera diferente. Esto es la energía del hogar. Es el primer lugar en que estuvieron como seres humanos, para oír, reaccionar, escuchar a las Madres de las Estrellas. Y cuando empiezan a reconocerlo en las capas de enseñanza que están aquí, en la Hermandad Femenina, en la Rueda Chamánica, las chamanas que salgan de esto se darán cuenta que vienen al Hogar. Y así es como se supone que lo sientan. No se sorprendan si empiezan a sentirlo así. Es una adhesión que va más allá de una camaradería con las otras damas. Es una camaradería con lo que es su alma, una camaradería con lo que es la información, y empiezan a reconocer eso que Mele´ha está empujando hacia adelante con la información de las Madres de las Estrellas.
Esto es la Hermandad Femenina; llena de mujeres que desean ir al hogar. No físicamente; no es un deseo de dejar el planeta; es un deseo de convertirse en parte de él, de la manera en que solía ser. Y eso da paz, realmente lo hace.
¿Están escuchando, damas? Yo sé quién está aquí. Yo sé quién escuchará esta canalización más tarde. Le trae paz a su alma entender de qué forman parte; poner una mano sobre el corazón de cierta manera y decir, “Gracias, gracias, gracias. Yo sé que las cosas mejorarán. Yo sé que las cosas estarán bien, porque hay intervención que me trae a un lugar como este”. Las hice mirar... (se ríe); las hice mirar.
Percibir con esta reunión, tal vez con un nuevo fervor, un entendimiento, de lo que verdaderamente está pasando aquí. No es solo una reunión; no es solo una asociación, no es solo un grupo. Un hilo que las conecta a aquello que fue la enseñanza original donde están en su hogar.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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