martes, agosto 25, 2020

David Topí - Estudio de los números y decodificación actualizada: El siete - Agosto 25, 2020


Nos quedan tres números para terminar este tema introductorio a la numerología “actualizada” y dar por cerrada esta octava, y hoy vamos a ver el primero de ellos, el número siete, que es, precisamente, el número de “cierre” y finalización de “cosas”.

El campo numérico del siete nació para poder “dar por finalizado” los procesos de construcción de todos los niveles anteriores que ya hemos visto, y poder “marcar” que “algo” había sido completado, de manera que se pudiera “arrancar” de nuevo otra fase teniendo un punto fijado como el “final” de la anterior, que estaría marcado energéticamente por el ser que rige este campo de energía consciente.


Por este motivo, solemos decir que todo funciona, fluye y está construido en grupos de siete, lo que se denomina una “octava” (pues se toma siempre los siete pasos de cada proceso más el “punto” de inicio del siguiente con el que enlaza, de ahí el nombre “octava”), y cada “siete” de algo podemos dar por finalizado una tarea, un proyecto, un proceso, un cambio, etc.

Evidentemente esto no es fijo, en el sentido de que hay cosas en el mundo terrenal y de los sentidos que no funciona o se mide (la forma en la que nosotros medimos las cosas) en base “siete”, pero, a nivel energético, etérico, mental y en planos superiores sí que lo es, es decir, todo funciona por octavas, por grupos de siete niveles o siete pasos, por siete estadios, por siete gradientes, por siete saltos. Y cuando algo llega al séptimo salto o paso o nivel, entonces “eso” se da por cerrado y concluido, y se usa como sustrato y punto de arranque para el siguiente grupo de siete “lo que sea” que se inicia contando como punto de partida el lugar o estado energético donde terminó el proceso anterior.

Octava, ¿ocho?

Quizás lo que lleve a confusión es el término “octava” hablando de grupos de “siete”, como hemos mencionado antes, y es que nosotros usamos ese término porque, en nuestra escala musical, tomamos el DO de una octava como principio y final de su octava y de la octava anterior. Es decir, desde la nota DO a la SI hay siete notas, siete pasos, siete gradientes musicales y energéticos, pero después del SI viene otro DO, al que se pasa rápidamente y suavemente, y ese DO cierra el proceso del SI y se toma como el final de ese grupo, además de como el principio del siguiente grupo de siete notas. Así que, aunque parezca algo confuso, se usa siempre el término octava para hablar de DO a DO, aunque energéticamente, es el número siete de DO a SI quien rige todos los cambios, procesos y evoluciones del universo.

Características psicológicas y arquetípicas del siete

A nivel energético y en los resultados de estudios numerológicos, el número siete representa ese final de etapa, ese cierre de ciclo, y ese recogimiento. Así que también tiene repercusión a nivel psicológico resultando ser un número introvertido, cerrado, final en sí mismo. Es el número para dar por completado algo, ponerle un punto y seguido, pero con ese punto como la base de inicio para lo que tenga que venir después. Es el número que marcará límites, pues donde hay un siete hay una barrera, un final, un “stop” que debe respetarse, y personas con el siete fuertemente marcado en sus estructuras energéticas y psicológicas serán las que pongan ese punto y final, o las que marquen el paso a otros, las que dicten el ritmo de salto entre procesos y las que digan cuando se ha terminado uno de ellos.

El siete además representa el descanso, la relajación, la tranquilidad, pues algo ha terminado, y ahora se permite un pequeño receso antes de iniciar el siguiente paso o la siguiente octava. Un siete indica un momento de pausa, de frenar y reflexionar, de terminar lo que estamos haciendo y sentarnos, de “congelar” el mundo hasta que recuperemos fuerzas y luego lo ponemos en marcha de nuevo allá donde lo hayamos dejado.

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