La Historia de Amor
Steve Rother y el Grupo
SpiritCast septiembre de 2018
Saludos, queridos, yo soy el Guardián del Tiempo.
Me uno a ustedes hoy para llevarlos a la siguiente etapa del trabajo con Amor y Saroo. Nos parece un punto apasionante porque en ese tiempo Amor y Saroo todavía estaban en su energía básica, lo que ustedes llamarían el hogar. Habían hablado con los ancianos de Lemuria y tratado de descubrir qué estaba ocurriendo exactamente. Y lo primero que hicieron fue aprender a abrir sus corazones de
manera muy similar a la que ustedes acaban de hacer para crear esta canción del corazón (Se refiere a la canalización La canción del corazón guiada momentos antes por el Científico del Corazón) que podía escucharse por todas partes, que podía enseñar el camino, dar esperanza, dar energía y realmente sanar a las personas que estaban sufriendo debido al temor, porque, queridos, ellos no podían evitar tener miedo. Cada vez que ustedes se enfrentan a lo desconocido con temor, él reside en el futuro, nunca está en el momento del ahora, siempre se trata de lo que va a suceder, nunca de lo que está sucediendo en este momento porque ustedes pueden enfrentar esa parte y es importante tenerlo en cuenta.
En el tiempo en que Amor y Saroo todavía estaban trabajando con sus familias, intentaban decirles que todo iba a estar bien y que iban a continuar con su trabajo itinerante, incluso frente a todos los cambios que estaban comenzando a ocurrir. Por supuesto, la madre de Amor, siendo madre incluso en aquellos días, estaba muy preocupada por él y trató de convencer a Amor y Saroo para que se quedaran donde estaban y trabajasen desde el corazón enviándoles energía a todos. Y Amor le respondió: “No, es muy diferente. Necesitamos estar allí. Es necesario que miremos a las personas a los ojos intensamente y veamos que nos devuelven la mirada y darles abrazos, tener una conexión física. A veces basta con ponerle la mano en la espalda a alguien; saludarlos de una forma maravillosa puede marcar una profunda diferencia y eso es lo que voy a hacer.” Y su madre le contestó: “Sí, lo comprendo.”
A esa altura, Amor fue llamado y él y Saroo emprendieron un largo viaje a través de muchas regiones de Lemuria. No les resultó fácil. Y aunque tenían ayuda, la asistencia de muchos provistos por los ancianos, y pese a que los saludaban al pasar por los distintos campamentos, no se quedaban a hablar junto a las grandes fogatas. Pasaban la noche y seguían su camino velozmente, porque los habían llamado a un lugar muy especial en las montañas, casi del lado opuesto al que estaban en Lemuria, y tenían que viajar muchos días.
En algún momento, durante ese tiempo, Amor se despertó en medio de la noche y oyó que Saroo lloraba. Sollozaba tratando de no despertar a Amor, pero él sintió el dolor, fue hacia ella y le preguntó: “¿Qué sucede? ¿Cómo puedo ayudarte? ¿Cómo puedo quitarte ese peso?” Y ella respondió: “Estoy afligida. Necesito llorar. Necesito sacar eso afuera, porque pese a que me yergo con mucha fortaleza ante las personas, necesito hacer el duelo, necesito pasar por este proceso, Amor, porque siento que toda nuestra vida está comenzando a cambiar y a decir verdad, nuestra vida juntos podría estar por terminar y eso me entristece mucho. Aunque no conozcamos las consecuencias aún, puedo decirte que en lo más íntimo siento que viene un profundo cambio.” Amor trató de consolarla lo mejor que pudo, la rodeó con sus brazos y trató de decirle que todo iba a estar bien, pero no tardó mucho antes de que comenzara a llorar él también. Necesitaba sentirlo, necesitaba dejarlo salir, necesitaba conectarse con su parte doliente porque estaba creciendo hacia otro nivel y estaba haciendo el duelo por la vieja parte que estaba dejando atrás. Se había enamorado de cada región de Lemuria, de la belleza que ofrecía, de la forma en que los lemurianos habían aprendido a trabajar juntos, el hecho de que hubieran estado allí por lo que ustedes llamarían siglos sin que hubiera guerra. ¡Qué hermosa época! ¡Qué maravillosa encarnación para ser parte de ella! Y Amor se sintió muy complacido porque era una parte activa de eso. Sin embargo, él también se preguntó si todo eso estaba llegando a su fin. Así que ambos se aferraron el uno al otro aquella noche y Amor invitó a Saroo a volver a la cama y se acostaron y lloraron juntos varias veces. Pasaron una noche muy dura porque no durmieron demasiado, pero eso les permitió atravesar un proceso de duelo que definitivamente necesitaban hacer.
Al día siguiente durmieron más de lo que dormían normalmente y comenzaron muy tarde su partida a la siguiente aldea, pero valió la pena porque formaron un nuevo vínculo, una nueva conexión. Porque verán, queridos, ese proceso de duelo por el que todos pasan cuando ocurren cambios solo les puede resultar dañino si no lo aceptan, si no lo atraviesan, si no ven que esos cambios están afectando a muchas personas. Queridos, ustedes están comenzando a ver algunos de estos cambios que están sucediendo en su planeta y son similares a los que tuvieron lugar en su planeta en los tiempos de Lemuria, en los tiempos de Mu.
Al día siguiente llegaron al próximo campamento, pero era bastante tarde y aunque los recibió una gran comitiva, no pudieron hablar mucho, estaban exhaustos y se acostaron a dormir. Esa noche el cielo se abrió y vieron las estrellas y estaban tan deslumbrados que les resultó difícil cerrar los ojos y entrar en ese sueño reparador que tanto necesitaban. Más bien, se sentaron maravillados y observaron toda la increíble belleza y dieron las gracias por ser parte de ello.
Durante algún tiempo se encaminaron de campamento en campamento. Esa travesía fue larga y pasaron por muchas dificultades y ocasiones en las que se encontraron con personas y hubo un momento en el que se encontraron con un maestro al que habían entrenado para que hiciese un trabajo muy parecido al de ellos. Eso lo ayudó a obtener la confianza que necesitaba para pararse frente a los grupos y darles esperanzas y visiones. Y él los llevó aparte y tuvo un encuentro privado con Saroo y Amor cuando entraron en su campamento. Aunque Amor y Saroo estaban muy cansados, lo vieron, se encontraron con él. Y él les dijo: “Siento que estoy perdiendo mi fe, siento que estoy perdiendo la fe en lo que estoy enseñando. Y aunque aún pronuncio las palabras, estoy empezando a preguntarme si sirve de algo. ¿Estoy enseñando las cosas correctas? ¿No debería estar enseñando supervivencia en lugar de eso? ¿Debería decirles a las personas que vayan a las montañas más altas? ¿Qué debería hacer aquí?” Y ambos lo saludaron con muchísima alegría. Su nombre era Arc y Arc no sabía qué dirección tomar con todo esto. A su mujer también le había costado mucho porque había visto los cambios en Arc durante sus enseñanzas. Ambos estuvieron presentes esa noche: él pidió que su esposa se uniera a él para que los cuatro pudieran sentarse juntos y hablar acerca del proceso de duelo. Y ellos le hicieron saber que en realidad él era parte del gran cambio que iba a tener lugar para la humanidad hasta ahí. Él podía tomar parte empoderando a las personas al punto que pudieran asumir su poder y cambiar ellos mismos en lugar de ser forzados a hacerlo, en lugar de ser llevados por las circunstancias.
Esa noche todos se fueron a dormir y al día siguiente todos ellos se despertaron con una nueva visión, todos, incluso Amor y Saroo, porque durante el tiempo que estuvieron conversando con Arc, comenzaron a canalizar y no solo trajeron mensajes para él y su esposa, sino para ellos también. Fue realmente hermoso.
Amor y Saroo continuaron su viaje hasta el otro lado y encontraron seres maravillosos que los ayudaron y se comunicaron con ellos durante todo el camino. Eran seres asombrosos. Y todos crecieron un poco en esa ocasión. Finalmente llegaron a destino luego de semanas de viaje, de pasar por procesos y de haber tenido que escalar por fin esa montaña increíble, pero allí encontraron a la persona que los había llamado. Era un Gran Maestro, lo que ustedes sencillamente llamarían un Maestro Ascendido. Y le preguntaron: “¿Cuál es su visión? ¿Qué está pasando? ¿Qué está ocurriendo con el planeta? Vemos los cambios, vemos que el agua avanza, vemos cosas que nunca sucedieron antes. ¿Qué conclusión podemos sacar? ¿Qué podríamos hacer? ¿Cómo podríamos ayudar a las personas?“ Y el Gran Maestro aspiró profundamente y sonrió. “Amor y Saroo, ustedes están haciendo mucho más de lo que pueden imaginarse. Les digo que según lo entiendo y lo que me han dicho, el planeta está cambiando muy drásticamente. Las placas tectónicas se están moviendo y lo que conocen como Lemuria tal vez no permanezca mucho tiempo más. Pero es necesario que ustedes ayuden a esos seres a los que les hablan para que ellos dominen cualquier parte que su experiencia les haya traído, porque todos han venido con lecciones de vida, todos han llegado con situaciones y contratos que deseaban aprender en esta vida en particular. Y aunque muchas personas se atemoricen y algunas traten de sobrevivir tratando de encontrar el mejor lugar para estar, lo fundamental es trabajar con la Maestría, el dominio de sus pensamientos, el dominio de su amor, el dominio de su comunicación, el dominio de todos los aspectos con los que desean trabajar como un espíritu que finge ser humano. Porque ahora, como nunca antes, tienen la oportunidad de dominar las cosas muy rápido, y si pueden enseñar eso y darles esa esperanza a otras personas a medida que evolucionan hacia este próximo nivel, queridos, nadie tiene que morir. Y aunque les diga que todo el planeta está cambiando y quizá lo que conocen como este hermoso lugar de Lemuria tal vez quede bajo el mar, nadie tiene que morir. Pueden ascender, pueden cambiar de forma, pueden cambiar la energía porque ustedes no están siempre en esta forma densa que toman ahora. Y aunque tengan todas estas hermosas conexiones con todos los demás seres en Lemuria, hay más. Incluso hay muchos más seres en este planeta de los que ustedes no están completamente conscientes”.
Y Amor se detuvo y pensó por un momento. “Sí, ha habido visiones, se han contado historias acerca de la existencia de otras tierras, de otras personas que se han congregado y formado lugares diferentes, pero creíamos que solo eran historias”. “No”, dijo el Maestro. “Son reales y, además, sus energías también están cambiando. Pero ante todo, una de las primeras áreas a cambiar es esta en la que están en este momento. Este lugar al que llaman hogar se está transformando muy rápido. Ascender al próximo nivel sencillamente significa que dominan todas esas cosas con las que vinieron, todo lo que puedan dominar durante estos tiempos antes de que finalmente lleguen las aguas. Los ayudaremos a elevarse aún más, los ayudaremos a que no tengan que lidiar con esos problemas a medida que pasan a un nivel vibratorio más elevado. Y eso es lo que deseamos que les lleven al resto de los habitantes de Lemuria, díganles que este es un tiempo de maestría, es un tiempo para abrir esas canciones del corazón, ¡estamos oyendo partes tan alegres! No porque estemos en este momento, sino porque estamos sintonizados con toda Lemuria. Escuchamos las canciones del corazón que ustedes ayudaron a iniciar. Escuchamos el empoderamiento que han propagado de campamento en campamento. Escuchamos las esperanzas y los sueños que les han dado a todas esas personas en Lemuria. Es asombroso. Realmente han estado preparando a las personas con su trabajo para que den este siguiente paso. Y ese es su próximo trabajo: continuar viajando de lugar en lugar para encontrarse personalmente con la gente, para mirarlos a los ojos y permitir que ellos hagan lo mismo, para abrir ese corazón, para cantar esa canción del corazón, para ayudarlos a descubrir su propia canción del corazón dondequiera que ellos vayan, para compartir esa conexión con todos los seres en todas partes, para crear esa increíble red energética que alimenta a todos. Eso estaría sentando la base para entrar en esta vibración más elevada, porque verán, queridos, no es necesario que muera nadie. Pueden llegar a un nivel que ustedes llamarían Ascensión sin dejar siquiera el planeta. No necesitan volver al Hogar y reencarnar. Pueden comenzar a eliminar el ciclo de reencarnación y entrar en una nueva forma de existencia e incluso ayudar a la Madre mientras atraviesa estos cambios también, porque ustedes son parte de ella, aunque pueden comenzar a liberar parte del cuerpo físico denso mismo y permanecer en esa conexión tanto tiempo como deseen, porque ustedes estuvieron aquí al principio como seres de luz para ayudar a plasmar las conexiones en este planeta que conformaron esta forma de luz y ayudaron a crear este juego. Ustedes estaban aquí. De modo que ayudar a cualquiera a re-cordar eso, ayudar a plantar esas semillas, tendrá un enorme efecto en el hecho de que cualquiera pueda entrar en este próximo nivel.
Al principio habrá muchos que sencillamente no comprenderán, o aquellos que no desearán romper sus ciclos actuales, los que no querrán superar sus hábitos e intentar algo nuevo. Y habrá muchos que esperarán hasta el último minuto para intentar entrar tan rápido como puedan en esos seres superiores. No juzguen a ninguno de ellos. Ninguno está en lo correcto o equivocado. Ustedes están aquí al principio de este proceso para ayudar a plantar esas semillas en toda la humanidad, donde puedan ayudar a las personas a entrar en ese nivel vibratorio. Y esa es la canción del corazón que llevan consigo.
Y esa noche, Saroo y Amor se fueron a dormir viendo nuevamente las estrellas desde una nueva perspectiva porque ahora estaban a varios miles de pies sobre la superficie de Lemuria en esa hermosa montaña y veían las estrellas más claramente todavía, casi como si de alguna manera estuviesen más cerca, y sintieron una conexión con el Universo. Comprendieron que eran mucho más vastos de lo que creían. Y aunque ustedes pueden elevar la mirada al cielo nocturno y ver todo lo que está allá afuera, tal vez piensen que son una parte ínfima de todo lo que es, pero no es así. Ustedes son algunos de los seres participando en el juego más profundo a través de todo lo que es.
Amor y Saroo recogieron eso aquella noche y obtuvieron esa fortaleza y durmieron realmente bien. Al día siguiente se despertaron con un nuevo propósito. Ciertamente continuarían viajando, incluso utilizarían algunas de las mismas palabras y de las mismas energías, pero tenían un nuevo propósito detrás de sí. Sabían lo que ocurría y sabían cómo llevar a las personas al siguiente nivel. Y eso inició su propósito a medida que comenzaron su viaje al bajar de la montaña aquel día. Los dos abrieron tanto sus corazones que incluso reunieron a personas a lo largo del camino. No pensaban ver gente hasta que hubiesen llegado al próximo campamento, pero repentinamente las personas vinieron de todas partes porque oyeron la canción de su corazón, escucharon esa bella energía y solo quisieron saber qué era, o estar cerca de ella o imitarla de alguna manera. Y fueron bendecidos mientras se dirigían al siguiente campamento al encontrar a tantas personas que los buscaban a lo largo del camino y se convirtieron en cantantes de una nueva canción porque su corazón vibraba abiertamente en los días de Mu.
Y así es que dejamos la historia en este instante, porque en aquel momento exacto todo estaba bien en Mu. Y así es.
Espavo.
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Desgrabación y traducción: Traductoras voluntarias de Espavo.
Septiembre de 2018
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