LAS PARABOLAS DE KRYON –
Serie 4 – Parábola 4 – Sara y el Zapato Viejo
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Serie 4 – Parábola 4 – Sara y el Zapato Viejo
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¿Listos para una realmente breve? Amo esta parábola, porque representa cómo pienso, algunas veces. Puedo relacionarme con estar cómodo con casi cualquier cosa, ¿por qué cambiarla? Si la cosa funciona. ¿Qué? ¿Me dices que no funciona? Ahora bien, eso es tonto.
Sara era una mujer iluminada de la nueva era. Entendía cómo hacerse responsable de su vida y que ella estaba por una razón en el planeta. Sara por lo tanto preguntó a sus guías cómo encontrar su lugar ideal, el lugar donde ella había acordado estar. Le dieron buena información. Ella entendió el proceso y se dispuso a co crear lo que sabía que era su pasión. Sara deseaba ser parte de la ecología del planeta para ayudar a mejorar la Tierra y todo lo que vivía en ella. Entonces, por una ventana de oportunidad que apareció de pronto, - ¿una coincidencia? - se le dio una posibilidad de hacer justo eso.
La oportunidad llegó en la forma de un trabajo en una compañía que trabajaba con sistemas ecológicos de alta gama, algo que excitaba mucho a Sara, y la hacía sentir que podía hacer una diferencia para mucha gente. Su nuevo trabajo la hacía cruzar la ciudad cada día para trabajar en una cómoda oficina en la que podía cumplir la meta de su vida. “Para esto estoy aquí”, reconoció ella. “Tengo tanta pasión por esto”. Estaba extasiada y en paz. Todo estaba funcionando bien al empezar en el trabajo, excepto por una cosa. Verán, al venir a esta encarnación en el planeta, a Sara se le dio un miedo de los lugares pequeños. Para poder llegar al trabajo, Sara necesitaba viajar en subterráneo, y dos veces al día ella estaba paralizada por la experiencia. Cada mañana entraba al subterráneo y se freía lentamente en su propio miedo. Estaba ansiosa, se aferraba al caño con mano sudando y su corazón golpeaba los veinticinco minutos que le requería viajar a su maravilloso trabajo
Después de un mes, Sara fue a sus guías y admitió dolorosamente: “Esto no está funcionando para mí. Necesito encontrar otro trabajo.” Sus guías preguntaron: “¿Cómo puede ser? ¿No co creaste la situación exacta que pedías? ¿No es esto una victoria?”
“No puedo seguir yendo a mi trabajo debido a mi miedo a los lugares pequeños”, contestó Sara. “Me arruina todo el día. Dos veces, ir y volver”.
Los guías de Sara sugirieron: “¿Qué tal si eliminas el miedo en lugar del trabajo?” Sara contestó vacilante: “No lo sé. He tenido miedo de los lugares pequeños durante 35 años. Solo llevo un mes en el trabajo.” Como ven, Sara estaba cómoda con su miedo, como un zapato viejo. Era casi como un viejo amigo, Una cantidad conocida. Algo que siempre estaba allí. Y tal como un zapato viejo, podía ser feo y estar roto, pero ella lo había usado por tanto tiempo que era la última cosa que sentía que podía cambiar.
Otra vez, esta es una historia verdadera. Sara es real, y el miedo a los lugares pequeños, el trabajo, y el problema, son reales. Les complacerá saber que Sara caminó directo hacia sus miedos, y hasta hoy ella viaja en el tren subterráneo con alegría y paz, hacia su maravilloso trabajo.
Pero hubo un tiempo en que dudaba de poder hacerlo. Ella decía ¿Qué? Este problema psicológico siempre ha estado aquí. ¿Cómo podría irse? Eso es mucho pedir.
Sara decidió finalmente que el trabajo era más importante que el miedo, y descubrió, con asombro, que su intención de cancelar la claustrofobia fue honrada por Dios con resultados casi inmediatos.
Así como su mente tenía una configuración para crear un miedo de lugares cerrados, su mente también tenía la configuración de la capacidad para eliminarlo.
Y ella tomó control de la situación, e hizo exactamente eso. ¡Qué concepto!
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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