Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
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Se abre ante nosotros un paradigma completamente nuevo como portales y contenedores de energía. Durante décadas, trabajamos con la energía y, en muchos casos, incluso la albergamos en nuestros cuerpos energéticos porque no tenía ningún otro lugar donde alojarse. Si han experimentado hinchazón, náuseas y han aumentado de peso durante los últimos 10 años, saben a qué me estoy refiriendo. Ahora podemos procesar la energía y permitir que continúe su curso, descargándola hacia la tierra para que pueda afianzarse en las rejillas terrestres.
Esto es lo que hacemos a nivel colectivo; a nivel personal, estamos trabajando duro para despejar vidas enteras de drama, de trauma y de miedo a hacer brillar nuestra luz. Aunque nuestros miedos tengan una explicación, ya no nos protegen ni nos hacen ningún bien, y es momento de considerar nuevas opciones. Somos los nuevos líderes de la Ascensión y de la expansión energética, y la herramienta que nos ayudará en nuestra evolución es la gestión de la energía.¿Cómo podemos gestionar la energía de la mejor manera en este nuevo período, administrándola con confianza y claridad?
Hubo un tiempo en que traíamos energía al planeta; después, escondíamos la luz y esperábamos que alguien la encontrara. Con vidas enteras de traición a nuestras espaldas, de persecución y de otras formas de castigo por ser portadores de luz y energía, todos conocemos demasiado bien el precio que tuvimos que pagar a cambio de cumplir nuestras misiones del alma. Aquellas vidas dejaron una huella en nosotros y hoy nos recuerdan que debemos dudar, retraernos y asegurarnos de que el camino está despejado y de que estamos a salvo, antes de atrevernos a compartir el amplio espectro de luz y energía que podemos contener. Sólo que eso ya no no es así. No sólo no nos perseguirán como antaño; ahora, ya no podemos esconder esa luz. Es demasiado brillante, somos demasiado poderosos, y el mundo está más abierto y preparado para ella de lo que nunca había estado antes.
Nuestra primera herramienta para la gestión de la energía consiste en salir a la luz, en salir de los lugares donde nos escondemos y aceptar nuestro papel de nuevos Faros de Luz. Ya no somos Trabajadores de la Luz, como cuando teníamos que trabajar duro para meter a presión la luz y hacer que llegara hasta los rincones más oscuros de la conciencia de la humanidad. Hemos alcanzado un nuevo nivel de empoderamiento, en el cual únicamente tenemos que brillar y permitir que los demás nos encuentren cuando estén listos para acceder y para conectar con una fuente de luz más brillante.
Nuestra segunda herramienta es la congruencia, cuando nos convertimos en un ejemplo de lo que supone llevar una vida ya sanada, plena y armoniosa. No es necesario que estemos involucrados en interacciones con otras personas; podemos ser congruentes incluso si no le gustamos a nadie, y eso incluiría también a nuestras conexiones más cercanas, como la familia. La cuestión es hasta qué punto nos sentimos cómodos con nuestra propia energía y con cómo deseamos vivir nuestras vidas. Si deseamos sentirnos empoderados, alegres y plenos, la congruencia nos permitirá acceder a mayores niveles de energía.
Nuestra tercera herramienta es la expansión, con la cual nos convertimos en contenedores de energía más grandes, capaces de traer más luz y energía a la Tierra. No tenemos que esforzarnos para brillar más. Basta con que deseemos explorar mayores expresiones de nuestro potencial, lo cual automáticamente amplificará nuestro coeficiente de luz. Imaginen una vida en la Tierra llena de milagros, en la que puedan manifestar sin esfuerzo alguno, mientras disfrutan de oportunidades que ni siquiera imaginaban que existían.
¿Como podemos acceder a estas herramientas de gestión de la energía? Ya se encuentran dentro de nosotros, esperando a que las utilicemos. Han permanecido en estado latente durante mucho tiempo, por lo que podrían estar un poco oxidadas y, al no haberlas utilizado, necesitaremos un poco de practica con ellas. Si nuestros miedos nos impidieron brillar con intensidad en el pasado, ahora podemos brillar sin miedo. Si nuestra necesidad de aprobación o de permiso nos mantuvo entonces en la sombra, ahora no necesitamos la aprobación ni el permiso de nadie para expandir los límites de nuestro propio poder. Y, si nuestros esfuerzos una vez nos llevaron a experimentar terribles consecuencias, eso ya no es ni siquiera una posibilidad.
Como nuevos líderes de la luz y la energía, nuestra nueva misión del alma consiste en brillar y en ser una luz para el mundo, no trabajando duro para expandir la luz, sino por ser lo que siempre fuimos: fuentes brillantes de luz para un mundo que ya está cansado de vivir en la oscuridad. Brillen con fuerza y den luz; este es nuestro tiempo, de modo que disfrutémoslo y convirtámonos en fuentes de luz alegres, congruentes y expandidas que todos puedan ver.
Jennifer Hoffman
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