Pamela Kribbe canaliza a Jeshua
Queridos amigos, soy vuestro hermano Jeshua. Soy tan feliz al estar aquí con vosotros. Cuando hablo a través de un canal, estoy un poco más cerca de la Tierra, de la humanidad, y me regocijo en estar cerca de todos.
Veo vuestros corazones brillantes, y me encantaría inculcaros la grandeza y la belleza de quiénes sois. Quiero recordaros que esta grandeza no es algo ni muy por delante ni lejano a vosotros, no es algo que tengáis que lograr a través de mucha disciplina; es lo que sois naturalmente. Es muy triste para mí ver cómo os habéis distanciado tanto de ser simplemente vosotros mismos. Habéis cogido la costumbre de auto juzgaros y autocriticaros continuamente. Y especialmente cuando estáis en el camino espiritual, tenéis ciertas ideas en vuestras mentes sobre lo que se supone que debéis llegar a ser.
Pero la vida espiritual es realmente muy sencilla. Se trata de ser íntimo y honesto contigo mismo. La espiritualidad comienza con la aceptación de quién eres. Si tienes pensamientos negativos, emociones difíciles, que así sea. Piensas que para vivir desde el corazón tienes que elevarte por encima de estas cosas oscuras, pero el crecimiento espiritual no procede mediante la ascendencia. Las personas verdaderamente espirituales también son personas muy humildes. No piensan altivamente de sí mismos, en el sentido de que sienten que han trascendido su oscuridad, sino que se sienten a gusto con su oscuridad; no la rechazan. Y aquí es cuando ocurre la magia: cuando puedes mirar tu propio dolor sin miedo y con la mirada de la compasión.
Cuando miras detrás de tu comportamiento o hábitos negativos, lo que ves es a un niño asustado en tu interior. Sí, se requiere fuerza y un corazón abierto para mirar a este niño. Sin embargo, la esencia de la energía crística es reconocer el rostro de un niño inocente detrás de todo comportamiento negativo y perturbador. Y para todos vosotros, el desafío es ver primero vuestra propia inocencia.
Cuando te criticas y tratas de empujarte en cierta dirección, piensas que lo que estás haciendo es lo correcto. Operas desde la suposición de que lo que estás haciendo está mal y que incluso hay algo mal en ti. Pero cuando haces eso, no estás procediendo del amor; no te estás tratando con amabilidad, y de esa manera, siempre estás jugando al escondite contigo mismo. Quieres moverte hacia la luz, pero la oscuridad entrará por la “puerta trasera”, por así decirlo. Tienes que estar a gusto con todas las partes de ti mismo para realmente llegar a la libertad.
Me gustaría invitarte a conectarte ahora con tu niño interior. Imagina que hay un niño dentro de ti que se ha estado escondiendo durante mucho tiempo. Tal vez el niño no se muestre de inmediato y hay que llamarlo, invitarlo. Pero permanece abierto a ello, y permite que este niño te muestre la parte más oscura que todavía llevas dentro. Tal vez el niño está llorando o gritando, pero no importa. Sé su guía, su padre, y mira si puedes sentirte a gusto con este niño, si puedes consolarle.
Siempre existe una razón para las características que consideras oscuras, así que coge las manos de este niño y mírale a los ojos. Cuando lo hagas, notarás que este niño tiene algo valioso que darte. Tiene un regalo para ti, algo que es importante para ti, ahora mismo. Acepta este regalo y agradéceselo. Tu trabajo interior es mirar en los rincones más oscuros de tu ser e invitar al niño interior a salir. Esto es lo que significa pasar por la transición de la consciencia basada en el ego a la basada en el corazón.
El corazón no está luchando contra el ego, el corazón es inclusivo. El corazón se extiende hacia todos los rincones de tu ser y ese es el verdadero significado de la energía de Cristo. Lo que te haces a ti mismo, la forma en que te tratas, tiene un impacto sobre el mundo que te rodea. La compasión y la comprensión que tienes hacia ti mismo cambiarán tu vibración, tu energía, y ese es el verdadero significado de ser un trabajador de luz. Es una transmisión de energía mucho más que una transmisión de información.
En este momento, muchas cosas están cambiando; mucha energía se está moviendo, y esto también lo puedes observar a nivel global. Cuando esta transición hacia corazón acontece, mucha oscuridad sale de los rincones ocultos. Así que esta es una especie de paradoja en el sentido de que parece que oscurece antes de volverse más luminoso. Pero la parte clave de este proceso es permitir que la oscuridad salga a la superficie.
Es importante que todos los que estáis observando que esto sucede en el mundo permanezcáis centrados y tranquilos, que no juzguéis la oscuridad exterior que percibís, sino que os aferréis a la sabiduría y a la comprensión que habéis obtenido a través de vuestro propio proceso interno. Cuando entráis en juicio sobre la oscuridad que percibís en el mundo, tendéis a ver el mundo como una especie de campo de batalla entre la luz y la oscuridad. Pero el verdadero poder de un trabajador de luz, un pionero de la consciencia, es también reconocer la inocencia y el rostro de un niño en la oscuridad que percibís a vuestro alrededor.
Pero esto no significa que simplemente permitas que todo sea y suceda. En tu propia vida, tienes que tomar decisiones sobre lo que haces o no haces, lo que te gusta y lo que no te gusta, y puedes hacerlo desde un profundo sentimiento interior sin juzgar. Puedes tomar decisiones muy claras desde tu corazón sin hacer juicios desde tu cabeza. Y si logras no caer en el enjuiciamiento, mantendrás la energía de la compasión y la irradiarás hacia el mundo.
Tienes que recordar que todo lo que es oscuro, y todo lo que se esconde en un rincón oscuro, anhela la luz y no es feliz en la oscuridad. Ten esto en cuenta cuando mires al mundo que te rodea. Y eso no significa que tengas que salvar al mundo, sino simplemente mantener firme tu propia luz, tu sabiduría, tu falta de enjuiciamiento. Así es como canalizáis una nueva energía a la Tierra, y lo que haréis específicamente en vuestras vidas cotidianas para expresar esta nueva energía será diferente para cada persona.
Me gustaría terminar invitándote a conectarte más profundamente con lo que es tu forma individual de expresarte. Simplemente imagina que estás sosteniendo una antorcha en tu mano derecha y siente la energía de la llama de esta luz. Siente cómo, en una mano, la llama arde y es apasionada, y, en la otra mano, está quieta y en silencio. Esta luz brota de un sentimiento de alegría y no de querer luchar o batallar. Viene de lo más profundo de ti, e imagina que ahora estás repleto de la luz de esta antorcha. Esta es la luz de tu alma, tu origen, y recuerda cuán radiante es, cuán llena de alegría está, y cuán juguetona e imaginativa es. Así que deja que fluya a través de todas las células de tu cuerpo, ¡disfrútalo! Vivir desde el corazón está destinado a ser un gozo.
A medida que te conectas con esta luz, pregúntate si hay algo que te gustaría hacer en tu vida, o algo que ya hagas, que esté alineado con esta luz, y está bien experimentar con esto en tu vida cotidiana. Observa lo que más alegría te da y no aceptes nada menos. En el pasado, las voces del miedo te han mantenido deprimido, te han disciplinado demasiado. Confía en la voz de la alegría, el sentimiento de alegría, y cada vez que te preguntes: “¿Qué debería estar haciendo en mi vida?, ¿cómo hago una diferencia?”, entonces ve hacia lo que te da más felicidad. Y puede que comience con algo simple, pero cuanto más vayas con ese flujo, más grande será. Y así es como haces una diferencia en este mundo.
Gracias por ser quien eres.
© Pamela Kribbe
Traducido del inglés por Cristina Yoh