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sábado, abril 22, 2023

LAS PARABOLAS DE KRYON – Serie 4 – Parábola 3 – Aaron y el Globo de Esencia


LAS PARABOLAS DE KRYON –

Serie 4 – Parábola 3 – Aaron y el Globo de Esencia

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Esta es una breve historia dada por Kryon ante una audiencia en Sedona, Arizona, sobre un hombre que buscaba juventud, sanación y sabiduría. El dinero no era su objeto, mientras viajaba por el mundo en búsqueda de su sueño esquivo.

Queridos, Kryon les da estas parábolas e historias a propósito, porque son metafóricas y usualmente no suelen representar una persona real en la Tierra. Estas parábolas e historias se les dan a ustedes en amor, oh, muy gran amor. Porque tienen que ver con la autoconciencia humana, y con la sanación, y con potenciales de larga vida.

Aaron estaba en la Tierra como hombre rico. Y cuando llegó a sus 40 años, lo perturbó lo que vio en el espejo. Lo que vio allí era un hombre que empezaba a cambiar por la edad. No le gustó a donde iba su rostro y su estatura. A su alrededor vio a sus amigos contagiándose de diversas enfermedades, y algunos incluso morían. De modo que se dijo para sí: “¿Qué puedo hacer para cambiar esto? Seguramente tiene que haber una respuesta. Sé que tengo mi riqueza por alguna razón.”

Ahora bien; Aaron era un hombre piadoso con un gran linaje. Pensó: “Usaré mi riqueza para descubrir lo que algunos han llamado la Fuente de la Juventud.”. De modo que acudió a un hombre muy sabio y le preguntó: “¿La Fuente de la Juventud existe?” El chamán le dijo: “No exactamente. Pero existe algo que conocemos como el globo de la esencia. Es real y es físico. Extenderá tu vida y sanará tus enfermedades. También te dará gran sabiduría.”

“Oh, sabio”, dijo Aaron, “Dime, ¿dónde puedo encontrar este globo de esencia?”

“Bueno”, respondió el sabio. “Una de las maneras es encontrar el Cáliz del Cristo.

“Oh, no” interrumpió Aaron. “Ese es el Santo Grial y yo no creo en eso. Mi religión no sostiene esas cosas.”

El sabio sonrió y dijo, “Aaron, lo creas o no, el globo de la esencia, el Cáliz del Cristo y el Santo Grial, todos fueron llevados en el Arca de la Alianza”.

Aaron preguntó: “¿Cómo puede ser? El Arca fue considerablemente anterior a Cristo”. Aaron ignoró esa última frase del chamán, siguiendo solo lo que había oído que le interesó. “Dime, ¿dónde debo buscar para encontrar este globo de esencia?”

El chamán respondió: “Es para ti, para que lo tengas si eliges. Pero podemos ver claramente tu contrato y sabemos que podrías ser el que lo encuentre. Todo lo que debes hacer es iniciar tu búsqueda y confiar en Dios para que te lleve por el camino.”

Aaron estaba muy entusiasmado, porque interpretó que esto significaba que él era el destinado a encontrar el globo de la esencia para el planeta. Una vez que se descubra, pensó Aaron, piensen en los que podría ayudar y sanar, porque tendría una vida larga, así como quienes lo rodearan. Sus amigos, sus familiares, oh, esto era aún mejor que lo que había pensado. Le creyó al sabio, porque no había razón para no creer.

Y así, Aaron empezó su búsqueda, pensando ¿Adónde iré primero? Respondiendo intuitivamente a su propia pregunta, dijo “Primero iré a esos lugares del planeta que yo sé que tienen la energía más elevada.” De modo que fue a Sedona. Buscó por todas partes y hablo a los guardianes del cañón. El guardián dijo: “No lo encontrarás en el cañón. Debes buscar en otros lugares.”

De modo que su viaje lo llevó a algunos de los lugares más sagrados en el planeta. “¿Dónde está el lugar religioso más elevado aquí?” Se preguntó a sí mismo. Y otra vez se respondió a sí mismo, dijo: “Es mi hogar. Iré allí.” De modo que Aaron fue a Tierra Santa. Se sentó frente a muchos líderes religiosos, algunos de ellos nunca habían oído hablar del globo de la esencia. Otros dijeron, “Sí, hemos oído. Y sabemos. Continúa tu búsqueda. Ciertamente eres uno que puede encontrarlo.”

De modo que Aaron fue a otras regiones; las áreas de Egipto, que estaban cerca. Hizo las mismas preguntas y recibió casi el mismo resultado.

Fue a las tierras del Perú, y a las tierras de India. Se sentó frente a algunos que dijeron que personalmente eran el globo de la esencia. Que todo lo que tenía que hacer era permanecer con ellos y darles su atención y sus posesiones. El sabía mejor. Porque sabía que era un objeto, algo que se podía tocar, y que era para toda la humanidad y no para solo un grupo.

Ahora bien, la búsqueda de Aaron le llevó muchos, muchos años. Envejecía todo el tiempo y cambiaba. Esto lo asustaba. Entonces Aaron empezó a preocuparse. La preocupación interrumpió las funciones de su cuerpo y Aaron se enfermó.

Aaron estaba en su lecho de muerte, rodeado por quienes lo amaban, él sabía que no había encontrado el globo de la esencia, y los que lo rodeaban también lo sabían. Estaba enojado con aquel sabio que le dijo que lo encontraría. ¿Qué clase de engaño es este?, preguntó. ¿Qué me hizo Dios? Aaron estaba enfermo y deprimido por el hecho de que el globo de la esencia se le había escapado completamente.

Su familia había visto cómo su búsqueda lo consumía, y le dijeron que detuviera esa búsqueda por su propio bien. Estaba muy cansado y ansiaba dormir. A la mañana siguiente, despertó, y esta vez se puso de pie. Se sentía maravillosamente. Algo era diferente. A medida que sus guías se acercaban, se dio cuenta que él ciertamente había fallecido. Aaron no estuvo feliz en este momento, y tan pronto sus guías estuvieron ante él, les dijo: “Yo sé quiénes son ustedes, y sé adónde voy. ¿Qué engaño tonto es este, que no he encontrado el globo de esencia prometido? Me dijo el hombre santo que lo haría. ¿Todos ustedes me han engañado?”

Sus guías le sonrieron, y en perfecto amor lo abrazaron con su energía. Le pidieron que se diera vuelta y mirara hacia atrás. Allí, en el lugar donde Aaron había estado acostado, estaba el globo de la esencia. Allí estaba. Era físico. Podía tocarlo. Tenía peso y sustancia, y había estado en su corazón todo el tiempo. Aaron estaba confundido ante las implicaciones de lo que estaba viendo.

Miró alrededor de la mesa, a sus familiares. Y se sorprendió, porque entre esos humanos vivos que sollozaban en duelo por su muerte, en cada uno había un globo de esencia también. Entonces Aaron entendió que no había solo un globo de esencia. Era para toda la humanidad, había dicho el sabio. Lo encontrarás si lo buscas. Pero el sabio nunca dijo que solo hubiera uno. Y entonces Aaron supo. Miró a sus guías y comprendió. Sonrió y dijo: “Gracias, porque ahora entiendo mi contrato y mi lección.”

Luego se volvió y caminó entre sus amigos ángeles hacia la luz. Un lugar en que había estado antes muchas veces. No le interesaba quedarse ni un momento más en lo que parecía una energía de baja vibración. Aún en el breve tiempo en la nueva vibración, Aaron entendió que todas las cosas aprendidas durante su vida serían pasadas a su siguiente encarnación, y apenas podía esperar. Porque sabía sobre el viaje por el túnel, por la cueva donde se guarda el registro de sus encarnaciones, y luego hacia el salón de honor. Y después de eso, las sesiones de planeamiento y el regreso al planeta. Porque cuando regresara, sabía que ciertamente él sería el que encontraría el globo de la esencia. Lo haría de niño, y viviría una vida muy larga. Porque recordaría este tiempo, recordaría la lección: que el globo de la esencia es el regalo de la preciosa parte de Dios dentro de cada humano.



Esta parábola no se desperdicia en ninguno de ustedes. Kryon dice que hay algunos de ustedes que se sientan a leer estas palabras por designación. Dios les da la capacidad de extenderse y descubrir el esquivo Santo Grial, porque este es el globo de la esencia, que es Dios en su interior. Es la parte de Dios que reside en cada uno de nosotros, que muchos llaman el Yo Superior.

Esta es una historia que grita: Extiéndete y tómalo, y sé saludable y vive mucho tiempo, y estarás en tu lugar ideal. Dios quiere que te quedes y vivas muy largas vidas.

Algunos de ustedes están diciendo: “Esto no puede ser, porque miro alrededor y no veo a Dios residiendo en los humanos perturbados a mi alrededor.”

Kryon dice que cuando bastantes de nosotros encontremos nuestro globo de esencia, ciertamente miraremos alrededor y veremos los cambios. Pero debe comenzar en la sala en que estás ahora mismo, y salas como esta en todo el planeta.

En tu quietud, puedes buscar lo que llevas desde tu nacimiento, y por medio de tu descubrimiento personal puedes cambiar la manera en que funcionan las cosas a tu alrededor, lo que tendrá un efecto en otros, y que eventualmente puede cambiar el área en que vives. Tú llevas contigo las semillas del espíritu universal de Dios, y toda la sanación y sabiduría que lo acompaña.

Dios te invita a ir a tu interior y descubrir la realidad de esto, y la paz que viene con ello.

Y el planeta cambiará, debido a lo que tú haces en tu momento de más quietud.
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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