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miércoles, agosto 26, 2020
Sarah Varcas - ASTROLOGÍA EN LA ERA DEL COVID - Agosto 21, 2020
Traducción: Rosa Garcia
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
Vivimos una época sin precedentes. Tiempos que exigen que desarrollemos cualidades a la altura de la gravedad de este momento. Como astróloga, esto significa una integridad inquebrantable frente a los desafíos actuales y la voluntad de cuestionar la narrativa dominante. Leer, de forma independiente, los mapas de esta época. Que no nos los lean los medios de comunicación oficiales ni quienes ocupan posiciones de poder en todo el mundo.
Predicciones sobre el Covid-19
En 2008, una crisis financiera mundial dejó a muchas personas tambaleándose. Sin embargo, numerosos astrólogos vieron las señales y la predijeron, en algunos casos, mucho antes que otros expertos. Sería justo suponer que una pandemia global como el Covid-19 se predeciría igualmente. Pero no fue así. Los comentarios astrológicos sobre 2020 hablaron de la naturaleza opresiva de las energías de la conjunción Saturno/Plutón, sí. Muchos astrólogos predijeron que estas energías y el tránsito de Urano por Tauro provocarían inestabilidad financiera y recesiones económicas en los próximos años. Pero, ¿una pandemia global que colapsa las sociedades de todo el mundo? ¿Por qué los astrólogos no vieron venir esta crisis sin precedentes de salud pública?
Un astrólogo tiene el deber de decir la verdad tal como la ve en las cartas que consulta. Es posible que esto no siempre nos haga populares. Pero no te haces astrólogo para ser famoso, ¡créeme! Con demasiada frecuencia, los signos de los tiempos no son fáciles de asimilar ni son bien recibidos, ni siquiera por quienes dicen estar abiertos a ellos. Un momento como este no es una excepción. Cuando las personas se mueven (y son programadas) por el miedo mientras luchan por hacer frente a inmensos desafíos, buscan refugio en la astrología y pueden irritarse si no es así. Pero la función de los astrólogos no es sólo tranquilizar. No somos una tirita cósmica ni una panacea conveniente. Estamos aquí para decir lo que hay que decir, en el momento, tal como lo percibimos.
En los últimos meses, algunos astrólogos pueden haberse sentido tentados a que sus interpretaciones se ajusten a la narrativa predominante: `` Dicen que es una pandemia mortal, por lo que debemos interpretar los gráficos con esa referencia ''. Pero eso, en mi opinión, es mala astrología. Como astrólogos, no escuchamos los medios de comunicación, ni al gobierno con sus muchos asesores, para establecer el contexto de nuestras lecturas. Observamos los planetas y les dejamos hablar. Esto no significa que no podamos involucrarnos con los eventos actuales de otras maneras. Necesitamos estar informados y al tanto de lo que se dice y de quién lo dice. Pero no para que simplemente podamos repetírselo a la gente, agregando una voz más a los prejuicios de los medios y a la opinión popular. ¡Hacemos algo mejor! La práctica y la disciplina de la astrología merecen algo mejor que eso. Porque, ¿cómo beneficiaría a la veracidad de la astrología (a menudo puesta en duda), si ahora nos atenemos a una narrativa tan totalitaria sin cuestionarla, cuando ni siquiera pudimos predecir sus eventos de antemano? La socava, proporcionando argumentos a quienes desconfían de la astrología y desean desacreditar nuestra profesión.
Los verdaderos virus son la tiranía y el miedo
Lo que me lleva de nuevo a la pregunta de por qué los astrólogos no predijeron esta pandemia como predijeron el colapso financiero mundial. La enfermedad suele ser muy evidente en términos astrológicos. De hecho, hay toda una rama de la astrología dedicada a la comprensión de la salud y la enfermedad. ¿Quizás la pandemia no se predijo porque los motivos astrológicos para una crisis de salud global así son escasos, en el mejor de los casos? Sí, se pueden descubrir algunos, si se buscan. Pero no son tan evidentes como podría esperarse de una crisis sanitaria mortal que transforma sociedades en todo el mundo.
Sin embargo, sí veo esto:
1) La imposición de la tiranía (reflejada por la conjunción Saturno/Plutón en Capricornio, en Enero de 2020).
2) La manipulación de la información al servicio de una agenda de miedo, que podemos convertir en un despertar a la verdad si así lo elegimos (Júpiter en conjunción con Plutón, Abril-Noviembre de 2020).
3) Una comprensión más amplia de que esa agenda está siendo controlada por figuras de autoridad (Saturno en conjunción con Júpiter en Acuario, en Diciembre de 2020).
4) Una batalla subsiguiente por el poder de diseñar el futuro (Saturno en cuadratura con Urano a lo largo de 2021).
Se podría argumentar que la conjunción Saturno/ Plutón refleja una pandemia, sí. Pero, en Capricornio, el signo de la autoridad, la restricción y, en su nivel más básico, la tiranía… no estoy segura. Algo no encaja. Suena demasiado artificial, lo que obliga a la astrología a adaptarse a la narrativa oficial en lugar de interpretarla sin prejuicios.
En los últimos meses se ha vuelto cada vez más evidente que, sea lo que sea que está sucediendo, nuestra percepción sobre ello está siendo manipulada. Los científicos experimentados que hablan para desafiar la narrativa dominante son silenciados, censurados y prohibidos sistemáticamente en las principales plataformas de la Web. Se están planteando preguntas serias sobre el impacto del confinamiento y de otras medidas adoptadas para 'controlar la propagación del virus', sobre los tratamientos para el Covid-19, los recuentos de muertes y los tests. Pero el debate está siendo silenciado una y otra vez, mientras la narrativa del miedo, del control y la sumisión continúa. ¡Lo que suena mucho a Saturno/Plutón! La implementación hermética de esta censura en la Web no es una mera coincidencia.
¿Prejuicios anti-ciencia o ciencia sin prejuicios?
En Julio de 2020 publiqué un post sobre la Luna Negra en Cáncer. Desencadenó una ráfaga previsible e inevitable de cancelaciones de mi lista de correo de quienes se sintieron empujados fuera de su zona de confort… por la sugerencia de que estamos siendo manipulados en lugar de protegidos. Incluso me acusaron de tener un 'sesgo anti-científico'. Me pareció una acusación irónica, ya que mi página web incluye enlaces a muchos científicos y médicos que están arriesgando su reputación y sus carreras para expresar su preocupación por las condiciones impuestas a millones de personas en todo el mundo. Y son repetidamente silenciados. Mientras tanto, los principales medios de comunicación y las noticias continúan repitiendo una perspectiva única que esperan que todos traguemos, como autómatas complacientes que no saben pensar por sí mismos.
De hecho, no tengo prejuicios contra la ciencia. Estoy a favor de la ciencia sin prejuicios. Palabras similares, orden diferente. La ciencia es una disciplina vasta y compleja que no consigue ponerse de acuerdo consigo misma. Pregunta a un biólogo y a un físico cuántico qué es la vida y obtendrás dos respuestas muy diferentes. Asumir que existe una única perspectiva científica, sin posibilidad de distintos puntos de vista es, en el mejor de los casos, dolorosamente ingenuo. Cuando esa suposición da lugar al silenciamiento de otros puntos de vista diferentes y a la supresión de evidencias avaladas, se convierte en algo mucho más siniestro.
Lo que va de año ha sido toda una revelación. Personas que no habría imaginado ni en un millón de años han intentado acallarme para que no hable de estos temas. Es difícil deducir por qué, pero es cierto que el miedo puede distorsionar profundamente nuestra apertura a nuevas ideas. Y, como era de esperar, la perspectiva de una tiranía global que destruye la vida de las personas puede hacer que queramos enterrar nuestra cabeza en las arenas cálidas y acogedoras de la negación. Cuando lo miras así, ¡un antiguo virus parece la mejor opción!
Pero no creo que esa sea la verdadera amenaza. Sobre todo porque, tras meses de lectura, cuestionamiento e investigación, todavía no estoy convencida de que lo que nos cuentan sea lo que realmente está pasando. Esta falta de evidencia persuasiva, junto con la ausencia de indicadores de una pandemia en la astrología de este año, debería hacer sonar nuestras alarmas. Cuando los que están en el poder buscan disuadir a la gente de pensar por sí misma (y silenciar y desacreditar sistemáticamente a quienes sí lo hacen), todos tenemos la responsabilidad de, al menos, plantearnos por qué lo están haciendo.
Y quién se beneficia con ello.
Verdades desagradables
En los próximos meses debemos despertar a algunas verdades desagradables sobre lo que realmente está sucediendo hoy en nuestro mundo. Como dije en Enero, antes de que todo esto comenzara, nada es lo que parece y aún queda mucho por salir a la luz. No tengo todas las respuestas ni pretendo tenerlas, pero creo que, como astróloga, tengo el deber de hacer preguntas y de hablar fielmente de lo que los planetas me dicen. No tienes que escucharme, por supuesto. Pero espero que al menos te preguntes por qué se ignora la censura masiva que se está haciendo a expertos altamente capacitados, calificados y experimentados… para no tener que enfrentar la inquietante perspectiva de que puede que no todo sea como nos han hecho creer.
La libertad puede prevalecer
Los físicos cuánticos han demostrado que la atención da forma a la realidad. En la actualidad, esa parte de la ciencia que cambia vidas está siendo ignorada a favor de una narrativa del miedo. Se afirma que la imposición de un control sin precedentes y, en algunos lugares, la eliminación total de los derechos civiles y humanos, es una reacción razonable a un contagio que permanece asintomático para la gran mayoría de las personas a quienes se dice que lo padecen.
Pero la astrología de 2020 no habla de un contagio mundial, ni de una amenaza de enfermedad y de muerte tan grande que justifique paralizar la vida de las personas y la imposición de controles tiránicos y opresivos a todos nuestros movimientos. Tampoco dice que quienes tienen autoridad estén actuando en interés del pueblo para proteger y preservar las dignidades básicas de la vida humana. Por el contrario, habla de un tremendo desafío a nuestra libertad de autodeterminación, a la libertad de pensamiento, de expresión, de movimiento y asociación, y a nuestro derecho a decidir cómo entendemos y respondemos a los eventos y desafíos de nuestras vidas.
La buena noticia es: con la actual conjunción de Marte con Eris hasta finales de año, habrá mucha energía a disposición de quienes elijan el camino del yo soberano, no el camino dominado por el miedo, la dependencia y la vulnerabilidad que pretenden inculcarnos. Reclama esa energía como tuya y úsala bien. La calidad de nuestro futuro colectivo depende de ello. Si nos mantenemos unidos, el amor y la libertad pueden prevalecer, y lo harán.
Sarah Varcas
Ángeles de Crystal