18-11-2015
En el despertar de los eventos recientes en su mundo, déjennos discutir algo que no hemos tocado directamente aquí antes.
Hablemos de la unidad. Se habla de una hermandad, pero es mucho más profundo de lo que esa etiqueta puede abarcar.
Debimos haber comenzado a hacerlos pensar en términos de unidad más a menudo. Verán, la hermandad lleva en su actual entendimiento al menos rastros de la idea de ustedes y yo, de mí y de ellos. Creemos que es más ventajoso en éste momento que todos empiecen a eliminar rastros de la separación de su pensamiento cuando sea posible y donde sea posible.
Es demostrable en su tiempo que no existe la separación.
Es algo con lo que la mayoría de su tierra estará de acuerdo cuando una conversación entre en el espacio y en las energías y en las propiedades del universo.
Sin embargo, casi nunca se considera en el día a día de sus vidas.
No se considera ahora en las consecuencias de los eventos recientes en especial concerniente a ciertos grupos e individuos.
Estos son conceptos que no son nuevos. Sus maestros los han traído a su atención por miles de años. Sin embargo, son fácilmente arrojados a la atmosfera del pánico y del miedo en tales eventos para que sean esparcidos.
La actual verdad del ser es que esos individuos que han sido usados para brotar el pánico en sus mentes y corazones no son muy diferentes a ustedes pero de hecho son parte de ustedes. Literalmente no hay separación en absoluto.
Una cosa es entretenerse en tal concepto en una discusión callada o incluso en meditación. Otra es hacerlo parte de la base de uno, vivir cada día en el conocimiento de la verdad de eso. Pero, mis queridos amigos, así es como se pusieron en ese punto. ¿Desean un sendero que andar? ¿Desean un letrero que llevar? Anden ese. Lleven ese.
Esto no es una cosa política. Esto no es una cosa religiosa.
Esto es lo que significa ser un trabajador de la luz. Esto es lo que debería y deberá significar ser humano. Que nadie asustado, hambriento, sin resguardo o herido salga sin socorro. Y déjennos señalar que negar esto y seguir pretendiendo que envolverse en los brazos de cualquier religión conocida en su mundo es ridículo.
Juegan con ustedes, amigos. Están siendo usados por fuerzas que en verdad son despreciables, avaras, hambrientas de poder y desesperadas. Sabemos que la mayoría de aquellos que leerán esto, ya están despiertos a todo lo que hemos dicho. Sin embargo, les pedimos a esos que entiendan que les hablamos a otros cuyas mentes y corazones están empezando a despertar.
Sean el Amor. Pase lo que pase en éste último periodo del gran despertar, sean el Amor. Sean uno. Sean lo divino que empiezan a entender que son. No permitan que más separación exista en sus corazones. Esta es nuestra seria oración para ustedes.
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Traducción: Gustavo T