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domingo, agosto 16, 2015

Kryon por Lee Carroll - Hermandad Femenina Lemuriana - Madison, Wisconsin, 26 de Julio de 2014




Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.


El proceso de las canalizaciones puede diferir de una vez a otra. Pueden ser poderosas, pueden ser dulces; con propósito; energéticas, informativas, y específicas. Este tipo de canalización que hago para esto es específico. En este caso en particular, mi socio se queda conmigo porque no hay nada aquí que sea privado sólo para mujeres. Él tiene que oír ésta.

En la enseñanza de este mensaje, me gustaría darles un ejemplo de quiénes son. Ha surgido la pregunta de qué probabilidad habría para que en esta vida seas una mujer si fuiste mujer en Lemuria, ya que en el proceso de encarnaciones se turnan los géneros. Hemos mencionado antes que el sistema te trae, a propósito, a la precesión de los equinoccios como un reflejo de la energía de Lemuria. Fuiste mujer en Lemuria. Esto es en honor del género, es en honor del alma antigua, tiene su propósito en paridad con cualquier otra cosa que veas en ti misma. De modo que quiero que sepas que lo que sientes que es específico del género, y la energía que llevas, es un eco de Lemuria cuando fuiste un ser femenino allí. Con todo esto quiero decir que no es por azar que esta vez despiertes como mujer. Hay un propósito en el ritual. Todo es metafórico, todo significa algo más, y la razón para que participes en una ceremonia y ritual, es simplemente para reflejar algo del pasado y para traerlo al futuro, ahora.


Pero me gustaría ir aun más lejos que antes, para traerte algunas razones para una hermandad femenina. Te hemos dado alguna información sobre lo que hacías en Lemuria, que era específico, y cómo esa sociedad era diferente de lo que hoy es. No repetiremos eso. Pero ahora quiero llevarte (se ríe) a tiempos muy antiguos, al sembrado original. Quiero hablar de los Pleyadianos.

Este tema puede parecer muy alejado de la realidad de hoy, pero no es más lejano, realmente, que cuando hablamos de Lemuria. Ustedes llevan dentro de sí las semillas de los pleyadianos, ya dije antes que sería tonto pensar, ni por un momento, que sus expresiones en la Tierra son las únicas que han tenido en la Galaxia, porque muchas de ustedes han estado en otros planetas y casi todas han sido pleyadianas en algún tiempo. De modo que esta noche le haré cosquillas al Akasha y veremos si ustedes pueden relacionarse con lo que estoy diciendo.

Los antiguos informaron sobre los aterrizajes de las Siete Hermanas (N.T.: las Pléyades) y en gran parte de la historia existe una confluencia de relatos que se han entretejido, creando uno que no es totalmente correcto pero que representa a los otros. La historia hace esto repetidas veces: toma la esencia de lo que sucedió, pero mejora el relato. En el caso del relato del aterrizaje de las Siete Hermanas, no es exactamente como sucedió, pero la porción que sí es total y completamente exacta y verdadera, es que todos los viajeros eran seres femeninos.

Debo contarles un poco sobre la consciencia pleyadiana. Con su ADN funcionando al 80%, habían dominado lo que yo llamaría Consciencia de la Física. A través de su consciencia, podían proveerse de cosas, crear la energía que necesitaban, y tener una sociedad pacífica. Eran exploradoras. También habían aprendido que la consciencia al 80% crea la capacidad de hacer algunas cosas que no están en absoluto en la realidad de ustedes, cosas que hacen aún hoy en este planeta. La capacidad de tener un doble, lo que llamaríamos estar en dos lugares al mismo tiempo; verán: los pleyadianos son corpóreos como lo son ustedes. Ahora bien: eso es biología y nunca cambiará; a través de toda la evolución que ellos hicieron en espiritualidad, el cuerpo simplemente se volvió mejor y más saludable. Esto es la causa de los informes que ustedes recibieron en el pasado, por parte de quienes vieron pleyadianos en persona, o aun sus dobles, que eran más altos que ustedes. La talla se origina en una perfección de la nutrición; no hay pleyadianos con sobrepeso (se ríe). Ahora bien, querida trabajadora: eso está en tu Akasha; puede que quieras pensarlo. Proviene de la consciencia, no de la dieta. Es posible, aun hoy en este planeta, que en tu Akasha se escondan verdaderamente los secretos de la buena salud. Ustedes no tenían aquí lo que ellos comían, pero ellas tenían la consciencia para aplicar a lo que comían donde lo hacían.

En general los pleyadianos son de piel clara; la razón es que ellos no tienen los atributos que ustedes tienen en su sol. En sus planetas, que eran tres, el sol queda más distante que el de ustedes, la mayor parte del tiempo también hace un poco más de frío que aquí. Descubrirán que la experiencia de los aborígenes con las Siete Hermanas fue diferente de lo informado, especialmente porque esto era muy incómodo para las mujeres de las estrellas. Hacía demasiado calor. Pero ellas eran mujeres. Lo que ustedes llevan aquí es las tradiciones de las Siete Hermanas. En todo el planeta llegaron mujeres, corpóreas, no sus dobles. El viaje no fue difícil, se basa en lo que llamamos entrelazamiento, y ellas realmente tenían naves, pero eran todas seres femeninos.

La sociedad pleyadiana tenía una consciencia muy elevada y había una comprensión y reconocimiento del papel que los seres femeninos desarrollaban en una consciencia elevada. Incluso ustedes, en su sabiduría, han pensado que si las mujeres dirigieran el mundo, nunca enviarían sus hijos a la guerra. No es exacto, ya que ha habido muchas reinas y líderes mujeres que mandaron a sus países a la guerra. Pero lo implicado es verdad de todos modos; es un residuo de una noción obvia que los pleyadianos conocían.

Ustedes podrían preguntar ¿Cómo podían traer la biología seminal si los hombres no estaban aquí? Porque su proceso de reproducción es muy similar al de ustedes. La respuesta es que los originales, los que vinieron y se conocieron con ustedes, debían ser seres femeninos a causa de lo que ellas portaban. En un momento les contaré.

Los seres masculinos vinieron más tarde. En su sociedad, con su consciencia elevada, reconocían los roles que desempeñaba la consciencia femenina y masculina. Más suave, más consciente, era siempre la mujer. Hoy, en tu cuerpo físico, el cerebro está conectado en forma diferente para la mujer que para el hombre, aún es así; para ellos también. Hay una conexión entre los hemisferios que ustedes tienen y los hombres no. Esta conexión permite una mejor comprensión profunda para criar los hijos. Y la crianza de los hijos es la cuestión: las mujeres aterrizaron aquí primero en honor a la siembra de la Tierra. Las Madres vinieron primero. Ahora bien: en este salón hay quienes no han dado a luz, de modo que lo que ahora les cuento no se aplica a todas ustedes totalmente. Hay una energía de dar a luz que es única de las mujeres, que ningún hombre puede entender ni apreciar, aunque esté parado al lado de la cama de parto. No tiene nada que ver con la alegría ni con el dolor; tiene que ver con dar a luz. De sus vientres viene su propia biología, no hay nada como eso, y ustedes, las damas, saben qué quiero decir. No hay nada igual. Y esta es la ceremonia, la razón, de que las Siete Hermanas se llamaron Siete Hermanas; es la energía del renacer, completa y totalmente portada todo a lo largo de la ceremonia de la siembra, a los lemurianos y hasta hoy. Lo que ustedes harán esta noche, cuando se reúnan, aun cuando sea metafórico, tiene que ver con la energía del renacimiento de la Tierra. Regresar, tal vez, a la intención original del libre albedrío, donde las mujeres llegan primero, y hacen las ceremonias y tienen la intención en la tierra del nuevo planeta para que lleve la suavidad y la comprensión del nacimiento de un niño.

Hay algo interesante que deben saber. Las mujeres preguntarían, dirían: “A medida que los pleyadianos progresaban, ¿alguna vez llegaron a tener partos sin dolor?” (se ríe). La respuesta es: Sorprendentemente, ¡sí! Pero lo descartaron y volvieron a lo natural. Se dieron cuenta de que toda la tecnología que interrumpía el dolor en el parto de la criatura, también cambiaba la experiencia. Con su consciencia más elevada eran capaces de eliminar los problemas químicos, pero cambiaba la experiencia. El dolor es necesario. Les da que pensar antes de quedar embarazadas: ¿quieren realmente hacerlo? Hace que la intención sea más fuerte, y la experiencia, aunque dolorosa, sea más profunda. El planeta está atravesando el dolor, a medida que da a luz ahora a una nueva energía, y las ceremonias que ustedes hacen como mujeres, apropiadas, correctas para esta época, suministran la energía que sólo las mujeres conocen sobre cómo es dar a luz. No el dolor, sino la conexión. La biología es de ustedes; sigue siendo suya. El nuevo humano y la nueva energía, y la nueva consciencia, vienen del vientre del alma muy, muy antigua. Creo que comprenden lo que quiero decir.


Que comience la ceremonia.

Y así es.

Kryon

© Lee Carroll http://audio.kryon.com/en/Sisterhoodchannel.mp3

Traducción: M. Cristina Cáffaro

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