Difusión: El Manantial del Caduceo
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Para ver la escena……
Siempre hay mucho que decir (y mucha exageración) cuando Mercurio se vuelve retrógrado, en su mayoría bastante negativo y cargado de malos presagios. Se menciona la interrupción de los viajes y abundan los malentendidos y averías respecto a las comunicaciones. La gente se desespera durante unas cuantas semanas de caos y confusión anticipando el aspecto embustero de Mercurio que desordena sus vidas. Y sí, puede ser cierto que estos hechos ocurran más rápidamente durante la fase retrógrada de Mercurio, pero la esencia del embuste que se juega contra nosotros radica en que estos no son eventos negativos, más bien momentos diseñados para que nos detengamos y para hacernos despertar.
Hace muchos años trabajé con un hipnoterapeuta Ericksoniano que utilizaba la técnica de una mala pronunciación inesperada (a menudo del nombre de los demás) para sorprender a la gente, induciendo un momento en el cual su conciencia ‘cotidiana’ se interrumpiera produciendo un breve estado en el cual él pudiera entonces insertar una sugestión hipnótica. Mercurio retrógrado actúa de manera similar. De pronto nos presenta lo inesperado en el contexto de la vida cotidiana, sacándonos del estado semiconsciente en el cual a veces pasamos el tiempo. En ese momento el cosmos puede hacer una nueva sugerencia. Se pueden plantar las semillas para el crecimiento de una perspectiva diferente. Sin embargo, si respondemos a este momento tratando desesperadamente de regresar al mundo ordenado que pensábamos que conocíamos, se puede perder un momento de creación y de despertar, que nunca se repetirá.
El momento del retrógrado de Mercurio es siempre un momento de verdad, aun cuando las comunicaciones parezcan interrumpirse y abunden los malos entendidos, porque los malos entendidos en sí mismos son parte de la verdad de ser humano. Cuando Mercurio va retrógrado se nos brinda una oportunidad para abordarlos y corregir el curso de los acontecimientos en lugar de barrerlos debajo de la alfombra, listos para provocarnos un tropezón en cualquier momento. De hecho, en cualquier cosa que nos traiga el retrógrado de Mercurio, la mejor reflexión es siempre, “¿Qué verdad me revela esto, y por qué yo necesitaba que se me revelara de esta forma en este momento?” De hecho las respuestas a estas preguntas pueden ser muy esclarecedoras…
Así que independientemente de lo que puedan haber escuchado respecto a que esto no es más que un tormento, que provoca la interrupción de nuestros planes, torciendo nuestras comunicaciones y ‘aplicándole una llave inglesa’ al diario de nuestras vidas, el paso del retrógrado de Mercurio es realmente una oportunidad para reflexionar, para revisar, recapitular y corregir errores que pudiésemos haber cometido previamente en medio del apuro y el remolino de la vida cotidiana. Lo que importa es cómo recibimos y utilizamos este regalo.
Hace poco tiempo escuché a alguien contar una historia de unas personas que al querer realizar un viaje, cada vuelo en el cual reservaban tenía demora o se cancelaba. Ellos comenzaron a pensar que nunca llegarían a su destino y estaban cada vez más frustrados. En el salón de espera de un aeropuerto congestionado, lleno de personas igualmente frustradas, esta persona decidió sacar partido de una mala situación. Ella miró a su alrededor buscando una persona a quien pudiera conocer mejor y así notó a una señora en la esquina, se sentó a su lado y comenzó una conversación. Ellas terminaron sentadas juntas cuando el vuelo finalmente salió y en el curso de su conversación en este viaje compartido, la vida de esta persona cambió literalmente del día a la noche. Se plantaron las semillas de una nueva perspectiva. Ahora bien, no tengo idea si Mercurio iba retrógrado en ese momento, pero no me sorprendería si así lo fuera, y esta historia brinda un ejemplo maravilloso de cómo funciona un retrógrado de Mercurio…..¡si lo dejamos!
Nada con lo cual nos amenace el retrógrado de Mercurio es insuperable, independientemente de cuán destructivo pueda sentirse en el momento. Y nada de ello es esencialmente negativo o malo. Así que si el retrógrado de Mercurio los confunde, considérense bendecidos con una oportunidad para despertar y oler el café, abrazar lo inesperado y estar preparados para una nueva perspectiva. Vean, a pesar de la mala fama, el retrógrado de Mercurio es realmente nuestro amigo siempre y cuando le permitamos emitir su mensaje ¡a veces no muy bienvenido! Este nos revelará donde se necesita ajuste, dentro y fuera y donde nuestra atención y enfoque pueden estar afectándonos en lugar de ayudándonos. No se envía para frustrarnos sino para mostrarnos donde existen los fallos en nuestro pensamiento y percepción que necesitamos enfrentar. También nos brinda una valiosa oportunidad para revisitar el terreno trillado en los últimos meses y corregir cualquier decisión o comunicación que necesite atención ulterior. No se trata de que el cielo quiera ponernos una zancadilla, una cáscara de banana cósmica sobre el pavimento. No, aquí están el cielo dándonos la oportunidad de revisar, reflexionar y probar de una manera diferente. El ciclo regular del retrógrado de Mercurio es un mecanismo auto correctivo del universo, que facilita que las cosas que necesitan ajuste ¡se ajusten antes que sea muy tarde! Y aun si fuera solamente por esa razón, deberíamos dar la bienvenida al Retrógrado de Mercurio con los brazos abiertos….
Una explicación (muy) breve de que trata realmente el movimiento retrógrado
Cuando decimos que un planeta va retrógrado lo que decimos es que, desde la perspectiva de la Tierra, parece que se mueve hacia atrás y en contra de las constelaciones de estrellas que conforman los signos del zodíaco como los conocemos. Este fenómeno ocurre debido a que la velocidad a la cual cada planeta orbita al Sol es diferente a la velocidad a la cual la Tierra orbita al sol. Por supuesto, el planeta en cuestión no ha cambiado repentinamente de dirección, simplemente parece haberlo hecho en ciertos puntos de su órbita con respecto a la Tierra. Como tal, la retrogradación planetaria es una ilusión aunque sin embargo, significativa, debido a los mensajes que nos trae respecto al trabajo interno que necesitamos llevar a cabo en ese momento.
Todos los planetas menos el Sol y la Luna (¡los cuales por supuesto no son realmente ‘planetas’ de todas formas!) experimentan períodos de retrogradación astrológica y la cantidad de tiempo en que se mantienen retrógrados se alarga de acuerdo a la distancia entre ellos y el Sol, siendo los Planetas Externos (Júpiter, Saturno, Quirón, Urano, Neptuno y Plutón) los que se mantienen retrógrados durante varios meses, pero Mercurio retrogrado sólo durante unas tres semanas por vez.
El significado astrológico de un planeta retrógrado
Un planeta retrógrado en una carta natal hace que la expresión de ese planeta sea más contemplativa y considerada y menos propicia a seguir ‘a la manada’ inconscientemente. Puede haber tanto individuación e internalización cuando un planeta natal va retrógrado: lo expresamos en una forma más individual debido al nivel de consideración más profundo que le traemos, y procesamos su influencia mucho más como una experiencia interna que como un encuentro externo. Las riquezas de un planeta retrógrado se descubren dentro de nosotros, no a través de la interacción con el mundo exterior. Por tanto, cuando un planeta va retrógrado por tránsito (esto es, en cualquier momento actual en nuestras vidas) experimentamos su influencia profundamente dentro de nosotros, ya que el cosmos nos insta a contemplar las verdades de la vida de una manera reflexiva.
Y un poco más sobre el planeta Mercurio, Regente de Géminis (y, tradicionalmente, Virgo)
El planeta Mercurio es el planeta de la comunicación, la enseñanza, el aprendizaje y el entendimiento. Se relaciona en parte con nuestra mente e intelecto, en que forma acopiamos información y la forma en que le comunicamos esa información a los demás. Rige nuestro interés en la vida en general y cuánto hacemos o no hacemos al interactuar con nuestro entorno. También se refiere a nuestra educación infantil, nuestros primeros años de vida, a los hermanos y a nuestro entorno local y a nuestra comunidad. Al parecer, Mercurio abarca un rango amplio de áreas, pero en esencia todas ellas tienen que ver con el contacto y la conexión de una forma u otra, sea la conexión que experimentamos en los primeros años de vida por la vía de nuestra familia inmediata y comunidad, o la conexión que alimentamos en cualquier momento a través de la comunicación con los demás.
Mercurio nos ayuda a entender la vida y a que nuestra experiencia diaria tenga sentido. Sin embargo no nos lleva a la profundidad de las cosas, prefiriendo lidiar con los asuntos superficiales de la vida antes de ir a otra cosa. Mercurio es un planeta flexible ¡y su energía puede ser muy inmadura a veces! Con frecuencia se observa que Mercurio tiene poca moralidad. No es inmoral, es amoral; busca el entendimiento y reconoce las conexiones y las posibilidades sin involucrarse particularmente en lo correcto e incorrecto de esas posibilidades. En la mitología, Mercurio era el mensajero de los dioses. En su oficio no tenía la tarea de juzgar los mensajes y las informaciones que impartía, solamente comunicarlos.
Mercurio es el planeta más cercano al Sol, nunca se aparta más de 28º de este. Como resultado, los únicos aspectos posibles que pueden ocurrir entre el Sol y Mercurio son la conjunción (a 0º) y el semi sextil (30º) y Mercurio solamente puede estar en el mismo signo del Sol, o en el signo precedente o siguiente al mismo. Así que, por ejemplo, todos los nacidos con el Sol en Capricornio tendrán a Mercurio en Sagitario, Capricornio o Acuario.
¡Por qué todos hablan del retrógrado de Mercurio!
Como pueden ver, Mercurio es muy influyente en nuestra existencia cotidiana, rigiendo los bloques fundacionales de nuestra interacción con los demás, con las computadoras, con los medios, las telecomunicaciones, los viajes y nuestro entorno local. Todos conocemos la frustración que se deriva de la rotura de una computadora, un tren cancelado o un malentendido con alguien que deja a alguien sintiéndose insatisfecho o desorientado. Cuando Mercurio va retrógrado estas cosas pueden ocurrir con mayor frecuencia y con mayores consecuencias, de ahí la negatividad que rodea a estos períodos de tiempo.
Pero al permitirnos la distracción debido al sentido práctico de tales inconvenientes, podemos fácilmente perder los mensajes más profundos que Mercurio encierra para nosotros porque, recuerden, un planeta retrógrado nos vira hacia nuestro interior para que procesemos las lecciones internas, no para que lidiemos con ellas en el mundo exterior. Si enfocamos toda nuestra energía y atención en arreglar nuestra computadora podemos perder el aspecto más importante de la influencia del engañabobos en nuestra vida…ese que nos recuerda que realmente tenemos muy poco control de la vida. De hecho, es solamente sobre nosotros mismos que podemos verdaderamente reclamar cualquier soberanía, y enredarnos tratando de controlar el mundo material y sus caprichos es una experiencia larga y agotadora ¡con poca recompensa al final!
Lo cual por cierto no quiere decir que no debamos tratar de arreglar el problema con la computadora o que encontremos una ruta diferente para llegar a esa reunión cuando se cancela nuestro tren, pero sí significa que debemos recordar que hay todo otro nivel de lo que está sucediendo, y mientras más nos involucremos con eso también (¿y que mejor momento que estar sentados en el salón de espera de una estación, o en un embotellamiento, sin tener adonde ir o qué hacer?) mejor. Como la historia que mencioné anteriormente de la mujer que hizo el viaje más descabellado y como resultado conoció a alguien que cambió su vida, también podemos utilizar los trucos y juegos de Mercurio para aumentar la riqueza de nuestra propia existencia si así lo elegimos.
¡Gracias por leer! Espero haberles dado una nueva perspectiva de nuestro engañoso amigo, que solamente quiere mantenernos justo en el sendero de nuestro objetivo y hará lo que sea necesario para que lleguemos allí!
Sarah Varcas