¿Por qué me duermo cuando medito? Por Jennifer Hoffman - 29-05-13
29-05-13
Querida Jennifer:He intentado con ahínco meditar y cada vez que lo hago, caigo en un sueño profundo.
Quiero
hacerlo en ésta parte de mi viaje espiritual y trato de disciplinarme
para meditar todos los días pero cuando lo hago, unos minutos después de
que inicio, no puedo mantener mis ojos abiertos.
Después, cuando despierto, a veces una hora o más tarde, me siento mal
porque no soy capaz de hacer ésta práctica espiritual que siento que
debería estar en mi vida diaria. ¿Alguien más experimenta esto?
Respuesta de Jennifer: Éste es un tema muy común que muchos experimentan, especialmente cuando empiezan la práctica de la meditación.
Hemos entrenado a nuestras mentes a que viajen a alta velocidad a menos
que estemos dormidos, así que cuando aquietas tu mente, automáticamente
te duermes.
Con practica y no tratando de hacer sesiones largas de meditación,
serías capaz de mantenerte despierta durante tu practica de meditación.
Intenta hacer sesiones cortas y tal vez haz un espacio durante el día
para ver a qué hora es mejor para tu cuerpo. O puede que encuentres una
clase de práctica meditativa que funcione contigo.
Pero ese es uno de tantos asuntos al recibir información que puede contribuir a tu sueño.
Si
has comenzado a meditar en respuesta a una llamada interna o a una
urgencia, o has pedido ayuda en algún aspecto de tu vida, entonces estás
recibiendo información que necesitas de inmediato y la mejor manera de
cumplir con éste nivel de descarga es calmar tu consciencia
completamente. Por eso te duermes.
También
es posible que no le has prestado atención a tus sistemas de guía o
apoyo, o a tu intuición, así que tan pronto como lo hagas, tu mente
consciente sale del cuadro para que tanta información como sea posible
se descargue.
Si estás cansado, estresado o preocupado también hará que te duermas
cuando meditas porque estás sobrecargado y necesitas el reposo.
También
es posible que una práctica calmada, callada o inmóvil no sea la
correcta para ti. Si el proceso te pone incomodo, después de intentar
varias cosas como hacer sesiones cortas, o intentándolo en diferentes
horas del día, o simplemente no puedes permanecer despierto, entonces
deberías considerar otro tipo de práctica de meditación.
Y
si quieres más interacción con la información que recibes, intenta un
proceso de meditación más activo, que es lo que yo hago, cuando te estás
moviendo o desempeñando actividades que no requieren una atención total
(mis favoritas son limpiando la casa, lavando los trastos, la
jardinería o las caminatas).
Con
éste tipo de práctica meditativa, tu mente se distrae gentilmente y
puedes enfocarte en una pregunta, un asunto, una intención o simplemente
estableciendo que estas abierto a recibir información sobre un asunto
especifico o tema. De ésta forma aún puedes calmar tu mente y escuchar,
pero no te duermes.
Encuentro éste tipo de meditación muy efectivo para recibir
discernimiento e información de la que estoy consciente y que puedo
recordar después.
Sobre
todo, no sientas que estás haciendo esto mal o que otros pueden hacerlo
y tú no. Ésta es una práctica muy personal y tienes que encontrar qué
funciona para ti y cumple tus necesidades.
Si te presionan para seguir un método de meditación que es frustrante y desafiante, no será efectivo para ti.
No
hay un estándar para esto, es un proceso por el cual te conectas con tu
guía interna, así que explora algunas opciones y encuentra qué funciona
para ti.
Cuando
lo hagas, puede ser parte de tu práctica diaria; por ejemplo, una
caminata mañanera en la naturaleza, al amanecer, donde puedes hacer tu
conexión interna mientras disfrutas la belleza de la naturaleza, tal vez
una práctica de meditación maravillosa para ti.
Y
ya que estas haciendo ejercicio físico así como meditar, estás haciendo
dos cosas a la vez las cuales, creo, te ayudarán a sentirte que estás
haciendo el mejor y más eficiente uso de tu tiempo.