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lunes, junio 24, 2013

La Dama Amatista. Ángeles en Lugares Inesperados; Un Viaje durante el Tiempo de Sueños via Bella Capozzi - 22-06-2013


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Estoy con varios miembros de mi Equipo. Somos tal vez 5 o 6 de nosotras – todas mujeres, todas Pleyadianas.
Sé que estoy “viajando” debido a la punzante claridad de la experiencia y sus colores. Siempre hay los colores más sorprendentes.
También siento siempre un sentido de fisicalidad y de un saber que realmente estoy allí. Lo que recuerdo distintivmente de esta experiencia es cuán cansada me sentí en mi forma más ligera Pleyadiana y cuán laborioso era dar siquiera un paso.
Estaba pensando que estaba muy agotada de esta experiencia humana en la cual me encontraba de alguna manera. Me sentía atascada.Atrapada.
Para quienquiera escuchara mis palabras, estaba llorando y pidiendo que se terminara: “es demasiado dura; soy nueva en esto y solamente he tenido una otra vida; el cuerpo es demasiado pesado, la cultura es demasiado dura y deseaba regresar a Casa. Por favor, ¿acaso no me puedo quedar aquí contigo?”

“Aquí” era un mercado. O para ser más exactos, una versión más mejorada, de una vibración más elevada del Mercado “Faneuil Hall” en Boston.
Caminaba junto con mis amigos examinando las diversas tiendas y kioskos. “¿Qué estamos haciendo aquí?” les pregunté.
La respuesta me vino cuando llegamos a una pequeña tienda, establecida como un tipo de salón de uñas al aire libre.
Clientes de todos tipos y creencias Galácticos estaban sentados en sillas, platicando felizmente y disfrutando siendo mimados por un rato.
Cuando entramos a la tienda, una hermosa mujer se nos acercó. Elegante y escultural, con su cabellera pelirroja recogida en un chongo perfecto a la francesa, llevaba una falda púrpura de tubo y una nítida blusa blanca.
Ella se identificó a sí misma como la propietaria del bonito salón, uno que existía solamente hoy y en este único momento, todo con el único motivo de rejuvenecer a los espíritus agobiados y cansados del mundo terrenales que estaban a ‘cargo’ suyo.” (Ah caray, pensé, ¿soy una de los que esta mujer está a cargo?)
Ella nos hizo una seña para que fuéramos a ver una pared llena de brilliantes colores – eran barnices de uñas de todos los colores imaginables jamás vistos en el planeta Tierra y más allá.
Seleccioné una bottella de barniz rojo oscuro. La mujer se apresuró a mí y lo tomó de mis manos. “Ah, no,” me dijo amablemente.
“Este color no es para tí. Quiero que pruebes éste.” Ella sonrió y sostuvo frente a mí una botella de un color rosa pálido.
Obviamente mi elección de color Rojo Vampiro no era del todo de su agrado. “Pero yo siempre llevo rojo,” le dije.
“Y ése es el problema,” me respondió, con una sonrisa cómplice. Ella emanaba una sabiduría, gracia y vibraciones muy elevadas.
Era tan perfectamente exquisita, ¿cómo pudiera cualquiera de nosotras no desear emularla? ¿qué más pudiéramos hacer sino prestar atención cuando ella nos solicitaba que hiciéramos algo?
Ella se enganchó de mi brazo y me alejó de la feliz muchedumbre conduciéndome a un tranquilo rincón del salón.
Su voz era dulce y gentil. Ella prosiguió a explicarme que el rojo era una expresión exterior de cómo me sentía interiormente, que era agresiva y precavida.
El color simbolizaba mi creencia de que el mundo me estaba marchitando. Ella explicó que si quería cambiar la manera como estaba percibiendo que era la vida en la Tierra necesitaba ajustar el mensaje.
Yo me estaba abrazando a mí misma pero era también lo que estaba enviando al resto del mundo.
Tenía que creer que el planeta es un lugar suave y amoroso si lo voy a poder experimentar realmente de esa manera.
El barniz rosa pálido representaba mi chakra del corazón, el cual necesitaba estar abierto y receptivo.
El color rosa es el color de la energía Femenina Divina, ¡la energía misma que yo había enviado a la Tierra para anclar y personificar!
Era tiempo de dejar ir mis primeras impresiones de la vida Humana, que habían acaparado mi corazón como un diminuto bebé; la pesadez y el frío, el ruido, el temor y la ilusión de estar desconectado de la Fuente y estar solo.
Yo necesitaba confiar en su juicio, me dijo, al tiempo que empujaba la botella de barniz rosa en mi mano y la cerraba firmemente alrededor de ella. “Simplemente pruébalo,” me dijo. “Confía en mí.”
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Un perro ladró y me desperté. Regresé de golpe a mi cuerpo humano con una sacudida, como lo hago con frecuencia cuando me jalan repentinamente.
Yo yací allí no sé cuánto tiempo, reviviendo la experiencia y permitiendo que el mensaje de la hermosa mujer fuera captado.
Traté de recordar quién era ella exactamente, pero no lo pude recordar. Mi cerebro humano decidió que ella se veía igual que Christina Hendricks (soy fan de Mad Men), así que le dí el apodo de “Joan.”
¡Sí, soy una de esas personas que tiene que tener un nombre para todo! Excepto que su nombre no es Joan.
Y desde esa noche ella ha venido a mí una y otra vez, la pelirroja mágica vistiendo de púrpura y blanco.
¿Quién era ella? ¿una sirena? ¿un Ángel guardián? ¿un pariente Pleyadiano? ¿mi madre?
En realidad, esta mañana descubrí que la descripción de “Ángel” es probablemente la más apropiada. Su nombre es La Dama Amatista.
Ella vino a mí de nuevo esta mañana en mi estado consciente para consolarme y alentarme.
Tengo que admitirlo y decir que este mes pasado no ha sido uno bueno para mí, y no estoy segura de poder decir que lo he navegado con éxito.
Más bien, él ha sido una serie de pruebas una tras otra – como un extraño tipo de campamento militar Galáctico o un episodio realmente temeroso del [show] “Survivor” (Superviviente)
Todo lo que le falta es la alberca con pirañas comedoras de hombres y un platón de cucarachas cubiertas de chocolate.
Me han llegado una serie de retos y desilusiones uno tras otro, los cuales (se me ha dicho) son supuestamente para probar mi resolución y mi compromiso con la misión. Espero sinceramente haberlos pasado…
Me doy cuenta de que Ia Dama Ametista, también conocida como la Amatista Sagrada, me ha estado dando su presencia a conocer por bastante tiempo ya.
Ella ha estado tratando de ganar mi atención, dejándome señas sobre su identidad. Por eso tuve ese poderoso impulso vocal una tarde de cambiar el nombre de mi negocio a “Ametista!”.
En lo que toca exactamente a su relación conmigo, todavia no tengo ni idea, pero estoy muy contenta de que esté aquí.
Ella ha expresado su deseo de compartir algunos mensajes a través de mí para todos ustedes.
Le gustaría que la llamáramos durante esos momentos en que se sienten impotentes y muy lejos de Casa.
Ella es la portadora de la Flama Violeta y es capaz de disolver instantáneamente cualquier situación de apegos tenaces y viejos programas que aparentemente no cesan de operar.
Ella y su amado contraparte el Arcángel Zadkiel mantienen un retiro etérico en el Caribe, arriba de Cuba, llamado El Templo de la Purificación.
Las energías de la Atlántida fluyen fuertemente aquí, y se nos alienta a todos a que lo visitemos con frecuencia. Sé que yo planeo hacerlo. ¡Ojalá los vea allí!
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Traductor: Gloria Mühlebach
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